Harry Potter : El Villano Final

PLAN FRUSTRADO

Mientras Malfoy paseaba por el Callejón Diagon, Lucius estaba a cargo de hacer pedidos en la Boutique de Quidditch. Cuando Lucius vio a Malfoy sacar una gran pila de monedas de oro, se sorprendió mucho y dijo: "La manera perfecta de comprar el corazón de la gente. Creo que todos los estudiantes de Slythrin te lo agradecerán. Bien hecho, niño".

En cuanto a por qué no lo siguió, ¿no había un dependiente al que engañó hace unos días?

Al final, decidió ir al bar Broken Cauldron para matar el tiempo. Pidió una bebida que se adaptaba a su gusto y la probó lentamente. Sin embargo, las fuertes voces de las personas a su alrededor lo hicieron sentir un poco incómodo. Gritaban con entusiasmo y, de vez en cuando, golpeaban fuertemente la mesa con las manos y maldecían. Parecía como si estuvieran jugando a las cartas y apostando.

Estimando que ya era hora, Malfoy dejó algunas monedas de plata sobre la mesa grasienta y se levantó para salir del bar Broken Cauldron. Caminó hacia la librería Lihen acordada.

Cuando todavía estaba lejos de la librería, vio una gran multitud afuera de la tienda, todos queriendo entrar. En el piso de arriba había un gran cartel: La autobiografía de Gidro Lockhart a la venta. Hoy, de 12:30 a 16:30 horas. La multitud no era sólo estudiantes, sino también un gran grupo de mujeres de mediana edad.

A medida que se acercaba, más y más personas se reunían a su alrededor. Los rostros de la mayoría de las mujeres brillaban de emoción. Lockhart estaba sentado detrás de una mesa, rodeado de grandes fotografías suyas. Todos los rostros en las fotos parpadeaban ante la multitud, mostrando deslumbrantes dientes blancos. El verdadero Lockhart vestía una túnica larga del mismo azul que los nomeolvides, que hacía juego con sus ojos azules. Un sombrero de mago puntiagudo estaba juguetonamente inclinado sobre su largo cabello.

Un hombre bajito le estaba tomando fotografías. Claramente, con su experiencia legendaria y su apariencia encantadora, era el favorito de varias revistas y periódicos.

De repente, hubo una conmoción entre la multitud. Lockhart saltó de su asiento sorprendido y gritó: "¿No es este Harry Potter?"

La multitud inmediatamente despejó el camino para Lockhart. Corrió hacia adelante, agarró el brazo de Harry y lo jaló hacia el frente. El público estalló en aplausos y el hombre que había tomado la foto empezó a apretar el obturador aún más frenéticamente, como si cuantas más fotos hiciera, mayor sería su salario.

Lockhart luego le dio a Harry un juego de sus libros y aprovechó la oportunidad para anunciar que enseñaría Defensa Contra las Artes Oscuras en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Se escucharon aplausos y gritos aún más entusiastas de la multitud, la mayoría de ellos mujeres. Independientemente de si eran niñas o mujeres de mediana edad, todas miraban a Lockhart con expresión de admiración. Era guapo, rico y había vivido muchas leyendas. Ahora, incluso podría tener el halo de un maestro como modelo a seguir.

"Los fanáticos acérrimos de cualquier mundo son realmente irrazonables". Al ver esto, Malfoy se limitó a negar con la cabeza. No tenía intención de exponer la almohada bordada. No era tan libre. Silenciosamente se metió entre la multitud y compró el conjunto de autobiografías que, como mucho, podrían llamarse "aventuras" y no libros de texto. Luego abandonó la multitud.

De repente, escuchó lo que parecía ser una pelea feroz junto a la pared. Corrió apresuradamente y vio que una estantería se había derrumbado. Lucius estaba peleando con otro hombre de pelo rojo intenso. Por un lado, se estaba burlando del otro hombre por usar su asignación del próximo mes para comprar libros. Por otro lado, se estaba burlando del mal carácter del otro hombre.

"Por el bien de mi tranquila vida escolar, padre, su plan probablemente fracasará". Suspiró en su corazón y luego caminó hacia Lucius.

"Draco, ven rápido. Mantente alejado de ellos. Me da vergüenza respirar el mismo aire que ellos", Lucius vio a Malfoy caminar hacia él y gritó apresuradamente. Estaba jadeando pesadamente. Era obvio que acababa de pelear con su oponente. Su cabello platino cuidadosamente peinado ya estaba desordenado y uno de sus ojos estaba hinchado. Parecía que le habían golpeado un libro.