Con sus ojos fijos en el reflejo del espejo, observo con detalle todo lo que veía. Su ropa siempre impecable y su cabello rojo siempre con el mismo corte. Era tan básico y simple que no podía llamar la atención, sin embargo, aquellos chicos se fijaron en él.
Aun no lo entendía, no comprendía porque Jungkook y Taehyung tenían interés en él y querían tenerlo cerca sin conocerlo completamente.
Miro de soslayo la cómoda y como todas las mañanas se acercó para encender la vela que su madre le dejaba cada semana. Se detuvo un momento pensando en porque lo hacia o cual era la razón, pero siempre era la misma conclusión; quería que sus padres lo vieran como un buen hijo.
A un lado estaba la biblia abierta mostrando la pagina que debía leer como hacia todos los días, pero esta vez solo se quedó allí mirándola sin ningún animo de hacerlo.
¿Por qué debía hacerlo? ¿para buscar perdón por quien era? ¿para perdonarse por todo lo que había pasado? No lo entendía. Suspiro y se dio la vuelta para salir de la habitación, bajo por las escaleras y al llegar al comedor se encontró con sus padres que ya lo esperaban.
—Buenos días — dijo en voz baja. Sus padres lo miraron, su madre sonriéndole de manera cálida como todos los días. ¿Por qué fingían?
—Buen día, hijo. ¿hiciste tu lectura? — le pregunto su padre sin esperar que se sentara
—Si. — respondió seco. El hombre lo miro mientras daba un sorbo a su taza de café. Lo observo con detenimiento detallando el llamativo color en su cabello.
—Ya te dije que no me gusta ese color. — reprocho su padre mientras desviaba la mirada.
—Mamá me dio permiso, además querías que tuviera un nuevo comienzo ¿no es así?
—Tu madre es una alcahueta, profanar tu cuerpo de esa manera no es correcto. — refuto el hombre, siempre con esas palabras que demostraban superioridad.
Jimin miro a su madre, la mujer bajo su mirada incomoda esbozando una sonrisa forzada por las palabras del que era su esposo. El menor suspiro resignado.
—Es solo cabello, Papá. Eventualmente crecerá.
—Y eventualmente seguirás pintándolo. No es la manera correcta para afrontar lo que te sucedió. Busca ayuda en Dios, él es el único que puede salvarte y guiarte.
¿Salvar? Aquello resonó en su mente ¿acaso estaba buscando ser salvado? El no pedía eso.
Jimin bajo su mirada disgustado, trataba de que su padre no lo notara, pero su madre si lo hacía, así que por esta razón su madre interfirió siempre con una sonrisa y de la manera más amorosa les pidió empezar a comer.
Era tedioso tener que lidiar cada mañana con su padre, sus comentarios que de alguna manera siempre los soltaba para atacar todo lo que hacía, su forma de ser y de expresarse. No entendía porque sus padres no podían ser un poco mas libres con respecto a algunos temas, con algo tan simple como el color de su cabello.
—Yo...lo siento. No tengo hambre, comeré algo en el instituto. — sin esperar mucho se levanto del comedor y salió rápido de allí, sabia que su padre empezaría con un sermón y no quería escucharlo.
Una vez salió de casa se dispuso a caminar, por suerte no vivía lejos. Solo dos cuadras así que todos los días caminaba. Bajo su vista al piso, pensaba en su vida y como la estaba llevando hasta ahora, se sentía tan presionado y con justa razón ya que estaban en un lugar nuevo y tenia una imagen que dar, pero era agobiante sentir ese tipo de responsabilidad sobre sus hombros. No quería ser la imagen del hijo recto del pastor, no quería ser la imagen del chico obediente, no quería ser parte de ese sistema.
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~SHAMELESS~ [KOOKVMIN]+18
Dla nastolatkówdeseos culposos, que no podrian ser tan malos. ''Arderemos juntos en el infierno''