Si te diesen la oportunidad de morir de la forma que quieras, sabiendo que sí o sí vas a perder la vida y no puedes retrasarlo, ¿Sabes qué elegirías?
Supongo que la mayoría de respuestas son tener una muerte tranquila y sin dolor. Durmiendo preferiblemente, o con una intoxicación de monóxido de carbono, que viene siendo algo parecido. Antes de eso, obviamente, tendrías tu último día para disfrutar como no has hecho jamás en tu vida, que vas a gastar en lamentarte junto con tus seres queridos. Quizá escribas algunas cartas, para que nadie a tu alrededor se sienta mal por tu pérdida. O al menos que sean conscientes de que no has sufrido. Es conmovedor, es realmente la manera más pacífica y bonita de perder la vida.
Quizá alguien responda: luchando. Por mis sueños, contra mis miedos; da igual. Pero quiero morir siendo el héroe de mi vida, saber que me esforcé hasta el final en aquello que tanto quería. Es muy noble eso, sí, lo valoro
Pero hay opciones más rebuscadas. No todo el mundo siente merecer algo pacífico, sin dolor o noble. No todos quieren ser una imagen que seguir
Quizá... Quizá quieras ser quemado en una hoguera, como se hacía con las supuestas brujas en el pasado y sentir las llamas lentamente calentar tu piel hasta perder toda sensibilidad
Quizá deseas lanzarte a unas aguas profundas con un gran peso atado a ti, que sea tan pesado como el que llevas sobre los hombros y el agua te impida respirar así como te ahogas en tus preocupaciones. Pero no más. Se irás quedando sin aire y en vano lucharás por salir a la superficie, respirando en el proceso agua que hará que sientas tus pulmones arder. Será lento y tortuoso, porque eso es lo que sientes que mereces.
Pero oye, quizá prefieras envenenarte, tu comida o directamente. No es tan difícil, aquí en el parque de al lado hay unas flores preciosas que resultan ser altamente peligrosas. Un pequeño mordisco y vas al hospital... Que aproveche, Ñam. Eso sí consigues que haga efecto antes de que tu cuerpo logre expulsarlo intentando salvarse de tus salvajadas.
Estoy más que segura que hay muchísimas más maneras de hacerlo. Quizá quieras abrir tus venas o tu cuerpo y ver cómo fluye tu sangre hasta desmayarte.
Lo que yo quiero es volar. Ya lo sé. Una noche de luna llena, las estrellas brillan como nunca, se siente una pequeña brisa pero no llega a hacer frío. No sé desde donde saltaré pero algo lo suficientemente alto. El vestido blanco, impoluto, ondea ligeramente al borde del precipicio. Extiendes las manos y... Un paso al vacío. Tu corazón se acelera, sientes el viento en tu cara que te impide respirar y ves el suelo cada vez más cerca. Cierras los ojos.
Cabe recalcar, tengo pánico a las alturas.
Y adiós, país del nunca jamás. Con estas estrellas que brillan pero este no es mi hogar, da igual a donde vaya no lo es. Así que, adiós.Que romántico, ¿Verdad? Simplemente precioso
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No sé por qué estoy aquí todavía, no le encuentro sentido a la vida. No merece la pena, estoy sola. Haga lo que haga voy a decepcionar y dañar a todo aquel que se me acerque, soy un cristal roto. No se puede esperar nada de mi. Estoy hecha para admirar de lejos y nada más. Estoy hecha para comparaciones y nada más. Estoy hecha para pasar el rato, usarme lo necesario y tirarme más tarde, y ya está.
No me siento realizada después de conseguir algo supuestamente grande. He acabado el instituto con la mejor media que puedas imaginar, tengo más títulos de idiomas que los mismos profesores y tengo mi permiso de conducción conseguido de una sola vez, y lo único que siento es alivio de haberme quitado una cosa más de encima.
No creo que fuera de gran importancia mi pérdida. Al fin y al cabo no puedes perder a alguien dos veces.
Si la gente simplemente supiera todo lo que se puede curar con palabras bonitas de corazón y un buen abrazo, con algo de compañía y amor...