Inicia un nuevo sueño

97 6 0
                                    

Escena 1:

Aquellos pasos de la joven peliazul resonaban por todo el callejón, no por la intensidad de la planta al azotar contra el suelo sino por su cuerpo tembloroso, le costaba cada paso que daba, estaba emocionada por llegar a aquella cafetería pero a la vez tenía miedo de llegar; no quería ver al rubio enojado. Esto era una sensación nueva para ella.

- Denji... - Murmuró la rusa mientras se acercaba al lugar.

Al abrir la puerta de aquella pequeña cafetería, el dueño miró a la fémina con una combinación de alivio y fastidio en su mirada, desde su llegada siempre le causó problemas.

- Quiero irme contigo - Contestaba la joven a la interrogante hecha en la playa.

El joven rubio dirigiría su ansiosa mirada a la rusa, dio un brinco de su asiento sin soltar el ramo de flores. Su cuerpo temblaba de la emoción.

- Que chicos tan problemáticos - Comentaba el adulto para si mismo al ver a la joven pareja.

- ¿"Irnos..."? - Repitió el rubio con vergüenza.

La dulce y cálida sonrisa de la peliazul causó un notorio sonrojo en el varón. Su corazón latía con agresividad, como si tratara de escapar de su pecho.

- ¿Que esperamos? - Cuestionaba la rusa entre risas.

Antes de que pudieran tomar sus manos, aquel bello momento fue interrumpido por el azotar de la puerta de madera a manos de la demonio de la sangre en búsqueda de su amigo Denji.

- ¡Po-po-power! - Anunciaba la demonio con emoción.

Las féminas cruzarian miradas con confusión al no saber de quién se trataba la otra. La híbrida mostraría una expresión de aburrimiento la cual fue respondida por una expresión de asco por parte de la chica con cuernos.

- ¡Bellaco, ¿buscaste una de las chicas de tus revisas?! - Decía la demonio entre carcajadas.

- ¿Revistas? - Cuestiono la peliazul confundida por lo que sucedía.

- ¡Power, regresa a casa! - Ordenaba el rubio desesperado.

- ¡Tu no me das órdenes, bellaco! - Quejaba la chica de cabellos rosados.

- ¡Si no haces caso le diré a Aki que fuiste tu quien lo asfixiaba en la noche y no Nyako! - Amenazaba el rubio bastante enojado.

- ¡¿Ah?! - Exclamó la demonio.

- Que conversación tan interesante - Murmuraba el dueño del local para si mismo.

Sin comprender la situación, la peliazul se limitaba a reír al ver la tierna interacción de su interés romántico y quien parecía ser su amiga, aunque no podía evitar sentir algo de celos por esa chica demonio.

- ¡Esta bien, bellaco! - Accedió la demonio al sentirse acorralada.

Una vez que la chica demonio salió de la cafetería moviendo los pies de forma brusca, el rubio dirigió toda su atención a la rusa temiendo que esa escena haya echado todo a perder, sin embargo, al notar que está reía decidió acompañarla en sus risas.

- Denji, eres tan extraño - Decía la peliazul ocultando su delicada sonrisa de labios.

- Sabes que me gusta impresionarte - Mencionaba el rubio tratando que eso pareciera parte de un plan.

- Si... - Contestó la peliazul dándole la razón.

Finalmente, la pareja pudo tomarse de las manos. Ambos estaban sonrojados genuinamente, sin ninguna mentira detrás de sus jóvenes rostros. Juntos se dirigieron a la salida de la cafetería mientras el dueño los veía irse; este estaba conmovido por haber visto crecer ese romance.

- ¡Vuelvan cuando estén casados! - Mencionaba el dueño con emoción.

Desde una azotea junto al callejón, una pelirroja de ojos hipnóticos era acompañada por un fornido hombre con coleta de caballo y un ángel demoníaco.

- ¿Lo dejaras ir? - Preguntaba el híbrido del lanzallamas.

- Es una vía más rápida a mi plan hacer que forme familia con esa chica - Consideraba la pelirroja manteniéndose serena ante esto.

El ángel veía esto con indiferencia, no le importaba el tema siempre y cuando no tuviera que esforzarse, y extrañamente le importaba que el devil Hunter; Aki, estuviera a salvo y lejos de estas personas que ante su vista estaban completamente chifladas.

- Tras la presentación del chainsawman seguro los asesinos internacionales irán tras ellos - Comentaba el ángel demonio con un tono sereno y calculador.

El dúo de psicópatas se miraron entre sí ante ese comentario, sabían que era una posibilidad pero sería difícil que la fémina actuara fuera del país, la cazarian a ella también; además de estar vulnerable a monstruos como lo eran Santa Claus alemán o el Gun devil.

- Varm, ve tras ellos - Ordenó la pelirroja con tranquilidad - Déjalos ser felices, y cuando lo consideres, atrapa a la chica de la unión soviética. Nos servirá - Detallaba con frialdad.

Mientras el dúo planeaba, el ángel sacó una caja de jugo para comenzar a beberla con tranquilidad, se sentía aliviado de que el no tuviera que trabajar en eso, lo creí mucho esfuerzo para el. Preferiría estar muerto.

Escena 2:

Volviendo con nuestros protagonistas, estos caminaban tomados de las manos. El rubio se notaba con una mirada distraída mientras que la peliazul se notaba entusiasta.

- ¿A donde iremos? - Preguntaba el rubio con intriga.

- En mi trabajo puedo recurrir a alguien que nos llevara a un lugar mejor - Explicaba la híbrida bomba con emoción.

- Mientras este con una belleza como tu, no tengo problema - Opino el rubio mostrando una sonrisa engreída.

La peliazul agacho la mirada con vergüenza, notando como su contrario aún tenía el ramo de flores en su otra mano. Rápidamente se lo arrebato para así poder llevarlo ella. Le gustaba ser consentida con flores desde que se conocieron aquel día lluvioso.

- Escaparemos - Susurro la peliazul aún incrédula por lo que estaba pasando.

- ¿Habrá mucha comida allá? - Preguntó el rubio con intriga.

- Me aseguraré de que allá suficiente - Contestó la peliazul mostrando una sonrisa confiada.

- Suficiente no basta - Respondió el rubio preocupado por no comer sus nutrientes necesarios.

Y así, daba inicio esta aventura de escape entre dos enamorados. Huyendo de la malvada Makima y seguridad pública. Además de tener que afrontar futuras amenazas como Varm o los asesinos internacionales.

Escapemos juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora