Dia con el híbrido lanzallamas

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Escena 1:

El híbrido del lanzallamas se encontraba en la cabaña de la pareja de híbridos viendo al gato eléctrico jugar con una pelota de esponja. El rubio se sentó delante al lanzallamas.

- No ocupo un niñero - Quejaba el rubio ante su aparición - Pero agradezco el detalle de la señorita Makima - Agradecía de forma sincera.

- La señorita Makima teme que algunos criminales vayan a atacarte, así como los de la otra vez - Explicaba el híbrido.

Desde la puerta de la habitación, la peliazul veía con frialdad al híbrido lanzallamas, le molestaba que este estuviera dentro de su hogar pero no tenía otra opción por su contrato.

- Y nos preocupa que una asesina en especial; Quan xi, venga por ti - Advertía el híbrido lanzallamas sintiendo mucha preocupación en este caso.

La rusa se exaltó, abriendo los ojos al máximo por la preocupación que sentía al escuchar ese nombre, sabia que de tener que lidiar con ella estarían en problemas. El rubio solo se limito a mostrar una expresión carente de algún interés por esa persona.

- De ser así, la mataremos - Mencionó el rubio con tranquilidad.

- Tenemos que hacer caso - Respondió la peliazul desde el fondo de la habitación.

- ¿Eh, por? - Cuestiono el rubio al no entender la gravedad del asunto.

- Si tu y yo peleamos juntos, con todas nuestras fuerzas: moriremos - Decía la rusa con seguridad y miedo.

El rubio se recostó en el soporte del sofá viendo como su gato se subía al sofá junto a él para acurrucarse con el, cuestionandose si tomarse enserió o no las advertencias de su pareja y de su "niñero/compañero".

- ¿Y que debemos hacer? - Cuestionaba el rubio ignorante.

- Solo evitar transformarse o llamar la atención - Ordenó el híbrido lanzallamas con tranquilidad.

- ¿Solo eso? - Cuestiono el rubio al verlo como algo demasiado fácil - De acuerdo, lo haré - Aceptaba con calma.

- Perfecto - Comentaba el híbrido lanzallamas complacido por esa respuesta positiva.

Escena 2:

En un gran centro comercial, la pareja subía las escaleras eléctricas viendo con asombro todos los grandes locales vendiendo variadas cosas. Detrás de ellos, el lanzallamas se limitaba a mascar un chicle.

- La señorita Makima me dio una tarjeta de crédito para que ustedes compren lo que necesiten... - Comentaba el híbrido lanzallamas.

- Asombroso - Exclamaba el rubio bastante emocionado por perder despilfarrar dinero.

Subiendo al tercer piso, el cual era de ropa, la peliazul llevó al rubio a probar distintas prendas las cuales solo hacían que el se viera gracioso para ella.

- ¡Haber, tu ponte algo! - Exigía el rubio algo molesto por esto.

Esperando en una silla, el varón vio como su pareja salía vistiendo una camisa verde bajo un saco blanco con botones dorados, un pantalón blanco de campana y unos tacones dorados, además de traer unos lentes oscuros. La peliazul mostró la lengua mientras se quitaba los lentes.

- ¿Me veo bien? - Preguntaba la rusa de forma risueña.

El rubio se limito a asentir con la cabeza y desviar la mirada mientras se ponía completamente rojo del rostro. La peliazul río ante esto, le resultaban adorables las caras que ponía.

Escena 3:

Ya en la noche helada, el híbrido lanzallamas se encontraba transformado para encender una fogata. Junto a él se encontraban los otros tres híbridos en sus formas humanas esperando indicaciones.

- En unos días ustedes atacarán a Denji y Reze, de ser posible, maten a la bomba - Ordenaba el híbrido lanzallamas.

- De acuerdo - Aceptaban los otros híbridos varones.

- ¿Y que haremos con el motosierra? - Preguntaba látigo con curiosidad.

- Que la vea morir - Indicó el fornido de forma maliciosa - Con suerte se volverá el verdadero Chainsawman - Agrego.

El fuego se intensificó en la fogata mientras el híbrido volvía a la normalidad. Parecía que la noche iba a ser tranquila, por una razon es que el fuego no se apagaba.

- ¿Y por qué debemos dormir aquí? - Cuestiono la pelirroja.

- ¿Está no se calla? - Exclamó el fornido con molestia.

- No - Contestó el joven híbrido a secas.

Escena 4:

En la cabaña, la rusa jugaba con el gato demonio, agitando un láser para que este fuera tras el. Mientras tanto, el rubio se encontraba afuera con la pala moviendo la nieve de la entrada.

- ¿Que estarán haciendo ustedes: Power, Aki, Beam? - Cuestionó el híbrido con nostalgia.

Algo de nieve cayó del techo sobre el haciendo que dejara de vagar en sus pensamientos. Se sacudió y volvió adentro dejando la pala junto a la puerta.

- ¿Limpiaste bien? - Preguntaba la rusa con curiosidad - Porque luego no lo haces - Quejaba.

- Lo hice bien - Contestó el varón sin mucho interés.

La rusa miro al rubio incrédula por sus palabras, inclino la cabeza y mantuvo una expresión seria para intimidar a su contrario pero al notar a este tan tranquilo decidió usar una jugada algo sucia para que fuera sincero.

- ¿Reviso? - Preguntó la peliazul con tranquilidad.

- Claro - Aceptó el rubio despreocupado.

- Si esta sucio no habrá beso de buenas noches - Amenazó la rusa con malicia en sus palabras.

Rápidamente, casi superando la velocidad del sonido, el rubio salió por la puerta con la pala en manos. La peliazul se limito a escuchar varios gemidos de cansancio y dolor por parte de su pareja.

- Tierno - Murmuró la rusa sintiendo mucha ternura por su novio.

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