Lo que estan dispuestos a hacer

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Escena 1:

Afuera de la cafetería, la rusa tomaba su descanso, comiendo un trozo de pastel; cortesía de su trabajo. Esta se notaba bastante seria por lo que había sucedido hace unos días con esos dos chicos que asesino junto a su amado.

- Estúpido esbirro de Makima - Se quejaba por le lanzallamas.

- Prefiero el término compañero - Comentaba el híbrido mientras se acercaba a su contraria - O mano derecha - Agrego.

Los híbridos cruzaron miradas desafiantes, querían destrozar por completo al otro pero debían contenerse para no estropear sus respectivos planes por las personas que les importaban.

- ¿Que es lo que quieres, idiota? - Cuestionó la peliazul con molestia.

- Te ofrezco una tregua, mientras estemos protegiendo a Denji - Mencionaba el híbrido con amabilidad.

- ¿No querrás decir: contrato? - Interrogaba la rusa de forma cortante.

Escena 2:

Junto al grupo de leñadores, estos se alimentaban aprovechando la carne del demonio oso. La carne era un manjar para estos leñadores. El rubio se relamia los dedos tras cada bocado.

- ¡Agradezcamos a Denji por este alimento! - Mencionaba el líder de los leñadores con emoción.

- ¡Gracias, Denji! - Agradecía el grupo de leñadores alegres por haberse deshecho de ese oso.

Cada leñador se turno para darle una palmada en el hombro al híbrido. Era increíble el hecho de que estos aceptarán con tanta facilidad el que su compañero era un demonio, y más aún que era el asombro Chainsawman, parecía como si estuvieran acostumbrados a tratar con demonios amistosos.

- Si tanto quieren agradecerme, subanme el sueldo - Comentó el rubio de forma arrogante y burlona

- Podemos darte el resto de la carne - Comentó el líder de los leñadores.

- Acepto - Accedió el híbrido sin dudar.

Escena 3:

De vuelta a la cafetería, los híbridos se miraban en forma de desafío, teniendo un aura de tensión entre los dos, esperaban el momento indicado para decir la mínima palabra.

- Yo tengo un trato para ti - Mencionaba la rusa con frialdad.

- Te escucho - Accedió el lanzallamas.

- Te dejaré acercarta a Denji, hablar con el y no interferire - Ofrecia la peliazul con tranquilidad - Pero si me llegas a causar el mínimo rasguño, sufrirás mucho hasta morir - Condicionó.

El silencio regreso al ambiente. El híbrido lanzallamas se le notaba con una expresión fría para posteriormente sonreír de forma dulce y amigable. Esto confundió a la rusa, aún así, conservo la calma en su expresión.

- Es un trato - Contestaba el fornido extendiendo su brazo con firmeza.

Tras estrechar la mano con la peliazul, el híbrido procedió a retirarse del lugar, a su vez, la peliazul regreso a su trabajo en el interior de la cafetería mostrando una pequeña sonrisa al haber tenido una repentina idea que podría utilizar a futuro.

- Que se de por muerto - Condenaba la rusa con malicia.

Escena 4:

En el aeropuerto, el trío de híbridos esperaban su equipaje. Estos se notaban relativamente entusiasmados por su misión de ayudar al híbrido a cazar al Chainsawman para satisfacer a la señorita Makima.

- ¡El que gane tendrá derecho de pedirle una cita a Makima! - Proponia la híbrida látigo con entusiasmo.

- ¡Es un trato! - Decían los dos híbridos de forma coordinada.

Escena 5:

En una taberna, el grupo de leñadores junto con el rubio bebían tarros de cerveza para celebrar la caza del demonio oso, aún seguían muy felices por haber eliminado a ese monstruo.

- ¡Come cuanto quieras niño! - Ofrecia uno de los leñadores al rubio.

Por una vez en su vida, el rubio reaccionó del hecho que esto era demasiado y aparto el tarro de cerveza junto a la comida que tenia delante, negó con la cabeza y apreto los labios.

- No quiero llegar tarde - Explicaba el rubio con vergüenza.

- ¿Tarde?¿tu familia espera? - Cuestiono uno de los leñadores con curiosidad.

- Mi... - Antes de responder, el híbrido tuvo una incógnita al no saber que era la peliazul de el - ¿Novia? - Contestó dudando de su respuesta.

- ¡¿No sabes lo que es?! - Cuestiono uno de los leñadores a forma de burla.

- ¡Me beso con ella y dormimos en la misma cama pero nunca hemos dicho ser nada! - Explicaba el rubio bastante nervioso por esto.

- ¿Es de aquí? - Cuestiono el líder de los leñadores.

- Si~ - Contestó el rubio con vergüenza.

- ¡Estos japoneses! - Decía uno leñador entre carcajadas.

- Nosotros los rusos no decimos que somos pareja, solo comenzamos a pasar tiempo y dar cariño hasta que nos casamos - Explicaba el líder de los leñadores con calma.

El líder de los leñadores le hizo entrega al rubio de la bolsa con hielo y carne del demonio para que se la pudiera llevar. El rubio la acepto gustoso.

- Cuida a esa chica - Decía el jefe con tranquilidad - Seguro ella hace lo mismo - Agrego.

Escena 6:

Saliendo de su trabajo,  la peliazul se notaba un poco decepcionada de que su pareja aún no había llegado, sin embargo, le sorprendió como éste iba corriendo desde la mitad de la calle hacia ella.

- ¡Reze!¡Reze! - Llamaba el rubio temiendo que la rusa se enojara con el.

- Otra vez tarde - Reclamaba la peliazul mostrando una pequeña sonrisa de labios.

De su bolso, el rubio saco una caja de regalo bastante pequeña la cual le entregaría a la rusa al estar de frente a ella. La peliazul la tomó, encontrándose con un anillo de oro, lo cual la puso completamente roja.

- Me dijeron que esto sería un buen regalo - Comentaba el rubio apenado.

- ¿De donde sacaste el dinero? - Cuestionaba la peliazul con la voz temblorosa por la vergüenza.

- Estos dos días gane mucho dinero con apuestas y me dieron una gran suma de dinero por la caza de un demonio - Explicaba el híbrido mostrando la bolsa mojada con la carne.

- Eres un tonto - Criticaba la peliazul para esconder la vergüenza que sentía por el regalo.

Escapemos juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora