Matthew era experto de hacer enojar a su hermana mayor con cualquier cosa, lo había estado persiguiendo alrededor de una hora esperando que le devolviera su sostén —Dame mis vans y te juro que te lo devuelvo, aparte tienes como veinte de estos, yo solo tengo un par de vans negros —lo había levantado sobre su cabeza aprovechando que era un par de centímetros más pequeña, ella lo miraba enfadada con el ceño fruncido, a él parecía divertido.
La mayoría de la gente miraba a este par como Matthew el hermano mayor y Bea a la pequeña quien tenía que proteger y es que la estatura no era algo a favor de Bea, exceptuando la parte en que en bastantes situaciones podía tomar su papel de hermana de veinticuatro años y ser totalmente madura, cosa que era muy rara en Matt, un chico que vivía la vida como si fuera el último, eso implicando a sus amigos, amores de una noche y fiestas que terminaban al amanecer. Ellos eran muy unidos, no gustaban de demostrarlo, pero de alguna manera eran bastante confidentes, pasaban la mayor parte del día peleando, pero la sangre siempre terminaba uniéndolos y siempre tenían presente que uno podía contar con el otro cuando fuera.
Matt sabía el destino de su hermana esta noche con un sujeto llamado John, el cual le parecía asqueroso, rara vez aceptaba alguna de las relaciones de su hermana y es que se supone que este era su objetivo en la vida de su hermana ¿no? Protegerla de idiotas y molestarla como un idiota, irónico.
—Eso no te incumbe, solo dámelo
—¿Qué significa Push-up? —revisó la etiqueta
—Mamá, Matt tiene mi sostén —Exclamó molesta y sonrió triunfante al ver a su madre salir de la cocina
—Matt tienes diecinueve años para estar haciendo eso —le arrebato la prenda y lo golpeo en la espalda baja con este, el solo río. A la mujer le cansaba este tipo de situaciones, pero no había nada comparado con tener a sus dos hijos bajo el mismo techo.
—Bea tiene mis vans ¿cómo respondes a eso? —La mirada de la mujer pasó de Matt a Bea, no hacían falta palabras, solo un levantamiento de cejas y cada quien sabía que debía hacer. La hermana del moreno caminó hacia su habitación arrastrando los pies mostrando claramente su enfado, él le seguía por detrás sin eliminar la sonrisa burlona de su rostro
—¿Por qué las chicas usan ese tipo de ropa interior? —se recargó sobre el marco de la puerta cruzado de brazos mientras observaba a su hermana buscando el par de tenis en su armario
—Tu pregunta es bastante estúpida, más cuando tú eres hombre y es en lo primero que te fijas en una mujer —halló el par y lo golpeó con ellos en el pecho, rápidamente, él los tomó haciendo una cara de fingida sorpresa
—Estas equivocada, los sentimientos son más importantes que el físico
—Me das asco, lárgate —rodó los ojos con una sonrisa y lo empujó al pasillo
—Es por eso que no debes usar push-up —gritó apenas la puerta se había cerrado frente a su cara.
Emprendió el regreso a su habitación con el trofeo en manos de la pelea ganada con su hermana una vez más. Aventó las zapatillas a la orilla de la cama y sacó el móvil de su bolsillo trasero; el dispositivo marcaba alrededor de seis notificaciones diferentes, la mitad de ellas eran de chicas con las cuales en su momento había pasado un buen rato, solo le importaba un nombre, Andrew, su mejor amigo
"Middle Village. 10 pm."
"¿Cameron?"
Cambio su playera por una limpia para posteriormente sacar una chaqueta negra del perchero y calzarse los vans que minutos antes había recuperado.
ESTÁS LEYENDO
Wrapped. [ H I A T U S ]
Teen FictionTodo lo que he aprendido hoy en la clase sobre Shakespeare es que a veces tienes que enamorarte de la persona equivocada para encontrar a la correcta. Una lección más útil hubiera sido que a veces la persona adecuada no te corresponde. O que a vece...