"......", bebiendo café.
".......".
"......a ver si entendí, pequeña, ¿Tu quieres aprender a pelear?".
"Sip".
"¿Y quieres que yo te enseñe?".
"Si".
".......ahhh, me niego".
"¡¿Por qué?!".
Temprano en la mañana, el escenario es mi casa, el inicio de un día atareado, ya me acostumbré a ser el último recurso del escritor cuando no tiene ninguna idea nueva para escribir.
Justo ahora me encuentro sentado en mi sofá, bebiendo café mientras una pequeña niña me pide e insiste en entrenarla en el arte del combate.
Pero déjenme decirles que no aceptare.
"Vamos, te prometo que seré una buena discípula", diría ella.
"No".
Me puse de pie y avance a mi cocina, necesito rellenar mi café matutino.
"Por fis, no te causare problemas", diría ella detrás mío.
"Que no niña, entiende".
"Por fis...", ella junto sus manos.
Yo simplemente la ignore, mientras servía el café en mi taza de flores y le echaba algo de leche.
Ella siguió insistiendo, a lo que yo seguí ignorandola mientras sacaba otra taza de uno de los gabinetes.
"Seré una buena aprendiz", insistió.
"Lo dudo", saque un poco de miel de un cajón.
"P-Pagare por todo el equipo que sea necesario".
Bebi mi café, "Aunque pagues, ya te dije que no".
"Por favor, caballero, quiero ser más fu...", interrumpi lo que ella quería decir al entregarle una taza de té con miel.
"Bebe".
"Eh, ah gracias", ella le dió un pequeño sorbo. "Fuu..... En fin, quiero ser más fuerte y me gustaría mucho que tú me entrenaras".
"Y yo quiero pedirte que dejes de joder".
Deje mi taza en mi mesa, camine nuevamente a la sala mientras tomaba unas galletas del refrigerador.
Pude notar como ella bebia su té de golpe, dejando su taza al lado de la mía para luego correr tras mío.
Me senté en el sofá, tomando una galleta y comiendola.
"Seré una buena niña", diría ella sentandose a mi lado.
"Una buena niña no molesta a los adultos".
"Un buen adulto ayuda a los niños", respondió.
"Lastimosamente, no soy un buen adulto", me comí otra galleta. "Además, ¿Loraine no te regaño por golpear a esos niños la ves pasada?".
"Eso es diferente".
"Aja....".
Ella me miró con los ojos entrecerrados, acercandose. "Por fis, caballero, te aseguro que aprenderé rápido".
"Ya te dije que no".
"No te tomara mucho tiempo".
"No".
"T-Te aseguro que te divertiras".
"Lo dudo".
"¡Solo di que si!".
