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Dwight chasqueo los dedos casi sobre mi cara, lo que me hizo regresar a mi estúpida realidad

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Dwight chasqueo los dedos casi sobre mi cara, lo que me hizo regresar a mi estúpida realidad. Entrecerré los ojos, acercándome a él con una de las expresiones más serías que le podía dar a cualquier persona.

—¿lo vas a revisar? – cuestiono, dudando un poco

—vuelve a hacer eso y voy a dejarte el otro lado de la cara igual de irreconocible, imbécil – lo amenace –. ¿Qué le hiciste?

Intentaba disimular lo más que podía el hecho de que conocía al hombre, aunque me costaba la vida entera mover la mirada. Necesitaba saber si de verdad estaba enfrente de mí o ya estaba volviéndome loca.

—tiene un corte en el pecho – la actitud de Dwight cambio, era menos altanero –. Voy a... iré a ver como esta ella

—sí, ve, no estorbes – hice un ademan con las manos

Sentí los ojos azules de Daryl sobre mí, haciéndome poner toda mi atención en él. Supongo que quiso reafirmar que era la misma Adhara que había conocido, ya que bajo un poco la mirada hacía el pequeño corazón que él mismo me había dado en mi cumpleaños número veintidós.

Lo jalé hasta la otra camilla, cerrando la cortina para darnos algo más de privacidad. 

—no digas nada – le susurre –. No digas que me conoces, eso podría ser peor para los dos. Te sacaré de aquí, lo prometo, voy a hacer todo para sacarte de aquí, pero no digas nada

Daryl ni se inmuto, fue en ese momento que me di cuenta de que aquel brillo que tenía cuando lo conocí, por más pequeño que fuera, se había ido por completo.

Dolía verlo, dolía estar cerca de él sin poder abrazarlo o hacer algo más para reconfortarlo.

—¿puedo ver tu herida? – le cuestione en un tono más normal, evitando el nudo que se había formado en mi garganta

Él deslizo un poco la tela de su sudadera, dejándome ver lo sucio que estaba. La herida no era tan grande, pero resultaría un problema si llegara a infectarse. 

—necesito que te quites la sudadera

Me di la vuelta para brindarle un poco más de privacidad mientras que buscaba los elementos necesarios para limpiar y curarle esa herida.

Mis manos seguían temblorosas cuando saque el alcohol del estante, mi corazón bombeaba tan rápido que si volteaba seguramente lo vería moverse bajo mi piel. No entendía como era posible que Daryl estuviera en el santuario, la vida me volvió a reunir con él de la forma más dolorosa e inesperada posible.

Al acercarme de nuevo, él ya no llevaba la parte de arriba del conjunto, la boca del estomago me genero un hueco y mi mente me estaba dando un montón de imágenes que pensaba que ya no estaban allí en absoluto.

—lo primero no creo que te duela – moje una esponja con algo de agua jabonosa –. Te avisare cuando te coloque alcohol

Su mirada estuvo pegada a mi rostro todo el tiempo que estuve cerca de él. Los ojos me comenzaron a arder cuando recordé que algo similar había sucedido antes de nuestro primer beso, gracias a una herida que Smore le provoco.

Until I found γou || Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora