Capitulo 2. Florida.

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Max había crecido en un ambiente de amor, no podía quejarse su madre siempre lo protegió de todo y le dio amor hasta de sobra.

No sabía mucho acerca de la historia de su padre, solo en ocasiones recordaba cuando era pequeño que su madre entraba a su habitación y llorando empezaba a susurrar que todo estaría bien, que ese hombre jamás volvería a gritarles o golpearlos siempre supuso que se refería a él y su madre pero había sabía que había alguien más de por medio.

Ese maldito, es su culpa que ahora esté alejado de Sergio, si el hubiera decidido largarse por su cuenta no tendría porque tener que estar haciendo toda una investigación y planes para poder ver a su hermano, no tendría porque tener que hacer un esfuerzo para seguir siendo el mejor en todo.

Quería que cuando finalmente lo viera, se diera cuenta que era el mejor, el mas inteligente, guapo. Y no estaba dispuesto a que alguien se interpusiera en el camino.

Corría frecuentemente por las mañanas antes que el sol saliera para mantener la figura aquella que tenía, una cintura de ensueño si alguien se lo preguntaba, carnosos muslos.

Cuando salía correr al regresar se tomaba su tiempo y veía a las personas que se encontraban en sus hogares, el cómo era su rutina de las mañanas, algunos estaban riendo, otros estaban sentados con su almuerzo unas cuantas más discutiendo, pero la misma idea siempre rondaba en su mente cómo serían sus mañanas al lado de Sergio.

El está seguro que sus mañanas serían asombrosas, después de todo uno tiene que estar donde pertenece, pensaba en que al despertar, lo primera que podría ver serían aquellos ojos y rulos que poseía su hermano y la idea le encantaba.

Para Sergio, era un día importante finalmente se decidiría por una universidad había decidido que su vida la mudaría a Florida, después de todo era un lugar con el que siempre había soñado estar.

Era tiempo que descubriera nuevas caras y nuevas etapas en su vida, por lo cual había acordado una reunión con los decanos de la universidad y poder hacer el anuncio que el gran Sergio Pérez después de todas las luchas interminables de las universidades había elegido Florida.

Las universidades estaban siempre al pendiente de esta noticia al igual que aquel hombre en Países Bajos, así que cuando la noticia llegó a sus ojos no dudó ni un segundo en hacer todo lo que estaba en sus manos para trasladarse a Florida, finalmente así como su hermano el era en excelencia el mejor alumno y cualquier universidad estaría complacida de tenerlo en sus instalaciones.

Por lo que comenzó a hacer todos los movimientos necesarios pero lo que había aplazado lo cual fue hablar con su madre, finalmente había llegado.

-Max, llegue estoy en casa. Estaré preparándome un café.

-Bajo en un segundo, ponte cómoda por favor tengo algo importante que decir.

Por la cabeza de su madre finalmente creía que Max le daría la noticia que tenía una novia, a veces le preocupaba lo poco antisocial que podía llegar a ser su hijo sobre todo cuando comenzó su adolescencia de un momento a otro el joven parecía que cualquiera que se le acercara era una molestia o se interponían en su camino.

-Mamá, ¿Me oyes? ¿Hola?

-Lo siento, solo me perdí un poco en mis pensamientos, pero dime hijo que es eso tan importante.

-Quiero que lo tomes con tranquilidad, he solicitado una beca en Florida y la han aceptado, me mudaré el mes que viene.

Su madre ante las palabras había quedado perpleja jamás pensó que llegaría el día, podrían pasar años pero ella jamás estaría preparada para que Max se fuera después de todo lo que había pasado con su padre.

Dear little brother Donde viven las historias. Descúbrelo ahora