Capítulo 3.

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Seok Jin jamás se encasilló como un tipo coqueto.

De hecho, nunca fue de esos que se insinuaban para conseguir que alguien los volteara a ver, era uno de los seres más reservados del planeta y realmente no iba por la vida tentando a la suerte.

No le hacía falta, él sabía que tenía el poder de seducir a cualquiera con un guiño de ojo y supo sacarle ventaja a su particular dote en los días de preparatoria.

Logró que varios cayeran en su juego de cero ataduras, obtuvo lo que quiso cuando lo quiso y aunque le gustaba mucho experimentar, siempre fue muy selectivo a la hora de irse a la cama con alguien.

Tuvo muy pocas parejas sexuales, incluso podía contarlas con los dedos de una sola mano porque él prefería mil veces compartir solamente un par de besos y parar antes de verse involucrado con personas que quizá le complicarían la existencia.

Además, era muy cuidadoso con el tema de su salud.

Por eso mismo, cuando conoció a Hoseok al entrar a la universidad, supo que todos sus problemas con respecto al sexo y a los amigos con beneficios que lo atosigaban se habían terminado.

Y es que fue algo tan sencillo, que hasta se sorprendió de lo rápido que se dieron las cosas.

Se percató de su existencia gracias a una asignatura que tenían en común, de repente ya estaban intercambiando miradas, luego números y de la nada, el lindo chico de rizos se hallaba tendido sobre la cama, pidiendo por más mientras se lo follaba en las residencias de la facultad.

Honestamente, ambos supieron saciar sus necesidades y el ojiverde estuvo de acuerdo con Llevar ese trato por la vía de la confidencialidad, Pues ninguno quiso que los empezaran a Relacionar como algo más que amigos.

Porque fuera de la lujuria, se convirtieron en el Dúo perfecto.

Las clases que tenían juntos eran lo triple de divertidas para todo el salón de clases, las fiestas a las que solían asistir terminaban en descontrol Por culpa suya y en la vida cotidiana, la gran Mayoría deseaba tenerlos cerca.

Su época universitaria se resumió en tres palabras: risas, amistad y sexo. Así fue por los cinco largos años que duró su carrera de Ingeniería Civil.

Miel sobre hojuelas, hasta que Hoseok decidió que La idea de casarse era buena.

Una mierda.

Para Seok Jin eso era una mierda.

Y podían llamarlo egoísta, pero ciertamente no maquillaría el disgusto que sentía con un falso "Buen ánimo."

Estaba frustrado y lo hacía notar hasta con la mínima expresión.

—¡0ye, Jin!— Un rubio sonriente que traía una rebosante copa de champán, se le acercó —¡Que felicidad que si vinieras!

Él trató de imitar la mueca ajena de alegría, pero no le salió.

—Aquí me tienes, Park.— Alzó su lata de cerveza como si fuese a brindar — Encantado de ver como uno de nosotros está a punto de cagar su Vida.

—Ni me lo recuerdes.— Realizó un ademán que mostró desinterés — Estamos de luto, perderemos a uno de los mejores elementos...— Al mismo tiempo, centraron su atención en Hoseok.

El chico de cabello rebelde presumía el ostentoso anillo que portaba en el dedo anular y relataba por milésima vez, la historia de como su futuro Esposo le pidió matrimonio en uno de los restaurantes más costosos de la ciudad.

Parecía feliz al rememorar en voz alta el acontecimiento, lo platicaba con lujo de detalle y tenía a todos sumergidos en la expectativa.

Hasta Baekhyun escuchaba la anécdota con la boca abierta.

—Por Dios, ha contado eso como cinco veces— Seok Jin echó la cabeza hacia atrás y bufó disimuladamente —¿No se aburren?

—La verdad es que no.— Park escupió una risita y acercó los labios al canto de su copa —Admito que me pone triste que se case, pero es lindo oírlo.

—¿Lindo?

—Ajá, su entusiasmo se contagia.

—Si tú lo dices...— resopló de nuevo, apoyando la espalda contra la pared —¿Cuánto lleva con Jackson?

Joder, la pregunta se le salió por si sola.

Y por un segundo, tuvo miedo de verse como un entrometido.

—Creo que un año y medio, algo así.— Gracias al Cielo, el ojiceleste le respondió sin controversia.
—Si te soy sincero, nunca pensé que ellos dos acabarían juntos.

—Yo tampoco lo vi venir.— expresó y se rascó distraídamente el codo —En la universidad no parecía que congeniaran, nunca los vi juntos.

—¡Ni yo!— Agitó la palma de forma exagerada —Se la pasaba con nosotros, no sé en qué puto momento coincidieron.

—A mí nunca me habló de él.

—A mí solo me dijo que lo consideraba atractivo.— Una mueca de asco se expandió por sus facciones.

Seok Jin se mofó y ahora sí consiguió sonreír con socarronería.

—¿Por qué esa cara?— movió ambas cejas de abajo hacia arriba —¿No te cae bien?

—Es complicado.— musitó, en el limbo de la ambigüedad —Como amigo me agrada, pero como pareja no tanto.

—¿Qué quieres decir?— se sintió parcialmente confundido.

Park se bebió un trago de champán y relajó los músculos de sus hombros.

—Me molesta que cele tanto a Hobi.

Oh.

Detalles importantes.

—¿De verdad lo cela mucho?— Pestañeó veloz al cuestionar —¿Qué tan grave?

Yo pienso que se excede.— El rubio señaló con la cabeza a su amigo. Éste continuaba charlando con el resto del grupo —Dime algo, ¿tú sigues teniendo contacto con él por mensajes?

—No, hace meses que ya no.

—¿Y no te imaginas por qué es?

Lentamente, Kim giró el cuello para ver de Frente al más pequeño.

—Dime que no es lo que estoy imaginando...

—Si piensas que Jackson es un enfermo que le tiene controlado hasta el uso de redes sociales...—Hizo una pausa y negó a su pesar —Sí, puede ser que estés en lo correcto.

Sus ojos azules se extendieron con horror.

—Es una broma, ¿No?

—Quisiera decir que sí, pero te estoy diciendo la verdad.— Se frotó la coronilla —Hasta dónde sé, tiene todas sus contraseñas, le revisa la bandeja de mensajes y solo le permite usar libremente el WhatsApp.

Maldición.

En definitiva, eso era demasiado.

—¡¿Y por qué carajo lo permite?!— gruñó en volumen bajo. El enojo lo atacó —¿Cómo fue que Hobi cayó con un imbécil así?

—No lo sé, yo también me lo pregunto.

—Es que joder, él nunca quiso nada serio, Y cuando se decidió a tenerlo... — Sintió un repentino amargor en la boca —¿Se lo convirtieron en una cárcel?

–Shh, habla más bajo.— Le reiteró que se Encontraban a unos metros del involucrado. Yo ya traté de hacerle ver la realidad, pero no me hace caso, está convencido de que es el hombre de su vida y creo que como amigo, solo me queda apoyarlo porque no puedo decidir por él.— Seok Jin se cubrió la mitad del rostro con la mano y Con decepción, dirigió su mirada al menor.

Era increíble.

Le costaba asimilar que en serio aceptara un trato así, ese chico siempre resaltó por ser quien le repetía hasta el cansancio que los celos estaban prohibidos y era de locos que hoy en día, lo estuviera viviendo en carne propia.

Hoseok no se merecía un futuro así.

—Creo que yo debería de hablar con él.— Comentó, después de analizar la circunstancia —Nosotros fuimos buenos amigos y tal vez mis consejos le ayuden.

Ugh, lo veo doblemente difícil.—añadió Park, al menear el líquido en su copa —Jackson no dejará que hable contigo, no te soporta.

La tonta aclaración causó que su estómago se revolviera.

Incluso le ardió.

—¿Tú cómo sabes eso?— consultó, amohinado.

—Él mismo lo dijo, salió de su boca. Mencionó que detestaba su amistad e igual dijo que nunca se pudo acercar a Hobi por tu culpa.— citó lo escuchado en una charla desarrollada meses atrás.

—¿Mi culpa?

—Sí, como siempre estaban juntos y eran muy unidos... Creo que el demente se hizo un cuento en su cabeza.

El ojiazul batió las pestañas e inhaló.

—Supongo...— Desvió el incómodo enfoque —Como sea, ¿tienes algún pendiente que revisar con Hobi para la boda?

—Ajá, iremos a elegir las flores para la decoración.

—¿Puedo ir?

El vistazo que intercambiaron fue malditamente secuaz.

—Por supuesto que sí.

Park sonrió, interpretando a su manera el motivo de la petición: estaba seguro de que su amigo quería darle su punto de vista a Hoseok y él lo apoyaría porque con buena suerte, sería de mayor ayuda.

Sin embargo, el objetivo en mente era distinto.

A Seok Jin le gustaba jugar con fuego.

Drink From MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora