Capitulo 12

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Blair solo se dejó llevar ante las sensaciones, su olor, la excitación de un hombre de ese modo la estaba haciendo bajar la guardia ante el. Sentía su corazón salir de su pecho, ese hombre con el que había soñado varias veces estaba ahí y de ese modo besándola y acariciando su nuca.  De repente un relámpago la hizo tener un ápice de cordura y se separó de él.

—¿Qué crees que estás haciendo?

—Solo estoy besando a mi esposa.

—¡Esposa! de palabra, me lo dejaste muy en claro ayer "solo es deseo, en ningún momento me ha dicho que me quiere o me ama no cometere esta estupidez" pensó mientras lo miraba empapado de la ropa —Toma tu maleta y dejame sola. Neil salió del cuarto dando un portazo.

—Solo hay una palabra para los hombres que quieren forzar a una mujer —grito y anadio—: ¡Eres un Tonto!

No supo si alcanzo a escucharla. Tocó sus labios y sentía que hormigueaban era la primera vez que alguien la besaba de ese modo. "Es un atrevido" hizo un puchero.

Ella decidió no bajar a cenar, aunque moría de hambre.

el al ver que no bajó le mandó una sopa caliente y un té para las molestias del estómago.

—Como puede ser tan gentil y a la vez tan indiferente, es mucho pedir que me diga que me quiere o que tiene algún sentimiento por mi. Eres tan frustrante...

Ella se despertó ya tarde pues tardó en conciliar el sueño, ese beso le había provocado insomnio. Al bajar a medio día supo por la servidumbre que el señor no se encontraba se había ido con el apoderado legal de la familia Grandchester pues lo habían ido a buscar muy temprano y requerían su presencia con urgencia.

Había tratado de distraerse buscando un libro, caminando y recorriendo la villa pero la verdad es que lo extrañaba y mucho.

Decidió ir frente a la chimenea a leer, por un momento perdió su mirada en el fuego  y el crepitar de los leños. Lo escucho llegar y por impulso se puso de pie y fue a su encuentro.

—Has regresado —mencionó sonriendo.

—Acaso te importa, anoche me corriste de tu cuarto.

—Que he hecho para que seas tan grosero conmigo, haz lo quieras y creeme como van las cosas creo que no llegaremos ni a un mes de casados. Será mejor que me marche a mi habitación.

El la tomó por el brazo al verla darse la media vuelta para marcharse —Perdoname, no quise responderte ha sido un dia dificil, esto de llevar el apellido Granchester, cosa que no pedí y no quiero, pero básicamente es a la fuerza lleva varios procesos y uno de ellos una audiencia con la reina. No quiero hacer esto, solo soy feliz sabiendo quién fue mi madre, fui a ver al duque también para pedirle que detuviera todo el proceso y ante sus argumentos no pude decirle que no.

Me pidió disculpas en nombre de los Granchester y me dijo que aceptara el apellido en nombre de mi madre, que es lo menos que se merece por el hecho de cómo se le trato. Así que no me pude negar. Perdón.

—Ella no había esperado una disculpa de parte de él.

—Acepto tu disculpa, y entiendo lo que estás pasando pero de ahora en adelante es mejor que cada quien viva su vida sin molestar al otro me voy a mi habitación.

—No, no me dejaras así —la tomo más fuerte del brazo. —Suéltame —dijo con un hilo de voz.

—Dime Blair que quieres de mi y lo haré, creo que te he demostrado lo que siento.

—¿Como?  ¡comprándome como tu esposa! diciendo que nos divorciamos en dos años y que vivamos fingiendo, es una manera muy rara de decir algo.

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