Capitulo 2

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TIME


Dió un trago más al whisky, con emociones que hacían un nudo en su garganta y estómago, todo lo escrito en la carta de su padre era como un balde de agua helada imagenes de su niñez vinieron a su mente, comprendía porque era tan diferente a Eliza, no solo físicamente, la predilección tan marcada de su madre hacia su hermana, le dolió la cabeza ante todas las imágenes y recuerdos que venían a su mente.

El mesero se acercó a él y habló:

—Vi su señal, desea que le traiga la cuenta?

El volvió a mirar el reloj, era una hora de retraso, seguramente ella no llegaría.

—Si, quiero la cuenta por favor, carguela a la suite 308.

—Está bien señor.

Se levantó y se dirigió a su habitación, ese cuarto era su hogar desde hace un año, un cuarto de hotel que él dirigiera con éxito, estaba a cargo de los negocios de la familia Ardlay y Legan en la Florida.  Albert le había dado un voto de confianza y le ofreció dirigir parte del consorcio en Florida.

Albert se sentía muy contento con el trabajo hecho por su sobrino. El estaba orgulloso por sus logros en los negocios, pero indudablemente se sentía sólo, sabía que algo le hacía falta en su vida.

Deposito su saco en el diván de la habitación, dirigió sus pasos hacia el baño, aflojó la corbata y desabrochó los botones de su camisa, miró la hora, eran las diez de la noche, quitó el reloj de su muñeca y lo depositó en la mesita al lado de su cama.

"Todo empezó con ese tonto reloj" pensó.

El mismo día que él eligiera ese reloj regalo de parte del tío abuelo, había empezado esa toda esa locura o broma que alguien le estaba jugando, y para rematar  las palabras de su padre venían a su mente una y otra vez «el tiempo pasa y no se detiene»

—Mañana termina este tonto juego, iré a esa joyería y preguntaré quien ha dejado esas notas para mí. Ahí es donde empezó esta maldita broma, por más que intento recordar quién estaba ahí ese día no puedo  —cerró los ojos y trato de recordar todo lo que sucedió aquel día de su cumpleaños.

******

—Joven Neil —le decía George, la mano derecha de su tío Albert, para él y Archie era  más que más que un empleado de los Ardlay se había convertido en un tío y amigó también.

—Si, dime George.

—Neil, hoy es su cumpleaños, por favor no necesita estar todo el día en la oficina, tu tío me dijo que debes ir a elegir tu regalo.

—¡¿Mi regalo?!

—Si, en Audemars Piguet, el joven Albert ha dejado dicho que usted escoja su reloj, quiso dejarlo a su gusto personal.

—Ay mi tío, lo que él escogiera estaba bien para mí.

—El lo sabe, pero quiere encontrarse con usted ahí, hay relojes de nueva temporada es un consejo que le dió el joven Archie, usted lo conoce si se trata de elegancia, tendencia  y moda Archie es el experto, mírame él siempre me ayuda a elegir mi ropa y aunque le huyo, no sé cómo lo hace pero termino llendo de compras o aparece en la tienda donde esté —rio George ante la declaración.

—Entiendo, entiendo entonces iré.

Llegó al lugar que le dijera George, entró al local y observó que su tío aún no llegaba, el admiraba cada reloj en las vitrinas que exhibian, unos de marcas muy reconocidas como Tiffany, Cartier, sin embargo hubo uno que llamó totalmente su atención era bastante masculino y dejaba ver la máquina. La chica en el mostrador se acercó.

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