El Camino

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La Reina Cuervo solo se arreglaba tarareando una pequeña canción, hasta que ve una foto en el espejo y era del maestro Shifu y ella cuando eran una familia, al principio al verla recordaba todo lo que hacían juntos hasta que por enojo recuerda como él la abandonó y rompe la foto en pedazos, hasta que solo respira y suspira para solo ver el paisaje gris que es lo único que la mantiene cuerda ante la ira y la tristeza.

Mientras tanto, Carlos y Zhen seguían caminando hasta que Zhen estaba un poco cansada, y le pregunta a Carlos.

Zhen: Oye, ¿Cómo es que puedes seguir caminando?, ya vamos como más de veinte kilometros.

Carlos riendo un poco dice.

Carlos: Bueno, pues he viajado en varios lados, incluso una vez recorrí un bosque y estuvo muy complicado, pero seguí caminando hasta llegar a un pequeño refugio.

Zhen estaba muy sorprendida por lo que recorría, y le pregunta.

Zhen: ¿Pues donde has viajado?

Carlos: He viajado por varias partes, México, Brasil, Inglaterra, China, entre otros lados.

Zhen se sorprende más por todo lo que ha viajado Carlos, y entonces dice.

Zhen: Si que exploraste el mundo.

Carlos: Sí, y la verdad estoy feliz por toda la experiencia que me ha dado la vida con mis viajes.

Carlos se detiene y diciendo con una sonrisa sacando algo de su mochila.

Carlos: Vamos a comer algo, de ahí continuamos.

Zhen: De acuerdo, ¿pero que comeremos?

Carlos: No te preocupes, yo me encargo.

Carlos saca de su mochila un sartén, saca unas ramas y unas rocas, y con todo eso forma una fogata y pone el sartén, de ahí saca unos ingredientes y los empieza a cocinar, Zhen estaba muy sorprendida por como Carlos estaba cocinando, incluso al oler la comida, su estómago rugía muy fuerte, hasta que Carlos saca unos platos, y le da uno a Zhen.

Carlos: Aquí tienes.

Carlos preparó unos tacos de carne, aunque los de él eran de carne vegana, Zhen estaba dudando sobre probarlo o no, ya que nunca había visto algo así, entonces lo huele y después lo prueba, y desde la primera mordida se los comió como si no hubiera mañana, Carlos se sorprende mientras come tranquilamente viendo como Zhen actuaba como una cazadora devorando su presa, Zhen lo ve se detiene y sonríe algo avergonzada diciendo.

Zhen: Lo siento, la verdad me gustaron mucho, ¿qué eran?

Carlos: Tacos de carne.

Zhen: Vaya, nunca había probado algo así, me siento como un paraíso de sabor.

Carlos sonriendo dice.

Carlos: Me alegro que te guste, por mientras descansa.

Carlos termina de comer, apaga el fuego con arena, y acomoda todo delicadamente, hasta que después de un rato, los dos empiezan a caminar, Zhen le dice.

Zhen: Sin duda eres un gran cocinero, ¿Cómo aprendiste a cocinar así?, ¿Fue en uno de tus viajes?

Carlos: No, en realidad lo aprendí por mi familia, hace años me enseñaron a cocinar.

Zhen: Seguramente tus padres deben ser chefs.

Carlos: No, mi padre era un cientifico, y mi madre era una investigadora.

Zhen impactada, ya que no entendía como era posible eso, hasta que Carlos dice.

Carlos: los admiraba porque siempre daban mucho que aprender en la vida, y siempre animaba a la gente a pesar de las dificultades.

Zhen ya se sentía mal por como Carlos estaba viendo el cielo recordando a sus padres, entonces dice.

Zhen: Vamos, al menos seguramente deben estar orgullosos del hijo que está viajando ahora para salvar a un pueblo de ser atacado por una reina cuervo.

Carlos: Si, y de conocer a la gran guerrera dragón.

Los dos comenzaban a reír, mientras seguían caminando, aunque no saben que alguien los vigila discretamente.

Mientras tanto, el Palacio de Jade estaba siendo invadido por más cuervos, muchos ciudadanos estaban ocultos en sus casas, evitando que un cuervo entre a su casa, el maestro shifu, trata de hablar con Po y los Cinco Furiosos.

Maestro Shifu: Esto se pone peor, cada vez vienen más cuervos, debemos detenerlos, mientras Zhen y Carlos andan en camino.

Tigresa: Maestro, déjanos ir con ellos, Zhen es muy joven y Carlos no sabemos lo que le pasará.

Maestro Shifu: No, a pesar de que ellos no sea maestros, son la esperanza que tenemos, Carlos tiene algo que ninguno tiene.

Todos estaban confundidos, ya que no entienden la razón, mientras el Maestro Shifu, solo se preocupa, porque presiente que algo malo pasará, y no será en el Palacio de Jade.

Po y los cinco furiosos, estaban más preocupados, entonces deciden ir afuera y detener la mayor cantidad de cuervos posibles, el Maestro Shifu solo se pone a pensar recordando todo lo que pasó por su culpa.

Carlos y Zhen, siguieron caminando hasta que ve que era de noche y comienzan a descansar un poco, Carlos revisando en su teléfono sobre la ubicación y dice.

Carlos: Está a unos kilómetros para llegar a un muelle, y de ahí llegaremos al pueblo, por mientras descansemos.

Zhen: Esta bien.

Carlos comienza a armar una tienda de campaña tranquilamente, Zhen lo ve y pensó.

Zhen: Sin duda es un chico muy extraño, pero admirable.

Carlos termina de preparar todo, y dice.

Carlos: Bueno Zhen, puedes ocuparte de la tienda de campaña, yo dormiré en la bolsa de dormir.

Zhen: ¿Qué?

Zhen al entrar a la tienda con cuidado, se sentía muy cómoda y después de dar un bostezo solo le dice a Carlos.

Zhen: Carlos, sin duda eres una gran persona.

Carlos: Gracias Zhen, y tú eres muy divertida, seguramente nadie lo niega.

Zhen algo sonrojada dice.

Zhen: No lo soy.

Carlos: Pues para mí si lo eres, bueno, descansa que mañana tendremos que estar listos.

Zhen: Descansa Carlos.

Carlos: Claro, igualmente.

Carlos se acomoda para dormir, mientras Zhen, sonríe y cierra sus ojos poco a poco hasta dormir tranquilamente.

En tanto, alguien los veía y se va, era uno de los cuervos que voló hacia la reina, al llegar con la reina le contó.

Cuervo: Reina mía, la guerrera dragón y un chico lobo están más cerca de llegar.

La Reina Cuevo solo sonríe con malicia, y dice.

Reina Cuervo: Déjalos que lleguen, yo los recibiré con las alas abiertas.

Lo decía, y el cuervo se va, mientras que la reina solo pensando en un plan.

Reina Cuervo: Creo que Shifu se atrevió a traerme el arma, yo la voy a recibir con mucho gusto.

Fin del Capítulo.

El Héroe y La LadronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora