AMOR FORTUITO [K.TH+J.JK] [ADAPTADA]

CAPITULO 66

MARZO DE 1999

La familia Jeon siempre se ha considerado una de las familias de élite, empresarios, abogados y sobre todo, alfas de respeto. Que mayormente, por no decir siempre, se enlazaban con omegas de la misma cuna que ellos. La esposa de un Alfa Jeon debía ser de una buena familia, sumisa, que sirviera para lo que debía ser, dar cachorros y cuidar de ellos, atender a sus esposos y ser obedientes a ellos. Mirar hacia otro lado si es que sus Alfas tenían alguna aventura con otra Omega o una beta. 

Ser las esposas perfectas, omegas de valor.

Obviamente el papá de Jungkook entraba en esto. Ya estaba por cumplir los 20 años de edad y por supuesto que como el hijo mayor de Jeon Wooshik, Jeon Minhyuk debía seguir el ejemplo de sus ancestros. Sin embargo porque el destino es cruel y la vida no es justa, el joven Jeon se enamoró de una Omega que no pertenecía al círculo de élite, una compañera de su clase, una Omega becada había robado el corazón del Alfa. 

No sabía cómo le diría a su familia que no podía casarse con la Omega que había elegido para él porque su corazón ya tenía dueña. El romance floreció y creció como la hierba; sola y sin que alguno pudiera evitarlo. Omega tenía bien claro que no era del mismo estrato social que el Alfa, pero no podía ni quería hacer nada en contra de lo que sus instintos le dictaban. 

Por supuesto que el acto de amor fue consumado, porque ambos estaban completamente enamorados uno del otro, el amor juvenil es maravilloso, siempre y cuando no existan obstáculos para el mismo. Y Minhyuk fue iluso si pensó que él podría romper los paradigmas que su familia y sociedad habían seguido y él mismo debía llevar. Porque ni aunque lloró y suplicó no casarse con la Omega con la cuál sus padres eligieron para él porque su lobo ya tenía a su Omega. Sus padres no lo aceptaron.

Y nada lo preparó para que aquella chica de la cual se enamoró se fuera sin decirle a dónde, un día simplemente no volvió a verla. Aunque la buscó por cielo mar y tierra, era como si la tierra se la hubiera tragado. No es necesario decir que se hundió en una gran depresión, se imaginó muchas cosas menos que fuera abandonado.

Sin embargo la vida no se detiene y el tiempo menos, era momento de llevar a cabo su compromiso, estaba convencido de que ya nada importaba, por qué a estas alturas la Omega con quién se casará ya no tenía importancia, si de todos modos no sería de la que se enamoró.

Y así fue como Lee Somi llegó a su vida, aquella delicada chica, con cabello negro como la noche y su tez clara como la leche. Sus ojos grandes y expresivos, juraba que nunca había contemplado las estrellas tan de cerca como cuando la conoció. Su lobo aulló en cuanto la conoció, entonces supo que aunque albergaba sentimientos muy fuertes por aquella Omega que le rompió, el corazón, ella no era su Omega “destinada” si no está mujer que lo miraba con esa expresión de calidez. 

La vida no sería tan mala después de todo.

Tiempo después, con el trato y el pasar de los días, Jeon Minhyuk le pediría matrimonio de manera honesta y sincera a Lee Somi, convirtiéndose en Jeon Somi a partir de ese momento. Poco tiempo después llegó la maravillosa noticia de cualquier matrimonio feliz, un cachorro llegaría a sus vidas en unos meses, la pareja era sumamente dichosa, y no solo ellos, los padres del joven matrimonio también. Un heredero Jeon que continuará con los paradigmas de la gran familia. 

A veces no se entiende cómo es que funciona la vida y el destino, si es cruel a propósito o simplemente es de la manera que todos necesitamos para fortalecer el espíritu, Minhyuk se lo cuestionó cuando una tarde de verano después de más de cuatro años de que aquella mujer se desvaneciera de la faz de la tierra, aquella tarde ella volvía, se plantó en su oficina, su semblante había cambiado completamente, ya no era la chica delgada e inocente de la cual se enamoró, aquella por la cual estaba decidido a huir y dejar atrás el apellido y fortuna de los Jeon. Esta era una mujer con la mirada triste, el espíritu roto.