AMOR FORTUITO [K.TH+J.JK] [ADAPTADA]

CAPITULO 20

Decir que los siguientes días habían sido malos era poco, porque realmente eran horribles. Jungkook no pensaba que se sentiría de este modo una vez que decidió no avanzar la relación con Taehyung.


Una semana había transcurrido desde aquel suceso en donde el Omega le había roto el corazón al Alfa. Cabe mencionar que no se habían vuelto a ver fuera de la escuela para hacer los deberes. Jungkook no tuvo el valor para pedirlo y Taehyung no lo ofreció.

De hecho el Alfa había pedido al profesor de la materia en donde eran compañeros un cambio del mismo pero el profesor no lo aceptó, no le quedó de otra más que aceptarlo, pero no había más, no habían miradas, no habían papelitos con notas, no habían palabras ni toques por debajo de la mesa.


No había nada.

Para el noveno día Jungkook sentía que su lobo iba a desgarralo por dentro cuando cada que veía a Taehyung siendo mimado por un Omega de cabellos mentas, el Alfa le dedicaba sonrisas cuadradas cuando el Omega felino le acariciaba la cabeza o se colgaba en su espalda y le dejaba besos tronados en la mejilla.

—¿Podrías dejar de mirarlos?— Jimin chilló cuando por milésima vez en el receso los ojos del castaño se posaron en los tres adolescentes.


—Yo no los…¿Qué te importa de todos modos?— El Omega rubio le rodó los ojos.


—A pesar de que me divierto de lo lindo mirando al trio de raros —sarcasmo— Prefiero hacer otras cosas, por ejemplo buscar los atuendos perfectos para la graduación.


—Si eso…—De pronto se percató de que alguien faltaba.— ¿En donde está Jin?


—Jimin se encogió de hombros— No sé, supongo que a su papá no le gusto que llegara nuevamente ebrio y seguro lo golpeó, no me responde los mensajes.

El castaño apretó los dientes, si bien su amistad era fuerte, entre ellos aún no había la confianza para aconsejarle o algo como eso acerca de su problema con el alcohol.


Jin siempre les dijo que no era nada, aunque sabían que no era cierto.

Escucho unas risas y su vista de fue nuevamente hacia la mesa de los alfas y el Omega.

—¿Ya no ha querido hacer los deberes contigo?

—No, y yo no he insistido. Creo que tendré que decirle adiós a mi auto.

—¿Qué sucede con Min Yoongi? — Soltó el rubio. — Es alguien muy raro.

—No lo sé— Jungkook apretó los puños, su Omega se removia cada vez que el pelimenta alimentaba o acariciaba al Alfa.

El colmo fue cuando el Alfa le acarició el mentón con un dedo. Jungkook gruñó bajo, pero Jimin lo escuchó, sin embargo no dijo nada.


—Nos vemos más tarde, tengo algo que hacer. — El Omega se fue sin más, no tenía algo que hacer realmente, pero no quería seguir viendo como se daban el morro frente a el.


El día pasó entre clases y tareas, tareas que no entendía del todo. Se fue a su casa y ya en ella comenzó a sentirse un poco raro. Un calor indescriptible comenzó a apoderarse de él. Sintió una incomodidad en su cuerpo que no había sentido nunca jamás.


No era algo bueno realmente.


Fue a la cocina a tomar agua, pensaba que tal vez estaba enfermando de gripe o algo así. Sin embargo su omega le ayudo a saber que no era eso.

Alfa.

—¡Ay por dios!…—Su entrada comenzó a palpitar y una nueva oleada de calor lo atacó.— Mi…mi celo…— Murmuró bajito como si alguien lo fuera a escuchar.


Comenzó a gritar por su mamá sin embargo ella no se encontraba. Sabía que era día en la que su mamá iba al club y después a visitar a su abuela. Corrió al botiquín del baño de su madre para revisar si tenía algún medicamento, sin embargo no encontró nada más que analgésicos y algunos antigripales. Pero nada de supresores.