El sol comenzaba a asomarse en el horizonte a la vez que su alarma comenzaba a sonar, juró que había dormido menos de cinco minutos, tan rápido le pasó el tiempo?Extendió su brazo con vagancia tratando de alcanzar el interruptor de ese pequeño aparato que no paraba de emitir ese molesto ruido que tanto detestaba tener que escuchar cada mañana.
Cuando presionó el botón volvió a meterse en sus sábanas tratando de taparse el rostro con las mismas, no volvería a trasnocharse jugando videojuegos.
Eran las seis de la mañana y en menos de dos horas tenía que estar comenzando una misión que le habían asignado a su equipo.
En que momento de su vida había decidido volverse ninja? quizás aún era tiempo para salir de eso y comenzar a vivir cómodamente sin hacer nada, era el hijo del Hokage, no necesitaba trabajar en nada.
Esbozó una sonrisa para sí mismo al pensar eso, quizás si no tuviera esa motivación que lo hacía levantarse de la cama para ir a las misiones con una sonrisa en su rostro, quizás si no la tuviera a ella jamás hubiera terminado siendo ninja, quizás sin esos ojos negros onyx que hacían que su mundo diera vueltas como si de un trompo se tratase, el se hubiera dedicado a otra cosa.
- Sarada - Susurró suavemente aún con sus ojos cerrados sin haberse movido ni un solo centímetro de su cama.
Inevitablemente una sonrisa se postro en su rostro así como a su vez comenzaba a sentir el calor subiendo hacia sus mejillas mostrándose en forma de sonrojo, si algo tenía ella era que por más tiempo que llevasen saliendo la emoción siempre iba a ser exactamente la misma que el primer día.
Esa descarga eléctrica que sentía cuando la veía a los ojos era algo que nunca había podido sentir por más nadie, algo propio de ella que solo lo hacía darse cuenta de lo especial que era esa mujer en su vida.
Soltó ese suspiro enamorado a la vez que se levantaba de la cama y tomaba dirección al baño a darse una ducha, se había duchado la noche anterior y normalmente se hubiera ido así a la misión, pero desde que estaba con ella algo en su mente le hacía imposible poder ir a un sitio donde sabía que ella iba a estar sin verse lo más presentable posible, no sabía porque, ella se había enamorado de un Boruto descuidado, que no le prestaba atención a su aspecto, pero el se resignaba a seguir siendo así, quizás era esa sensación de querer ser mejor para tu pareja que todos sienten cuando se enamoran.
Mientras las gotas de agua mojaban sus hebras de cabello dorado, se puso a pensar un rato sobre cómo su vida había cambiado tanto en los últimos 8 meses.
Ahora iba a las misiones con una sonrisa en su rostro aún sin importar si la misión que les asignaban era recuperar a un gato perdido, el iba contento porque iba a pasar más tiempo con ella, había dejado de intentar hacer quedar mal a su padre con sus travesuras, prefirió tomar ese tiempo que utilizaba para esas cosas y dedicárselo a la Uchiha, ya fuera con salidas, cenas, ayuda en los entrenamientos, cualquier cosa.
Salió de la ducha y secó sus cabellos con delicadeza, no quería que se le maltratara, a Sarada le gustaba más su cabello cuando se veía cuidado.
Terminó de arreglarse y se dispuso a vestirse, verificó que su ropa estuviera limpia y que oliera bien, después de eso, se aplicó una leve fragancia con un olor un poco dulce y amaderado, pero bastante masculino, era un perfume que a ella le encantaba.
Antes de salir de su casa se despidió de su madre y se dio cuenta de lo mucho que había cambiado su rutina para algo tan normal como lo era ir a una misión, definitivamente había algo en esa chica que lo hacía ser otra versión de él mismo, una versión muchísimo mejor por supuesto.
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Sol y Luna | BoruSara
FanfictionEl era su sol, ella era su luna, así fue hasta que una tragedia los separó Ella tenía 14 cuando él se fue. Él tenía 15 cuando desapareció sin dejar rastro Ella rogaba a todas las estrellas fugaces volverlo a ver El tenía vagas visiones de una ch...