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A la mañana siguiente, Jimin se encontró repitiendo lo mismo del día anterior.

Corría de la cocina a la tienda mirando el reloj y preguntándose dónde se había metido Taehyung. Había ido a recoger a MinKi a la escuela dominical, pero eran casi las once y ya hacía rato que debería haber vuelto.  La pastelería solo habría hasta la una, pero Taehyung solía ocuparse del mostrador mientras Jimin preparaba la cocina para el lunes. Ahora no había hecho nada y tampoco se había preparado para su cita con EunWoo.

Además, empezaba a sentirse preocupado. No era común en Tae desaparecer así, tenia que haberle ocurrido algo.

Debía llamar y cancelar su cita con EunWoo, de todos modos no quería renunciar a su adorada noche de domingo solo en su casa. Por alguna razón, su interés en acostarse con él había menguado notablemente. Sabía que había quedado con él solo por remordimientos, por haberlo dejado plantado el viernes, y él no solía ir con hombres por casualidad.

Se abrió la puerta y alzó la mirada con la esperanza de que fuera Taehyung, Pero era el cliente atractivo del día anterior. Se detuvo en la puerta, miro un poco a su alrededor y le sonrió.

— Hola.

— Hola. ¿Qué desea?

Él sonrió avergonzado.

— Verá. No soy un acosador ni nada por el estilo, Pero esperaba que estuviera aquí el otro chico, el que me atendió ayer.

Jimin enarco una ceja.

— ¿Por qué?

— Era... Simpático, aunque un poco serio, y quería invitarlo a tomar un café conmigo. Me llamo HyunSik. Park HyunSik.

— Hola, HyunSik.

Jimin salió de detrás de la vitrina y lo observó con atención. No le tocaba a él darle información sobre Taehyung, pero eso no implicaba que no pudiera dárselas a su amigo, sobre él.

— ¿En qué trabajas?

— Soy fisioterapeuta en el Myongji Hospital. Llevo cuatro años allí— respondió él.

— ¿Te gustan los niños?

— Si. Los niños están bien, trabajo con muchos.

— Mi amigo es padre soltero.

— Yo admiro eso. Mi hermana también lo es. Aunque me cuesta creer que un chico tan joven ya sea padre— respondió él con una sonrisa.

Jimin sonrió igual — De acuerdo, escucha, HyunSik, no puedo hablar por él, pero decirle que has venido y, si quieres dejarle tu número o pasar el lunes, cuando Tae esté aquí, me parece bien. De hecho, puedes invitarle algo aquí, la casa invita. Pero no un café, Taehyung no es muy amante de esa bebida.

— Está semana tengo mucho trabajo, pues estoy cubriendo vacaciones, pero te dejaré mi número. ¿Tu puedes decirle que he venido?

— Por supuesto.

Él anoto su nombre, su número de teléfono y su e-mail con una letra fuerte y viril. Jimin tomo el papel y lo clavo en el tablón del corcho que había en la parte de atrás. Aquello le vendría bien a Taehyung.

Miro el reloj y se dió cuenta de que tendría que pasarse la tarde trabajando en el horno. No había comido nada desde el desayuno, tomo unas cuantas galletas corazón apasionado, porque las tenía delante, y fue a buscar leche a la parte de atrás.

Sus feromonas necesitaban actividad y quizá pudiera decirle a EunWoo que se quedarán en casa y pidieran algo de cenar por teléfono. Y así podría dedicarse a desahogar la energía nerviosa que se acumulaba en su interior. Ambos conseguirían lo que querían y punto. Jimin sabía que no habría una tercera cita.

열정적인 마음| Corazón Apasionado| KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora