Capítulo 1

5 0 0
                                    

El sonido del despertador se hizo escuchar a todo volumen logrando hartar a la chica que lo apago a golpes una y otra vez como si fueran puñaladas, hasta que por fin pudo detener el sonido estruendoso qué le recorría los oídos. Eran las 5 de la mañana, su entrada habitual de trabajo era a las 8. Sin embargo, no vivía cerca del periódico en el que trabajaba y haber dormido tan solo un mínimo de 4 horas ya qué se había quedado despierta editando las fotografías de un evento de alta categoría entre la crema y la nata de la ciudad para la sección de farándula no le hacía ningún favor.

Se levantó a regañadientes deseando no desprenderse de su cama qué estaba tan calentita y cómoda, qué maldijo su trabajo internamente por hacerla despertar tan temprano. Dedujo qué con una buena ducha se le quitaría el sueño, cuando prendió la llave la temperatura helada del agua la hizo soltar un grito ahogado al sentirla sobre su espalda. No era la primera vez que algo así sucedía, y ya debía estar acostumbrada, a pesar de que la casera le había prometido agua caliente la mayoría de veces solía acabarse o de lleno no había existencia de tal agua caliente. Pero, de cualquier modo, el sueño se le fue.

Era rápida por lo que se baño y alistó sumamente temprano. Para cuando salió del edificio, aun el sol no daba rastros de salir, únicamente el cielo obscuro la esperaba afuera. Vio la hora y pensó que podría ir a tomar un café mientras esperaba a que abrieran el periódico, y amaba el café de la cafetería qué se encontraba solo a unos minutos de su trabajo. Así qué no se detuvo y salió del edificio, esperando que su día fuera cuando menos, normal. Lo que no sabía es que esto no sería así pues en las calles de una ciudad como Gotham, la normalidad era lo único de lo que carecían muchas veces.

Las calles aún estaban siendo iluminadas por los faroles qué daban una tenue luz que daba una falsa seguridad para caminar sin miedo. Jolene camino a paso apresurado imaginándose a sí misma en esa cafetería con delicioso café espumoso. Tenía la cabeza tan ocupada por esa imagen que no se dio cuenta de que alguien iba detras de ella.

Jolene, quien se había criado en una granja lejos de la ciudad, no le dio importancia en un inicio, aunque debió de haberlo hecho pues ya le habían advertido antes de lo peligrosa qué era la ciudad. Más aún a esas horas cuando pocas personas transitaban por la misma calle por la que ella estaba caminando.

Se dijo a sí misma que si quería llegar más rápido lo mejor sería tomar un atajo dentro de los callejones formados por los edificios de la ciudad, era uno que conocía bien pues no era la primera vez que pretendía caminar por él. Sintiéndose segura se metió al callejón con la expectativa de llegar incluso más temprano de lo usual al trabajo y darle las fotos en las que tanto había trabajado a su jefe a primera hora. Así notaría su eficiencia.

Andaba sin problema cuando se dio cuenta del sonido de pisadas detrás de ella gracias a los charcos qué había en el lugar. Se dio la vuelta, pero no vio a nadie. Vio para todos lados, pero solo vio más charcos sucios y un contenedor de basura. Insegura siguió su camino a paso ligero cuando comenzó a escuchar las pisadas nuevamente, alterada comenzó a correr, escuchando como el individuo se acercaba cada vez más a ella.

Asustada siguió recto hasta divisar la salida con la esperanza de que solo estuviera armando conjeturas equivocadas y no hubiera nadie persiguiéndola para hacerle daño, se reprendió a sí misma por haber sido tan confiada.

De repente sintió el jalón brusco de sus ropas por parte de alguien y cuando se dio la vuelta era un hombre de mala cara con un cuchillo en mano. El hombre que hizo que se volteara la amenazó con el cuchillo a solo unos centímetros de ella para que le diera todo lo que traía, dinero, tarjetas, hasta sus valiosas fotografías, es decir, su bolso entero. Jolene se rehusó y le pidió que la dejase ir, pero no tuvo éxito, por más que forcejeo el hombre no la dejaba ir y con cada segundo que pasa el cuchillo amenazaba cada vez más con clavársele en cualquier parte del cuerpo. Asustada, Jolene comenzó a llorar y cuando estaba por ceder antes de que ese hombre decidiera apuñalarla, una sombra bajó desde los tejados de los edificios justo detrás de ellos, parándose firme.

IMPOSIBLE (Fanfic Jason Todd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora