02: Las lágrimas de Tsukki

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Yamaguchi ayudó a Tsukki a salir del salón. Nadie notó su ausencia y nadie los extrañaría, este no era lugar para ninguno de los dos. El rubio estaba muy ebrio como para poder caminar sin riesgo de caerse, así que se apoyaba en su mejor amigo, quién creía que iba a ser aplastado por el peso del contrario. Tomaron un taxi hasta casa, y al llegar Yamaguchi a la casa de los Tsukishima vió a su mejor amigo tan mal por el alcohol que no podía dejar que así lo vieran también su mamá y su hermano. Mejor lo llevo hasta su casa, la que quedaba al lado. La señora Yamaguchi trabajaba por la noche, así que podía escabullir a aquel Tsukki ebrio sin que nadie se enterará.

—Yama... Te equivocaste de casa, mi casa queda al lado... —Dijo él al ver que Yamaguchi lo llevaba a su casa.

—Lo sé... Pero no puedo dejar que tu hermano y tu madre te vean así. Les enviaré un mensaje luego.

Yamaguchi subió las escaleras con dificultad al tener en su hombro el peso de su mejor amigo. Al llegar a su habitación ayudó a Tsukishima a recostarse en su cama. El pelirubio se recostó mirando el techo y el pecoso le quitó los zapatos.

—Traeré mantas. —Anunció el peliverde mientras salía de la habitación.

Tsukki se sentó mientras miraba el cielo oscuro a través de la ventana, iluminado por la suave luz de luna que se filtraba por la ventana. Con un gesto lento se desabrochó un poco la corbata y tragó saliva mientras recordaba todo los sucesos que habían pasado esa noche. Seguramente su padre seguía celebrando su nueva unión, rodeado de música, luces y mucho alcohol, irradiando alegría y emoción en todos los rincones. Pero él... él estaba en la cama de su mejor amigo, mirando el techo y lamentándose la familia en la que había nacido. Las lágrimas no pudieron evitar salir de sus ojos, recorriendo suavemente sus mejillas. Intento limpiar sus ojos con sus manos pero era inútil, la tristeza que sentía en ese momento era más fuerte que él, las lágrimas no dejaban de salir.

La puerta se abrió y Yamaguchi volvió con mantas y almohadas extras. Le sorprendió ver a su mejor amigo en ese estado, tan triste y vulnerable. Se acercó lentamente a él y lo arropó delicadamente.

—Tsukki... ¿Quieres que te traiga agua? —Le ofreció él mientras se sentaba en el borde de la cama, al lado de su mejor amigo.

El pelirubio negó con la cabeza sin poder dejar de llorar. No quería agua, lo único que quería era dejar de sentir ese dolor tan desgarrador en su pecho.

—Tsukki, todo estará bien... —Lo reconfortó Yamaguchi poniendo una mano en su hombro. Kei seguía sollozando incontrolablemente. Yamaguchi era la única persona que lo había visto llorar, él siempre había sido su “lugar seguro”.

—¿Por qué, Yamaguchi? No lo entiendo... —Seguía llorando él. —¿Por qué no puedo tener una familia normal... Una familia unida? Yo solo quiero ser feliz, Yamaguchi, como lo era antes de que mi padre lo arruinará todo...

El peliverde entendió perfectamente los sentimientos de su mejor amigo. No pudo hacer nada mejor para reconfortarlo que abrazarlo; lo rodeó con sus brazos en un cálido abrazo que hizo a Tsukishima llorar aun más. Contacto, amor... Era eso lo que necesitaba aquel adolescente roto.

—No entiendo porqué no me quiere, Yamaguchi, ¿E-es acaso mi culpa?
—Decía entre sollozos. —¿Qué hice mal? ¿Por qué nunca puedo ser suficiente para él?

La voz de Tsukishima estaba cargada de dolor y desespero. Sobrio nunca hubiera podido sincerarse de esta manera, pero quizás poder decir aquellas palabras que le desgarraban el corazón era lo mejor para poder sentirse mejor. Yamaguchi lo abrazaba como si fuera a desvanecerse en sus brazos.

Stand By Me [Tsukishima x Yamaguchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora