𝙲𝚊𝚙 - 𝟷

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Año 2010, Tokio, Japón

Madre: No se preocupe, señor Kaulitz, su hija está en buenas manos...

Daphne: No me dejes papá.... - Sus grandes ojos llenos de lágrimas, implorándole a su padre por una decisión irremediable

Tom: Estás en buenas manos, cariño... - Arrodillándose a su altura, secó las lágrimas de su hija con su pulgar, mientras que esta se lanzó a sus brazos - Nunca olvides que te amo, volveré por ti en cualquier momento...

Daphne: Papá...

Tom: Lo siento, hija... Debo hacerlo...

Mostrándose fuerte para ella, le entregó sus pertenencias a las Hermanas, mientras la Madre tomaba de la mano a la pequeña.

Madre: Vámonos, alumna...

Daphne: ¡Papá! Porfavor...

Imploró nuevamente con lágrimas inservibles, con un gran dolor en su corazón le dió la espalda a su hija, subiéndose al auto, viéndo a través del vidrio polarizado como las religiosas entraban a la fuerza a la niña.

- Lo siento, amor.... - murmuró. A pesar de todo, sí tenía sentimientos...

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Una lágrima rodó por su mejilla al recordar ese día, tomó un sorbo de su tequila, siéndo interrumpido por unos toques en la puerta.

Bill: ¡Tom!, ¡¿Estás ahí?

Tom: ¡Si, entra!

Obedeciendo, entró a la habitación cerrando la puerta tras de él, miró el lugar oscuro, con la poca iluminación qué el cielo nublado daba a través del ventanal.

Bill: ¿Qué hacías?... - Preguntó acercándose

Tom: Recordándo el maldito día en el que abandoné a Daphne...

Bill: Tom...

Tom: ¡Nada!, no debí dejarla en ese internado...

Bill: ¡¿Y que querías?!, Somos mafíosos, Tom, entiéndelo... No podríamos venir a Tokio y correr el riesgo con Daphne...

Tom: Lo sé, pero debí dejarla con alguien de confianza...

Bill: ¿De confianza? ¿Y las Monjas no son de confianza?

Tom: Eso no importa, ellas no saben que somos mafíosos ...  Es que no pude ser más tonto...

Bill: Habla claro

Tom: No debí dejarla en ese internado de Monjas, ese es el problema, ¡Monjas!...

Bill: ¡¿Que quieres decir?! ¡Son solo Monjas!

Tom: ¡No son solo eso! ¡Entiende!... ¡Las monjas con las "queridas de Dios" y yo soy su peor enemigo... Es como si le dejará mi hija a merced de mi enemigo... ¡¿Entiendes?!

Bill: ¡Calmate!... Fue solo por dos años... Ya faltan solo seis meses  para regresar a Alemania, una vez allí podrás sacarla de ese internado...

Tom: ¡¿Solo seis meses?!, lo dices con tanta tranquilidad, ¡Es mi hija! ¡Mi hija, mi hija es la que esta sufriendo allá!

Bill: ¡¿Si tanto te afecta, por que asesinaste a su madre?!

𝕷𝖎𝖇𝖗𝖆𝖓𝖔𝖘 𝕯𝖊𝖑 𝕸𝖆𝖑 - 𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora