𝙲𝚊𝚙 - 𝟸

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Dándole una sonrisa tímida...

Hermana Maddy: Un gusto, señor, su hija me ha hablado maravillas de usted... - Extendió su mano para tomar la de Tom en un saludo amistoso, él cual aprovechó para plantar un beso en el dorso dicha parte.

Tom: Es un honor conocerla, hermosa-Digo, Hermana...

Con la misma sonrisa nerviosa, la Novicia asintió en modo de agradecimiento, pero ahora un leve sonrojo apareció en sus mejillas.

Madre: Bueno, supongo que usted quiere pasar un momento a solas con Daphne, ¿No?.... La hermana y yo los dejaremos a solas - Habló esperando una señal de aprobación por parte de Tom quien asintió.

Tom: Claro que si, gracias

Hermana Maddy: Con permiso... - Hizo una reverencia para después salír junto a la Madre, dejándo a solas al padre e hija, quien solo miraba a la Religiosa fijamente.

Daphne: ¡Papá, Te estoy hablando!

Tom: ¿Ah? ¿Qué?... - Saliendo de su trance ante el llamado de su hija, su mirada se dirigió a ella - Oh... ¿Qué pasa, amor?

Daphne: ¿Por qué mirabas a Maddy de esa forma?

Tom: ¿De cual forma?...

Daphne: No soy tonta, papá... ¿Te pareció bonita?

Con una sonrisa débil, pensó en algo rápido para evitar el tema.

Tom: No, solo que es admirable que una chica tan joven sea Novicia...

Daphne: Ella es muy bonita... Pero no puede tener una familia...

Tom: Eso lo sé... Pero, no estoy aquí para hablar de ella, estoy aquí por ti

Daphne: ¿Podré estar contigo, papá? - Un brillo de emoción y anticipación apareció en sus ojos, mirando expectante al mayor

Tom: Cariño.... - Pensando en las palabras correctas - Yo.... No,.. No por ahora... - Inmediatamente toda la emoción que recorrió las venas de la pequeña, desapareció de golpe

Daphne: ¿No?... - Bajó su mirada, ahora frustrada

Tomó la barbilla de su pequeña, obligándola a verlo

Tom: Lo lamento, amor, pero no podré cuidarte todos los días... Solo los fines de semana

Daphne: ¡Siempre es así, siempre pones excusas! ¡¿Por qué no me quieres?! - Estallando en llanto, corrió fuera de la oficina de la Madre hacia un lugar tranquilo.

Tom: ¡Daphne! ¡Ven aquí! - Siguiendola rápidamente, su vista recorrió el lugar, pero la pequeña era tan rápida que se perdió de su vista - ¡Mierda!... ¿Qué he hecho? - murmuró para si mismo.

Mientras tanto, su paso bajó la velocidad, al ver la familiar figura que buscaba, se aferró a ella por detrás.

Daphne: ¡Maddy! ¡Maddy! - Aquellos sollozos fueron lo suficientemente audibles para escucharla

Hermana Maddy: ¡Oh, Dios! ¿Que te ha pasado, muñeca? - Inclinandose hacia ella, la alzó en sus brazos.

Daphne: Mi papá.... No me quiere, Maddy... - Sollozó mientras esta secaba sus lágrimas

𝕷𝖎𝖇𝖗𝖆𝖓𝖔𝖘 𝕯𝖊𝖑 𝕸𝖆𝖑 - 𝚃𝚘𝚖 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora