Una brillante luz salía de la ventana que apuntaba directamente a mis ojos, eso hizo que me despertara y me levantara de u lugar muy suave, ya no estaba atada ni llena de cuerdas en todo mi cuerpo; intentaba mirar con claridad, ya que siempre al despertar se me difumina la vista; ya al mirar bien a todo mi alrededor, estaba en una cama suave junto a una ventana abierta con cortinas, entraba la brisa refrescante y me daban las ganas de ir a descansar de nuevo, pero de pronto escuché la puerta de la habitación abrirse y me cubrí toda con las sábanas, tenía miedo de que me hicieran algún daño, me hice la dormida para que no sospechara nada, pero en el momento en el que se acerco a mí, me dijo con voz suave y delicada en mi oído:
-¿Crees que soy un idiot#?- me habló el caimán de golosina.
Me levanté y me quedé sentada, tenía algo de temor y a la vez tristeza al saber que él ya no podía reconocerme, pero no me daría por vencida y me esforzaré para que me recuerde lo que éramos antes.
-Lo siento... ¿Ya no sabes quién soy, verdad?- conteste con mi voz algo quebrada.
-Solo te diré que de verdad me disculpes, pero no sé quién eres tú- afirmó.
-Descuida, quizás recuerdes si te digo todo lo que pasamos juntos- segura la bufón.
-Mh... Perdón, tengo que irme- se dio vuelta.
Ella tomó la mano de él y lo jaló un poco, se dio vuelta a mirarla y solo la miraba por un rato. Antes de que hablara, ella hablo primero.
-Porfavor, aunque sea un intento- lo miraba con lágrimas en sus ojos.
Se sintió mal al no poder recordarla, apesar de hacer algún intento por saber quién era ella no lo conseguía, así que solo le dio un pequeño abrazo para consolarla y que ya no llorara más.
-Ya no llores, porfavor- la seguía abrazando.
Ella también lo abrazo y limpio sus lágrimas con su mano, el chico de goma la soltó al verla ya calmada y se fue de la habitación; antes de que fuera, la bufón agarro su mano y lo miro aún con sus ojos lagrimosos.
-¿Dónde está la princesa Loolilalu?- preguntó mientras seguía tomando su mano.
-No te preocupes, ella esta bien- afirmó, después se soltó del agarre de la bufón y salió de la habitación cerrando la puerta.
La bufón observaba con atención la habitación, era un cuarto de color café madera, notó que estaba dentro de una cabaña y mientras seguía mirando, notó una sombra afuera de la ventana, obviamente se asusto un poco y se levanto de la cama corriendo directamente a la puerta, al salir de esa habitación, se había pegado con una persona por no fijarse en donde iba.
-Auch!- exclamo con dolor al caer.
-Disculpame, no mire por donde iba- hablo amablemente mientras le daba la mano para que se levantara.
Al mirar a la persona con la que se tropezó, se dio cuenta de que era una migo de Gummigoo, a pesar de que ella no sabia su nombre, solo respondió con la misma amabilidad.
-No te preocupes, fui yo quien no mire por donde me dirigía- mostró una leve sonrisa.
El amigo del caimán verde con amarillo, la llevo al comedor y le dio una taza de té para que se relajará, la bufón había olvidado el temor de la sombra que había visto por la ventana de esa habitación. Así que solo se relajo y agradecida bebió el té. Mientras que la princesa Loolilalu estaba con el caimán de goma hablando sobre el Reino Caramelo.
-Ahora dime donde esta la miel, ¿o prefieres quedate encerrada aquí?- le hablaba muy amenazante y la asustaba cada que él se acercaba a ella.
-No te diré nada sobre mi Reino- le respondió con firmeza, aunque tenia miedo de lo que él le podía hacer.
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|°•Un verdadero Amigo•°| /Pomni x Gummigoo\
Romance-"Ya sé que ustedes adoran a los NPC"- dijo la dentadura con ojos -"N-no..."- se hablo a sí misma mientras miraba el confeti que caía Todos tenemos amigos que son muy especiales y valioso para nosotros, pero nos duele cuando a veces nos despedimos d...