Chandler Bing y Blair Geller se conocen mejor que cualquiera, lastima que no sepan ver el brillo en los ojos del otro.
A ambos les asustan ciertas cosas del amor pero, ¿qué tal si se arriesgan y dejan de ser solo amigos?
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- Podrías dejarlo, - observa a su hermano sentado en el sillón individual - no es tan impactante.
- ¿Impactante?. - pregunta el pelinegro - Es asombroso. Solo urgas ahí, una pequeña maniobra y se abre. - explica exaltado - Un brasier se quita por la manga. Escucha, por lo que a mí concierne no hay nada similar que pueda hacer un hombre, ¿verdad? - se gira hacia sus amigos en busca de aprobación por lo que ambos asienten.
- Por favor, ustedes pueden orinar de pie - abre sus brazos de forma obvia la rubia parada a un lado de Ross.
- Claro, ¿y quieres que te lo demuestre? - señala Chandler.
- Tú si que quieres ganar ésta discusión - inclina levemente su cabeza a la derecha Blair observando al castaño.
- Muchachos, ¿saben qué estoy pensando?. - habla Joey sentado a un lado de su mejor amiga - Las mujeres pueden ver senos a la hora que lo deseen. - dice provocando la risa de sus amigas - Solo bajan la vista y ahí está. Es como para morirse de envidia.
- Es un gran poder, ¿no? - la castaña comenta sarcástica sin dejar de ver a Joey.
- ¡Si!, realmente lo es.
- ¿Saben qué es lo que no entiendo?. - se acomoda en el sofá la rubia - El por qué los hombres pueden hacer lo que quieren y nada les duele.
Las demás chicas en el lugar coinciden con su amiga, mientras que los chicos se quedan en completo silencio buscando algo con lo que puedan ganar la discusión.
- Orgasmos múltiples - señala Ross a sus amigas.
- Si, ganamos.
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- Es noche de sábado, la gran noche de citas. - camina desde la barra de la cafetería hasta los sillones junto a sus amigos Chandler - ¡Sábado en la noche! - baila antes de sentarse.
- ¿Planes? - pregunta Joey mirando a su amigo.
- Ninguno.
- Ni siquiera, digamos, ¿romper con Janice? - habla obvio Ross.
- Si, si, ya basta - lo señala Chandler, y no solo por hablar del tema, sino por cierta castaña que se encuentra sentada entre ambos pelinegros.
- Chandler, a nadie le gusta romper con su pareja. - comenta la pelinegra - Solo tienes que hacerlo.
- Lo sé, lo sé. - suelta un suspiro - Pero es que es tan difícil. Hablo de sentarte con ella y ella no tiene idea de lo que pasa, y luego finalmente reúnes el valor para hacerlo y viene ese horrible momento cuando le das la nota.
- ¿Por qué tienes que terminar así con ella?. - pregunta Joey - Sé un hombre, deja de llamarla.
- Serías un idiota, no un hombre. - habla por primera vez la castaña desde que tocaron el tema - Me iré a casa, - se levanta de su lugar - no me siento muy bien, adiós - camina hasta la puerta ignorando cualquier cosa que le podrían haber dicho sus amigos.
