No dejaba de ver al chico, venía acompañado de más amigos, entre ellos había parejas, pero él interactuaba más con el chico de lentes. Su amigo, si no mal recuerdo, Alan, no dejaba de decir "feliz cumpleaños" y a abrazarnos, se me hacía un gesto tierno.
Pero él ,todo lo contrario, alto, moreno, con la mirada perdida en el suelo, pude notar la perforación que traía en la nariz, un arito color azul. De alguna manera me sentía atraída por toda la masculinidad que él representa, nunca me había atraído un chico de esa complexión, siempre son de mi estatura y todos escuálidos.
Incluso puedo decir que por un momento se fue la incomodidad que sentía yo por traer falda. ¡Demonios!, traigo falda, no vengo bien vestida y acabo de conocer a alguien que me atrae. Nuevamente me empecé a poner nerviosa y trataba de que la falda no se me subiera, en verdad, ¿Quién lleva falda a un bar?.
Dejé de ver por un momento a este chico para salir de mis pensamientos y concentrarme en que la falda no se subiera, ¿cómo me tapo las piernas Dios?, ¿me estará viendo?, ¡ayuda!.
De nuevo regreso mi mirada a este chico y él comenzó a reír con Alan, lo abrazaba como si fueran novios, pero tenía una muy bonita risa y sonrisa, demostraba felicidad pura.
Pero como siempre, la interacción más directa era con Estefania, y yo atrás como siempre, sin decir nada.
— Estefania, ven — le hice una seña para que se acercara a mí como si le fuera a contar un secreto. — ¿de dónde los conoces?
— Cat, van con nosotras en dos clases, bueno, van conmigo en más clases, con nosotras van en Sistema y Plan de Negocios.
— ¿Y cómo se llaman?— no soy tonta, por lo menos su nombre tenía que saber.
— Alan — señaló al chico de lentes — y Alessandro.
Alessandro, hasta el nombre es único, nunca había escuchado ese nombre, no no es Alejandro, es Alessandro.
De nuevo voltee a verlo y asegurarme que aquí siguiera en la fila, que por cierto, me estaba desesperando muy fácil por entrar, ya llevábamos aquí mucho tiempo, no siempre era así en este lugar, comúnmente se iban más a otros bares, pero este ya tiene cierta popularidad.
[...]
Después de casi bendita hora y media, entramos pero a la parte de arriba del bar, no estábamos en donde se encontraba la mayor parte de ambiente, era la parte a donde se venía a fumar y también a tomar, pero, no era lo mismo que estar abajo con casi la mitad de la escuela y algunas otras escuelas que eran parte de la unidad.
Estábamos todos, menos Alessandro y Alan, yo seguía incómoda por la falda y la sudadera, apenas entré a este lugar y ya hacía mucho calor.
[...]
Estábamos por fin abajo, pero yo no podía bailar cómodamente, yo seguía molesta con la maldita falda, y Alessandro aparecía y desaparecía del lugar, yo no quería que se fuera, yo lo quería seguir viendo.
— ¿Qué van a tomar ustedes? — nos preguntó Alan.
—Azules — dijo Estefania.
—Estefania no, azulitos no, nos hacen daño, aparte recuerda la primera vez que vinimos como nos pusimos— le mencioné algo molesta.
La primera vez que vinimos a conocer el famoso patio, se nos ocurrió pedir ronda de azules y de shots, adivinen quienes acabaron a las 11:00 p.m. sentadas afuera del oxxo que está cerca de la unidad llorando una por su ex y otra porque la iban a matar en su casa.
Si es cierto, mi casa, no le había avisado a mi papá que iba a salir, y si no le aviso, puede no esperarme afuera de la escuela, irse y yo llegar sola y que en mi casa me estén esperando con el palo de la escoba.
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ALMAS ROTAS || XIMENARDZL
Short StoryCat es una chica de 21 años, apunto de comenzar su séptimo semestre de carrera en la universidad. Ella solamente tenía un objetivo, disfrutar su vida, sin complicaciones, superarse en su trabajo y en la escuela, no quería saber nada del amor, ya que...