La Travesía de Naruto Uzumaki en el Mundo Pokémon

Capitulo №8: Reflexiones Nocturnas

Capitulo №8: Reflexiones Nocturnas

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Naruto se encontraba sentado en la rama de un árbol cercano a las cabezas talladas de los Hokages en el Monte Hokage, un lugar que solía visitar cuando buscaba un momento de paz y reflexión. Sin embargo, en esta ocasión, su mente estaba lejos de encontrar la tranquilidad que tanto anhelaba.

Había pasado poco tiempo desde su último enfrentamiento con aquel misterioso enmascarado, y Naruto aún se sentía perturbado por la facilidad con la que había sido derrotado. Como el Anbu Kurayami no Kyūbi, era conocido por su habilidad para hacer frente a cualquier desafío, pero en esa ocasión, se había visto superado por un oponente que parecía tener un control absoluto sobre él.

Mientras observaba los imponentes rostros de los Hokages, Naruto se cuestionaba cómo había sido posible que un Gēnjutsu lograra afectarlo de esa manera. Normalmente, el chakra del Kyūbi que llevaba sellado en su interior le otorgaba una resistencia natural a este tipo de técnicas ilusorias. Sin embargo, el Gēnjutsu empleado por aquel enmascarado había logrado penetrar en su mente, desestabilizando su control y revelando recuerdos que creía haber olvidado.

Naruto sabía que la clave estaba en la naturaleza del Gēnjutsu utilizado por su misterioso oponente. A diferencia de los Gēnjutsus comunes, el Sharingan de los Uchiha les confería una capacidad única para manipular la percepción y la realidad de sus objetivos. La influencia del chakra del Kyūbi en su interior, si bien le otorgaba una protección contra Gēnjutsus ordinarios, no parecía ser suficiente para contrarrestar la intrusión de un Gēnjutsu Uchiha de alto nivel. Aunque hasta el día de hoy, se pregunta con odie que pudo contrarrestarlo, pues no hubiera Sido posible en su estado debilitado, pero aquella incógnita lo dejara para luego.

Recordando las palabras de Danzō, Naruto llegó a la conclusión de que solo un Uchiha podría haber sido capaz de afectarlo de esa manera. Y no cualquier Uchiha, sino aquel que Danzō había mencionado en el pasado: Madara Uchiha.

La sola mención de ese nombre enviaba escalofríos por la espalda de Naruto. Madara Uchiha era una leyenda, un ninja que había alcanzado niveles de poder inimaginables, incluso para los Hokages. Si este era realmente el individuo que se ocultaba detrás de la máscara, entonces Naruto se enfrentaba a un enemigo de proporciones épicas. Por eso también llamo Madara al enmascarado cuando lo vio por primera vez, también por el hecho que el Kyūbi, incluso insconciente, mandaba intenciones asesinas hacia el hombre. Por eso lo llamo así, porque el Kyūbi solo odio a una sola persona en toda su vida, Madara. Eso solo fue una conclusión a la que llegó.

Aunque Naruto sabía que la posibilidad de que el enmascarado fuera realmente Madara Uchiha era poco probable. Después de todo, el legendario ninja había sido derrotado y dado por muerto a manos del Primer Hokage, Hashirama Senju, en su última batalla. La idea de que Madara aún estuviera con vida resultaba casi imposible.

Sin embargo, la habilidad que había presenciado, relacionada con el control del espacio-tiempo, era una característica única del Sharingan, el poderoso Dōjutsu del clan Uchiha. Esto lo llevó a considerar la posibilidad de que el enmascarado fuera en realidad un descendiente o un miembro del clan Uchiha que hubiera logrado dominar técnicas avanzadas del Sharingan.

Naruto recordó haber visto ese mismo patrón de estrella de tres puntas con cuchillas en el Mangekyōu Sharingan de Kakashi Hatake. Aunque Kakashi no era un Uchiha de nacimiento, había obtenido un Sharingan implantado en su ojo izquierdo, lo que le permitía utilizar habilidades como el Kamui, una técnica de manipulación espacio-temporal.