La Travesía de Naruto Uzumaki en el Mundo Pokémon

Capitulo №13: La Batalla de Leaf

Capitulo №13: La Batalla de Leaf

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La luz del sol se filtraba entre las copas de los árboles, creando un mosaico de luz y sombra en el suelo de un frondoso bosque. Un Pidgeotto se estaba recostado en su nido sobre las ramas. Un Squirtle ocultándose en su caparazon en al agua cristalina, y un Caterpie se deslizaba por una hoja, dejando un rastro de seda brillante. La paz del bosque era tan profunda que se podía sentir en cada fibra de la naturaleza.

De pronto, un resplandor blanco cegador inundó el cielo y el bosque, eclipsando a la luna. Un sonido ensordecedor, como el rugido de un dragón furioso, sacudió el aire, haciendo vibrar la tierra bajo los pies. Un torbellino de energía blanca, tan brillante como mil soles, se elevó hacia el cielo, con un borde de un azul eléctrico que recordaba a un rayo celestial. La explosión, con la forma de una torre majestuosa, se alzaba como una colosal escultura de luz y destrucción, similar a la Torre del Sol, pero con una escala que eclipsaba cualquier monumento terrenal.

La energía de la explosión, equivalente a una bomba nuclear, se expandió como una ola de fuego, arrasando con todo a su paso. Los árboles se desgajaron como cerillas, sus ramas y hojas se convirtieron en ceniza al instante. La tierra se abombaba y se hundía, formando un cráter gigantesco en el centro del bosque. La explosión, tan poderosa como un dios enfurecido, barrió con todo lo que se encontraba a su paso, dejando tras de sí un silencio sepulcral y un paisaje de desolación.

La columna de humo blanco, que se elevaba hacia el cielo, se extendía como una cicatriz en el cielo azul, recordando a todos la furia devastadora de la explosión. La forma de la torre, con su base blanca y su borde azul eléctrico, se mantuvo visible durante varios minutos, como un fantasma de la destrucción, antes de disiparse lentamente en el aire, dejando tras de sí un silencio sepulcral y un paisaje de desolación.

En medio de ducha explosion, casi en el epicentro, se podía ver la mitad de un gran ser humanoide de energía oscura. Su apariencia era la de un esqueleto cubierto de tendones y músculos, envuelto en una armadura. En el interior de esta armadura, se podía apreciar un pequeño grupo de mujeres, aterrorizadas. Mientras desde la espalda de un niño del cual salía la eengia negra, se extendieron unas cadenas que envolvieron al grupo, creando un domo de protección.

"Naruto", la voz de una mujer tembló en un susurro dentro del domo de cadenas, mientras observaba con miedo al niño que resistía la explosión con su avatar de energía. "Por favor... Por lo que más quieras, regresa con nosotras".

///// Horas Antes /////

Era de noche en la Cuidad Celeste. Se notaba las luces apagadas de toda la cuidas, dónde nos enfocamos en el Centro Pokémon, más específico en una de las habitaciones de esta.

Unos ojos azules se abrieron, dónde en estos se notaba la seriedad y calma que los caracterizaba. Actualmente estaba recostado en su cama con comodidad, mientras las chicas estaban en habitaciones diferentes.

Un segundo después, un pergamino mediano apareció encima de sus piernas, mientras, luego de unos minutos, los recuerdos de su clon le llegaban.

'Asi que esos dos por fin me encontraron', pensó con seriedad, mientras su cerebro comenzaba a acomodar sus recuerdos obtenidos de su clon. 'Si que será fastidioso'.

"Pero que se puede hacer, mocoso. Esos idiotas nos quieren a nosostros, para revivir a Jūubi, para hacer Kami sabrá que cosa con esa bestia. Incluso si nos logran reunir a todos nosostros, serían incapaces de controlar a la Bestia Original debido a que ese muy superior a cualquier ilusión o técnica conocida", dijo Kurama con calma. Sabia perfectamente que el único ojo que pudo controlar a esa bestia fue uno que se sello hace cientos de años atrás junto a su única portadora.