A lo lejos, como dentro de un espacio cerrado o tal vez vacío, alguien me llama.
Los pesados párpados apenas se elevan y me permiten atisbar un rostro borroso. Pestañeo para aclarar mi visión. Se trata de... Es... Es una niña preciosa de lindos ojos y hermosa sonrisa. Tiene el cabello avellana atado en dos coletas.
No sé porqué, pero al verla, siento ganas de llorar y una agradable calidez esparciéndose por mi pecho.
—Mamá me envió a decirte que la cena está lista —me informa casi entre susurros porque al parecer estoy acostado, debajo de un edredón gris que me cubre hasta el cuello. Si antes sentía unas horribles ganas de llorar, ahora lucho por dejar de hacerlo—. Dice que bajes a desayunar. Oye Law... ¿por qué lloras?
Su dulce voz deja eco en mi mente, y por mucho que yo estire lo que no es una pata sino una mano, no consigo tocarla. Ella se aleja sin moverse. Es más como la sensación de estar hundiéndome en la cama.
¡Lami!
Sobresaltado, abro los ojos y suelto un maullido. ¿Dónde estoy y por qué todo es blanco?
Un momento... Estaba soñando algo, ¿verdad? Mi pecho duele y el corazón me late sin parar. ¿De qué se trataba? ¿Era importante?
—¿Ves?, Law ya ha despertado —dice un tipo con bata blanca desde una puerta que acaba de abrirse tanto como mis ojos ahora que te veo a ti, mi preciosa Gianna.
—¡Law! —exclamas sonriendo aunque parece que estas a nada de llorar. Tus bellos orbes se han enrojecido.
—Te dije que solo debíamos dejarlo descansar por un momento y...
Dejo de escuchar al desconocido y me concentro solo en ti. Me da tanto gusto verte mi preciosa...
«¡Estás bien!», intento preguntarte. Aunque ni idea del porqué, si bien sé que los gatos no podemos hablar ni comunicarnos con los humanos de una manera que ellos comprendan.
Tu gesto se arruga y comienzas a sollozar mientras corres hacia mí. Te echas a llorar atrayéndome a tu pecho con ambos brazos. Sí, ¡sí!, ya venía siendo hora de que me regalaras de ese olor que tanto me encanta.
—Oye, oye... —te dice el entrometido que intenta quitarme de tus brazos.
¡Eh!, ¡que este es un momento emotivo! ¿Podrías pedirle a este hombre que nos dé un poco de privacidad?
¡No, Gianna!, ¡no me sueltes!, ¡quiero y necesito que me abraces!
—¡Gianna!
Se instaura un silencio inquietante. Tus hermosos orbes azul grisáceo y los ojos dorados de ricitos de oro se fijan en mí.
—¿Acaso ha intentado decir tu nombre? —te pregunta tanto asombrado como risueño, mientras me sostiene (debo decirlo y agradecerlo): con gentileza.
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ENCANTADO ━━ [En curso] 《89》
FanficEstoy encantado, pero no de conocerte. ━━━━━━━━━ ━━━━━━━━━ El soliloquio de Trafalgar Law para con su fiel sirviente [OC].