Freddy regresa al trabajo después de una largo viaje.
Sin dudas, su viaje había sido divertido, pero debía volver al trabajo. El trabajo era lo de menos, lo que si pensaba era luchar con los nuevos chupapollas de comisaría. Se enteró que agente nuevos habían sido integrados, lo cual le hace querer subirse a su avión nuevamente e irse a la mierda. Pero no, solo estaba ahí por dos razones. Uno, trabajo. Segundo, su esposo, Isidoro Navarro. Miente si dice que no le extrañó, porque en cada momento de su viaje pensó en su amado. El muy imbécil se hace querer de una manera única. Con sus idioteces y todo lo demás, Freddy lo ama a más no poder.
Y ahí están, frente a frente. La distancia es poca pero lo suficiente mente alejada para no poder siquiera abrazarse. Y quiere abrazarle, demasiado para su gusto, por el simple hecho de que extraño la presencia de su marido. Y aunque esté sea un hombrezzz e infiel y todos los sinónimos de mujeriego posible que existan sabe que, él siempre lo elige antes que todas esas zorras.
Solo son pitucas que no pueden ver otro lado de isidoro, ese lado que solo Freddy puede ver cuando el quiera, a la hora que quiera.
Isidoro sonríe y se acerca más, demostrando que tan feliz está de ver a Freddy luego de tanto tiempo. Porque el, al igual, o más que Freddy, extrañó a su comisario. Extrañó el hacerle llamadas, preguntando dónde estaba, con quién, por qué y muchas más preguntas cuestionables, siendo tachado como tóxico. Y si, si lo es, lo admite y no lo esconde, porque al igual que él, Freddy es suyo.
Por eso en cuanto recibió la llamada de este, se emociono por su llegada, tanto que le creyó que estaba en el aeropuerto, esperando por el. Cuando en realidad, el ya estaba en comisaría, preparándose para patrullar. En otra ocasión, se hubiese cabreado por hacerle conducir tan lejos, pero ahora, solo quería estar a su lado.
Más sin embargo, le canto una de sus típicas canciones. Está vez: ese hombre. Una canción que era todo lo contrario a Freddy pero para joderle decidió cantarla.
—No tienes corazón, yo en la tribu en Brazil y tú sin llamarme al walkie talkie.—Y ahí está, su tóxico indignado de siempre.
—Oiste, ¿por qué no fuistes a por mi al aeropuerto, neno?—Lo de la llamada en parte fue una venganza por no irle a buscar, porque en realidad si habia esperado a que isidoro le esperase en el aeropuerto.
—¿Te digo la verdad?—Preguntó, con un aire melancólico.
—No.—A Isidoro le dió igual y siguió.
—Lo que pasa e..
—Que si, te haz ido con la tribu chiquisniquistikis, neno.
—No, no, no. Que no ha sido eso, que no ha sido eso, ¿vale? Te lo voy a explicar bien, ¿vale? Lo que ha pasao' es que me he puesto la alarma por la mañana, digo, ayer por la noche, pero esta mañana que me he levantado con
toda la lagaña, pum, la he desctivado.—..vale, ahora la verdad. Te has quedado dormido.
—Si.
—Me cago en mi puta madre.. Vamos dentro hombre.
Freddy caminó hacia el parking siendo seguido por Isidoro, que a cada paso solo quería un poco de cariño por parte de Freddy. Hasta que observó el cuello de este.
—Ese tatuaje en el cuello nunca lo has tenido tu.—Isidoro frunció su ceño, ¿desde cuándo Freddy se hace tatuajes sin SU consentimiento?
—Madre mía.. menos mal que nuestro matrimonio solo era de pega para quitarte la casa..—Bufó Freddy.
—¿¡No te habrás tatuado el nombre de otro tío!?—Isidoro le golpeó por la espalda y huyó, siendo gritado por el comisario. Recién había visto aquel tatuaje y a primera estancia le pareció demasiado sexy en el cuello de su hombre. Aunque, ¿para qué mentir? todo le queda bien al hijo de puta. Podría vestirse con una bolsa de patatas y aún asi se vería de maravilla. Y eso le encanta, que Freddy tiene un gran gusto en ropa.
Apenas llegaron a la oficina deseada, Isidoro no le dejo hablar ni preguntar que queria decirle y simplemente le abrazó. Por un momento, Freddy estuvo tentado a corresponder, y lo hizo, pero no podía estar abrazado a Isidoro de esa manera tan comprometedora, y menos a plena luz del día en comisaria.
—Aquí no, Isidoro.—La escena se podía malinterpretar, poco le importaba pero si quería conservar su trabajo. A Isidoro poco le importó eso y fue a parar a los labios de Freddy, saboreando estos después de tanto tiempo lejos de ellos. Desde que lo había visto en frente del parking de comisaría, tenía unas ganas inmensas de besarle, y ahora que cumplió su cometido, no podía estar más feliz. Con cautela su mano fue a parar a los cabellos de la nuca de su esposo, profundizando aún más el beso. Freddy no se quedó atrás, sus manos dudaron pero luego cedieron, tocando con devoción la espalda cubierta de su esposo. Ambos querían saciar esas ganas, porque desde que se había dejado de ver no había un solo momento en el que ambos se extrañasen mutuamente.
Isidoro entreabrió sus labios, dando acceso a su cavidad bucal, que luego de unos segundos fue explorada en su totalidad. ¿Es algo sucio lo que hacen? Si, pero Freddy se dejó sucumbir por la tentación que es tener a Isidoro acorralado debajo suya. E Isidoro es quien más lo disfruta, disfruta la adrenalina que significa que en cualquier momento pueda entrar alguien y encontrar tal escena, dónde ambos hombres se están besando con lujuria y hambre, porque si, están tan hambrientos de ellos mismos que no importa el lugar en el que están, solo quieren aprovechar el tiempo perdido.
Ñau, eto e referente al direkkkkkto de hoy, QUE FELICIDAD PORQUE VOLVIERON LOS ESPOSOS😍
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Isidoro el gae y su esposo Freddy tuculazo
RandomONE SHOTSSSSSSSSS FREDORO, BIENVENIDX SEAS. Lito, aquí van mis migajas Fredoro. Contiene +18, si no quieres leerlo, evita comentarios innecesarios por favor. Se que esta de más decirlo, pero siempre hay algun/a atontado/a. ¡SE SHIPEAN SUS PERSONAJES...