Isidoro el gae y su esposo Freddy tuculazo

Único.

Hola, ya actualicé, perdón por la demora👋🏻

Freddy puede ser alguien misterioso e incluso impredecible, pero eso no quita que sea un hombre raramente interesante. O eso piensa Isidoro. Porque a Isidoro le atrae Freddy. No tanto físicamente, pero admite que este es guapo. Le gusta la forma en que Freddy es tan simple, pero sin quitar aquel toque de especialidad. Y hoy es un día donde puede conversar con el comisario hasta tarde, puede preguntar y se investigado de igual manera, poco importa la verdad. Las copas a medio tomar están en la pequeña mesa delante del sofá, donde los esposos están recostados. Y Freddy mentiría si dice que no se siente cómodo. Porque luego de conocer a Isidoro, se dió cuenta de que tan serio puede ser. Si, tiene sus momentos de cachondeo, como cualquier persona, pero cuando tienes una charla realmente profunda con el te das cuenta de el trasfondo de esa risueña y escandalosa personalidad.

—Entonces Isidoro..–Freddy toma la copa entre sus dedos y la mueve un poco. El vino tinto en ella desaparece cuando es bebido por Freddy.—Despues de tanto crees que mereces ser amado.–El tema se había desviado rápidamente, cuando antes hablaban de sus problemas familiares y lo que les depara el futuro se habia transformado en preguntas de ¿amor? sin sentido. Isidoro enarco una ceja, pero sin dejar de pensarlo recordo el como es con las mujeres. Bien se sabe que solo las utiliza, algo típico y característico de el. Recordo el como es un infiel, machista y todo lo que una mujer odia pero al mismo tiempo ama y desea.

—Si te soy sincero Freddy..–Bebio lo último de su copa, mirando la pantalla frente a el que hace ya unos minutos estaba completamente negra.—Creo que no.—Se sincero. Y sabe que si alguien llegara a amarlo sería muy tonto en hacerlo, porque estaría con una mujer tonta y descerebrada aún teniendo a la mejor mujer a su lado.—Por el hecho de ser un putero.—Rio sin gracia y Freddy lo miro atentamente. Luego de unos minutos en silencio, Freddy sirvió nuevamente las dos copas, está vez de whisky, el vino le da asco y en ese momento solo lo bebió por Isidoro.

—Todos merecemos ser amados.—Empezo Freddy, mientras enciende el cigarro que está en sus labios. Isidoro le mira, observando la mandíbula de este, su perfecto perfil y sus varoniles manos. No sabe si es por el alcohol, pero la escena le parece perfecta, mejor dicho, el protagonista es perfecto.—Ya sea por nuestro pasado, por nuestra actitud o por cualquier cosa. Todos merecemos un poco de amor así seamos la peor persona del mundo, Isidoro.—Isidoro no entendía a donde queria llegar el comisario. Le miró confundido, buscando alguna respuesta en los ojos de Freddy, más no encontró nada. Y es que Freddy es alguien indescifrable aunque le mires directamente a los ojos. Porque cuando menos te lo esperas, él te está mintiendo. Y aunque suene convincente, probablemente sea un trampa más, por el simple hecho de que Freddy sabe dónde tocar, que decir y hacer. Freddy se acerca a Isidoro y susurra:—Entonces, te pregunto nuevamente, ¿mereces ser amado?

Isidoro está aún más confundido, no sabe que decir ni que hacer, y mas cuando se da cuenta de la cercania. Observa el rostro de Freddy, tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos, que le irrita. Quiere entender sus palabras pero le es difícil con el rompecabezas que es el comisario. Duda, pero al final cede, se acerca con lentitud al comisario y une sus labios. Es una prueba de vida o muerte, porque no sabe que tan certera es su apuesta. Pero cuando es correspondido por Freddy, quien con su mano lo acerca más, comprende todo. Solo es cuestión de que se deje hacer para entender las palabras del comisario. La copa que antes estaba en su mano está ahora en la alfombra manchada por el brusco movimiento del comisario. Es lento, pero brusco y violento. Le arrebata todo el aire y no le importa, menos a Isidoro que se deja hacer y deshacer por la mano del que es ahora su marido.

Freddy observa a Isidoro mientras le besa. Le parece increíble el como puede ponerle alguien tan contrario a él. Tan diferente que le entra la duda de como sabe su cuerpo, como toca y como besa. Y aunque lo último ya lo descubrió, quiere probar más de la boca que ahora reclama sus labios. Isidoro mueve sus labios con desespero, creando un sonido sucio, que a cada segundo que pasa le vuelve aún más loco. Quiere que el comisario le siga besando, le toma de los cabellos y lo arrastra por su cuerpo. Y es que Isidoro miente si dice que no fantaseaba con llegar a este punto, dónde el comisario le besa con un hambre bórax su cuerpo. Fantasías donde Freddy le hace temblar como ahora. Freddy se aleja unos centímetros de los labios de Isidoro, quien respira agitado. Y le parece tan espléndido que tiene que contenerse para no caer en la tentación que es atener a su marido de esa forma.

Isidoro quien se mantuvo callado recuperando el aire unos momentos, hablo:—Si, merezco ser amado.–Respondió firmemente, sin ninguna pizca de temor, ya que habia pensado muy bien su respuesta.—Pero solo por ti, Freddy Trucazo.—Confesó sin vergüenza alguna, mirando directamente los oscuros ojos de Freddy. Quien sonrió ladino y le besó nuevamente. Pero está vez fue diferente. Está vez lo hizo para deshacer cualquier duda por su mente. Cualquier duda que le haga perder a Isidoro. Un beso que le lleno el alma a Isidoro, quien luego de mucho tiempo en soledad, a pesar de tener a muchas mujeres en su cama y se sentia terriblemente solo, ahora, es querido por quién es, no por su dinero, ni su mansión, si no por ser alguien que merece ser amado. Pero sobre todo, ser amado por su marido y compañero de vida, Freddy Trucazo.