Dejar de Fingir

二 Regálame una noche 🔞

Odiaba el alcohol, pero en estos momentos era lo único que la mantenía con calma. No sabía en qué momento dio un paso en falso para que su secreto quedará el descubierto.

—Esa bebida es muy fuerte para ti, preciosa —Dahyun apareció de nueva cuenta, sentándose junto a ella en la barra— Eso te pondría en mucho riesgo a toda la bola de alfas cavernícolas.

—Vete de aquí —Hirai le gruñó— No tengo ni una maldita idea de lo que hablas.

—Ese delicioso aroma a durazno es muy adictivo cómo para ocultarlo todo el tiempo —la alfa se acercó de manera peligrosa al rostro de Momo— ¿También te casarás? Oí a tu amiga decir algo de ese estilo.

—No es de tu interés...

—Creo que ya entiendo, finges ser una alfa porque la persona con la que te van a casar es omega —Dahyun esbozó una pequeña sonrisa al ver la expresión en el rostro de Momo, había dado en el blanco— Ahora me das algo de pena, no podrás complacer a ese omega y tú también vivirás insatisfecha toda la vida.

—¡Ya lárgate de aquí! —Hirai levantó la mano para alejar a Dahyun— ¡No sé qué quieras obtener de mí! ¡Pero ya déjame en paz!

Kim no iba a desistir de su objetivo. Esa omega tarde o temprano terminaría en su cama si o si.

—Oí a tus amigas decir que es tu despedida de soltera, preciosa —Momo quería estrangular a Sana y a Nayeon en esos instantes— Sería un gran honor el que me permitieras pasar tu última noche de libertad.

Momo estaba a punto de retirarse del sitio cuando Dahyun la tomó por el cuello de la camisa y le robó un beso en los labios.

Hirai quería intentar salir corriendo, pero algo tenían los labios de la alfa que se volvían sumamente adictivos con el paso de los segundos.

—Prometo que será la mejor noche de tu vida —Dahyun susurró en el oído de Momo, provocando que el cuerpo de esta reaccionara cómo la omega que era.

A final de cuentas, Momo también deseaba sentir lo que era estar en brazos de un alfa al menos una vez. No tenía caso seguir negando su naturaleza, además sería un pequeño acto de rebeldía contra la represión que su padre había ejercido sobre ella toda su vida.

—Sin nombres y sin volvernos a ver —sentenció la falsa alfa— Solo está noche.

—Suena perfecto —la verdadera alfa sonrió victoriosa, otra más a su lista de conquistas.

爱爱爱

La habitación de aquel hotel ardía con la fuerza de mil soles. Se podía notar el deseo y la excitación en el ambiente.

Momo se encontraba sentada en la orilla de la cama con la alfa de piel pálida entre sus piernas. Ambas estaban desnudas, apenas cerraron la puerta volvieron a besarse con más deseo y lujuria que antes que no se dieron cuenta en qué momento sus prendas se encontraban esparcidas por el suelo.

Dahyun estaba dándole el mejor, y probablemente único, sexo oral a la falsa alfa. Hirai sentía que tocaba el cielo al sentir las caricias de la lengua contraria en clítoris y los dedos de Kim en su interior.

—Eres exquisita, omega —Dahyun hablaba con una voz más ronca y profunda que al inicio— Me honra saber que soy la primera en tocarte.

Momo iba a decir algo cuando Dahyun aumento la velocidad de sus movimientos y un gemido le impidió hablar. Un hormigueo en su vientre le hizo saber que estaba a punto de experimentar su primer orgasmo, el cual llegó solo un par de segundos después.

La auténtica alfa se levantó y tomó un poco de los preservativos que ya tenía listos y se lo colocó ante la atenta mirada de la omega.

—Me avisas sí te llegó a lastimar, preciosa.

Momo estaba impresionada, superficialmente esa chica podía ser confundida con una omega. Pero aquella parte de su cuerpo tiraba por la borda cualquier suposición.

Con cuidado Dahyun se colocó entre las piernas de la mayor, tomó su miembro y comenzó a rozarlo en la intimidad de Momo para lubricarlo.

Entró poco a poco, disfrutando de los gestos que hizo Momo. Esta apretó los ojos y mordió su labio ante las nuevas sensaciones.

—Voy a comenzar a moverme ¿De acuerdo?

La falsa alfa asintió y la diversión continúo.

爱爱爱

Los rayos del sol impactaron en el rostro de Hirai, quién de inmediato se despertó dándose cuenta de su desnudez y que estaba sola en esa habitación de hotel.

Su lobo aulló triste pero ella lo reprimió, después de todo sabía que algo así ocurriría.

Intentó levantarse pero un fuerte dolor en su parte baja la hizo volver a tumbarse en la cama. Las sábanas aún tenían impregnado un poco del olor a chocolate blanco que poseía aquella alfa de piel pálida.

Se dio media vuelta y pudo notar un cuadrito de papel en una de las mesitas de noche. Se trataba de una nota que le hizo inflar el pecho de orgullo.

“Se que acordamos no tener ningún tipo de contacto nuevamente, pero me encantó estar contigo. No sabes cuánto anhelo volverte a ver, preciosa. Ojalá nuestros prometidos no sean un obstáculo.

K.D.H”

Un pequeño golpe de realidad llegó a la omega, había recordado que ese día conocería a aquella persona con la que contraería matrimonio.

Aún con todo eso, sonrió con gran felicidad. Al menos esa noche pudo ser quien verdaderamente era. Su natural aroma a durazno provocó a aquella alfa a hacerla suya durante toda la noche y se sentía orgullosa de aquello.

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Perdonen la tardanza pero entré a trabajar en las noches y llegó destruida la mayor parte del tiempo.