I. Lanza el dado

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Por la tarde, Taylor lee un libro en su cama hasta que Ben regresa del baño con el cabello aún mojado.

-Qué hay, Taylor? -saluda al entrar-. Y los demás? No escucho bulla en el primer piso.

-Tu papá acompañó al mío a buscar un mecánico -voltea la página-. Mamá juega con los pequeños afuera y cre que mi tía duerme en el cuarto de abajo -responde el de cabello celeste.

-Ya veo -dice Ben mientras se termina de secar el cabello con la toalla. Taylor lo mira y baja el libro.

-No te di las gracias por lo de ayer -señala-. Por lo del lago.

-No tienes por qué -responde Ben.

-Tu mamá te regañó bastante.

-Se le pasó a los pocos minutos -responde el otro, restándole importancia-. No fue gran cosa.

-Tal vez. Aun así, pensé en una forma de agradecerte -dice Taylor y rueda sobre la cama, haciéndola rechinar. Abre el cajón de la mesa de noche y saca un pequeño objeto-. Ten -le lanza el objeto y Ben lo atrapa en el aire.

-Un dado? -dice con sorpresa cuando abre la mano. Lo examina.

-El Dado de Servicios Picantes para ser más precisos -aclara Taylor mientras se sienta al borde de la cama-. Lo usé en uno de los últimos streams.

-Ah, sí. Me acuerdo -responde Ben y lee en su mente lo que está escrito en las caras: blowjob, thighjob, assjob y footjob. Un par se repite.

-Bien -dice el de ojos celestes-. Lanza el dado. Haré lo que salga -Ben frunce el ceño, sorprendido.

-En serio? -pregunta con las cejas levantadas.

Taylor asiente.

Ben se toma unos segundos para comprobar que no es una broma. El otro joven lo mira antento. Ben agita el dado dentro de su puño y lo tira sobre la cama. El dado rueda hasta quedarse quieto, mostrando la palabra “blowjob” en la cara de arriba.

-Menuda suerte -comenta el de ojos celestes cuando ve el resultado-. Recuerda que solo los suscriptores de rango más alto podían “lanzar el dado” durante el stream -explica Taylor mientras se quita el suéter-. Y eso que no se lo hacía a ellos directamente. Prefieres que me deje la camisa?

-Sí. Déjatela puesta.

-Y si se mancha? -replica Taylor.

-Entonces por qué preguntas?

Desabrocha los botones de la camisa de todas maneras. Una vez se la quita, camina hasta el armario y se detiene frente a este. Le hace una seña para que Ben le de el alcance.

-El cerrojo no funciona. La puerta del armario nos dará valiosos segundos si es que alguien entra de improvisto -comenta el de cabello celeste.

-Bien pensado.

Taylor sonríe sutilmente y mira hacia abajo. Suspira levemente y se agacha. Le desabrocha el jean y lo baja hasta las rodillas. Con una mano, rodea la base del miembro de Ben y lo alza. Acerca su boca hasta sus bolas y las lame de abajo hacia arriba. Comienza a masturbarlo mientras le sigue lamiento las bolas y chupándolas.

-Ummn. Ya habías hecho esto antes? Umh -pregunta Ben con la voz entrecortada.

-Con dildos, sí -responde Taylor para lamerle nuevamente las bolas-. No hables mucho. Me desconcentras.

El de cabello celeste se separa un poco. Mueve la mano hasta la mitad del pene y lo acerca hasta su boca, con la lengua ligeramente afuera. Sin embargo, se detiene a pensar un momento en lo que está por hacer.

Mi vecino TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora