Tulipanes {Sparckity}

Parte 6

El momento pareció eterno, ninguno se separaba del otro, sin embargo, Quackity se negaba a alzar la vista y solo le pedía a su cuerpo reaccionar  para al fin poder separase de aquel chico castaño que aun lo sostenía, no planeaba negarlo, era lindo antes sus ojos, pero había algo más por lo que se negaba a separarse, tal vez era su belleza o el innegable echo que esta situación se sentia como un deja vu, cuando aun era amado, a este punto era imposible reconocer a cual de todos sus anteriores amores le recordaba pero tenia aquel toque, tenia aquello que su cuerpo se negaba a perder de nuevo.

Su mente le pedía que reaccionara con desespero, que saliera de ahí antes de envolverse de nuevo en otra tragedia, sin embargo su corazón se negaba, aquel chico le recordaba tanto el sentimiento de ser amado aunque fuera una broma o un estúpido chiste su corazón se aferraba a la idea de que fuera a pasar algo más.

-Hey, Sparta vamos a patrullar!- sonó la voz un alegre zorro asomándose por la puerta que vio abierta encontrando aquella escena romántica por así decirlo, el silencio llenó la habitación mientras que la tensión acombañaba a este.

El cuerpo de Quackity pudo por fin reaccionar y en contra de su corazón separó con fuerza, tal vez un poco de agresividad, al más alto casi tirandolo contra la mesita de noche mientras el pelinegro se apartaba y salía de la habitación en silencio, era incapaz de hablar, su corazón dolia por la sensación de separarse de aquello que tanto extraño, rogaba por volver y aunque fuera disculparse por sus estúpidos cambios de humor, ni siquiera noto el momento en que pequeñas lágrimas habían recorrido sus mejillas, tal vez no por la separación o el miedo a haberlo dañado, si no por la abradora camtidad de recuerdos que trajo aquel momento.

Tras la partida de Quackity, tanto Sparta como Fundy permanecieron mirándose confusos sin entender su comportamiento aunque no era del todo cierto, el zorro tenía una ligera idea de que pasaba por la mente de su jefe sin embargo sabiendo que sería imprudente contarle eso al recién llegado decidió actuar como si nada.

-Bien vamos a patrullar- dijo la ultima palabra en un español demasiado inexperto mientras miraba dudoso de si había dicho la palabra correcta, el contrario solo rio y fue con el mientras trataba de olvidar la situación con el pelinegro.

Ambos salieron del hotel sonriendo mientras caminaban y con ambos tratando de entenderse, estaban empezando a aprender un poco.