Lluvia De Anti-Estrellas (Borrador)

17

- No estoy lista, Por qué tenía que ser la primera en la lista -

- Vamos no a de ser tan malo, solo hablarán con tu mamá, contigo sobre tu futuro - Alexandra.

- Creo que no es una charla que debería tener a mi edad -

- Entonces solo di que no quieres ser soldado, será más fácil - Ronny.

- El tiene razón, las cosas son tensas cuando hablan de ser soldado, cuando es de personas q no quieren ser soldados es mas facil y rápido - Dylan.

- No es una opción, yo quiero ser soldado. La cosa es que mi mamá se retracte, no me apoye, y me haga cambiar de elección -

- Si no es ahora, puedes serlo cuando seas mayor - Dylan.

- No es lo mismo, cuando te conviertes en soldados a esta edad, para cuando seas adulto tendrás mayor rango, que los de tu edad, mejor paga, sin hacer misiones tan difíciles como ellos tendrán que hacer para elevar su rango -

- Supongo que lo pensaste todo, creo que estás lista para este tipo de charlas -

- Gracias por tu aprobación Ronny - puso los ojos en blanco, estaba nerviosa, no quería que su madre cambiara de opinión y no la dejara ser soldado.

- Bueno, te va a mejor que Stella, ella tendrá que hablar sola con el profesor. Aunque estoy creyendo que no podra formular bien ninguna palabra - Ronny.

Señaló a la chica de parche dormida en su pupitre.

- Dijo que se quedó leyendo una novela hasta las tres de la madrugada - Alexandra.

- Supongo que estaba muy interesante como para desvelarse - Ronny.

- Si se la leyó desde el viernes y recién está durmiendo - Melany.

- Eso ya es el extremo - Dylan.

- Melany Andrade, a mi oficina - hablo tomando por sorpresa a los jóvenes.

La joven se levantó de su puesto y siguió de lejos a su profesor, nerviosa.

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- Stella, ya levántate es tu turno - movió a su amiga tratando de no ser brusco

Entre abrió los ojos, tratando de acostumbrarse a la luz - Por qué debo ir, si no tengo padres? - murmuró.

- No lo sé, háblalo con el profesor espera a por ti -

- No es tan mala la plática, así que no te asustes -

- Tiene razón, de hecho estaba feliz diciéndole a mi mamá que seré soldado -

- Si bueno - se estiró - creo que mi plática con el profesor va a ser algo incómoda al no tener padres - se puso en pie en dirección a la oficina de su tutor.

La puerta de la oficina estaba abierta, se podía ver a su profesor sentado revisando sus apuntes.

- Entra, debo hablar contigo -

Entro cerrando la puerta a su paso - Algo que quiera saber o preguntar? - se sentó en el sillón frente a su profesor.

- Muchas de hecho. Por qué quieres ser soldado? -

- Porque fui criado por un gremio de mercenarios, y me pareció buena la idea -

- Por qué alguien que vivió en un mundo donde no sigue tantos procedimientos, ni tiene reglas, quisiera ser soldado? -

- ... Me descubrió, entre aquí porque tenían buenas referencias, podía convivir con personas de mi edad, y no con adultos que cuando se emborrachan, se ponen a llorar, inician pleitos imaginarios, pelean, te hablan de su vida, entre otras cosas nada decentes. Y ser soldado era lo más cercano de ser mercenario -

- Ya veo... - se rasco la cabeza con su pluma - ¿Dónde están tus padres? ¿Qué les pasó? -

- No lo sé, la última vez que ví a mi padre tenía siete, y nunca conocí a mi madre porque murió no mucho después de que nací -

- ¿Por qué lo viste por última vez cuando tenías siete? -

- No lo recuerdo bien, solo recuerdo correr al bosque desesperada, y perderme en este, terminando en un pueblo ajeno, con otro idioma. Eh ahí el hecho de que sepa varios idiomas -

- ¿En ese pueblo hablaban cuatro idiomas? -

- No de hecho los mismo mercenarios que me han cuidado me trataron de vender un año después de estar ahí, logré escapar golpeandolos dónde más les duele, también fue duro para mí no sabía que hacer. Me fui de ese pueblo a otro con otro idioma, dónde me volvieron a secuestrar un año más tarde para cuidarme. Loco ¿No? Después estuve en dos pueblos más por estar acompañandolos y aprendí dos idiomas más, estaba en proceso de otro pero vine aquí -

- ¿Por qué te secuestraron para cuidarte los mercenarios? -

- Yo le conté lo que me pasó, no se el porque de eso, no me lo han dicho. No es al único que le parece raro que ellos me hayan estado cuidando -

- ¿... Ellos no podían venir hoy? -

- Bueno, si no los ve aquí es por algo. Ellos si sabían que hoy era, está plática. Me cuidan y todo, pero no siento que ellos me vean como su familia, así como yo los veo -

El mayor la observo en silencio, cuando estaban en los entrenamientos ella era fuerte. Un muro muy grande y difícil de romper. Así era como se mostraba ante todos.

Pero... Al final del día, ella seguía siendo una niña.

Una niña que vivió en el mundo de los mercenarios. No es que sea un mal mundo, ellos trabajaban por dinero, la mayoría de los encargos no eran de matar a nadie.

Pero seguía siendo un ambiente menos recomendado para que alguien crezca. Conocía a muchos mercenarios, estuvo con ellos y su mundo es sangriento.

Cómo el de los soldados, la diferencia los mercenarios tenían códigos que no rompían, dependiendo de su gremio. Los soldados rompían las reglas sin importantes nada.

Lo que los hacía iguales, era el hecho de que ambos tenian entrenamiento de soldado. La criaron como soldado.

- ... Si en algún momento, quieres hablar de algo que sientas no poder hablarlo con otra persona, puedes buscarme -

La menor dirigió la mirada hacia el. El sintió como si ella tuviera la mirada perdida.

- Está bien... Ya puedo irme, tengo sueño no dormí nada -

- Si, dile a tu siguiente compañero que venga -

- Bueno -

El mayor vio como se iba, ahora sabía un poco de su pasado.

Solo debía acercarse un poco más.

- ¿Como te fue Stella? -

- Pregunto por mis padres y mi pasado, nada fuera de lo común... También quería saber porque quería ser soldado, nada más - tomo asiento en su puesto y se volvió a acostar - Hoy no tengo batería para nada, y como no tenemos más clases hasta la tarde, levanté me cuando sea hora de comer -

- No deberías quedarte desvelando solo para leer una novela -

- Si fuera tan fácil -

2/6/2024