Capítulos Extras | Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?

1° Extra | ¿Inseparables?

Este extra va relacionado a la versión nueva que ya tengo planeada escribir. Así que, espero sorprenderles con ciertos cambios que ya verán en este extra y pueda que les haga imaginar cómo será la nueva versión. ¡Fuerza a todos!

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2019

❃ MADISON ❃

Bien. Solo tengo que concentrarme en mi madre, mi padre, mis amigos y no en Chiara y Elías.

Mucho menos en las risas de Lorena.

Esa chica suelta una carcajada a todo lo que suelta Elías. Ni siquiera sus comentarios son graciosos. Solo hace que este almuerzo en el jardín me resulte incómodo cuando en realidad debería ser grandioso, porque estamos celebrando el cumpleaños de mi madre.

Ya estamos en diciembre y siento como si se acercara el fin del mundo.

El fin de tu mundo, ese donde te imaginas siendo novia de tu hermanastra.

Es estúpido. Lo sé...

─Hija, qué sucede. ─La voz de mi padre me hace mirarlo ─. ¿No te gusta la carne? ¿Sabe mal?

Trago saliva al sentir varias miradas sobre mí.

Niego con la cabeza, mientras intento que mi humor no empeore.

Mi madre no se merece esto.

─No, padre. ─Le doy una pequeña sonrisa ─. Si estuviera mal, Lorenzo no hubiera pedido segundo plato.

Las risas no demoran en estallar.

¿Escuchaste eso Elías? Yo sí causo gracias sin decir estupideces.

─Pero tu ni siquiera has podido terminar el primero ─dice Elías.

Maldigo para mis adentros por haberse sentado enfrente de mí.

─¿Te encuentras bien, Madison? ─dice Elías.

Su gesto lo muestra como alguien preocupado, pero a mí no me engaña. Sé que mi bienestar no le interesa.

Opino lo mismo. No hay que confiar en él. Es el enemigo.

Respiro hondo.

─Estoy muy bien ─le digo, y meto a mi boca un trozo de carne.

Siento la mirada de Fabián y Javier. Sé que en sus mentes me están regañado y lamento haberme sentado en medio de ellos.

Quizá debí sentirme al lado de mi madre.

La miro, y le sonrío para no preocuparla. Se ve radiante como siempre, y no quiero que su felicidad se arruine por algo insignificante.

Tus sentimientos no correspondidos no son irrelevantes.

Tengo 15 años. Este tonto enamoramiento por Chiara ha de ser pasajero, lo que lo hace insignificante.

Pregúntatelo en cinco años.

Meto otro trozo de carne a mi boca, obligándome a no mirar a Chiara.

Por supuesto, está sentada al lado de Elías. No comenta mucho, pero parece estar muy cómoda a su lado.

Ella saborea su plato. Él le habla al oído, y ella sonríe.

¿Qué la habrá dicho?

¿No que te ibas a obligar a no mirar a Chiara?

─Disimula mejor ─me dice Fabián en voz baja.

Respiro hondo, y opto por beber mi refresco.

Lorenzo hace un sonido con su copa, y me esfuerzo en ponerle atención.