•Genesis• Hazbin Hotel (RadioApple)

Caida (1/2)

Notas:

Este capítulo no es más que un flashback de la caída de Lucifer. Está lo más pasado por alto posible para evitar una exposición excesiva, pero aún así es bastante largo y necesita dos capítulos.

Un poco de historia: los humanos solían tener una larga esperanza de vida hasta que Eva comió la manzana, lo que significa que Adán y Lilith habían vivido unos cientos de años. Todavía es infantil comparado con la inmortalidad de un ángel, pero son muchos años.

Aquí hay un detalle menor, pero para las Siete Virtudes Celestiales, Michael y Lucifer compartieron asiento ya que eran muy cercanos y eran gemelos. Es sólo una pequeña cosa que tengo en mente.

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La primera de las creaciones del Señor fue la luz. Rayas de estrellas se derramaron a través del vasto vacío, dando origen a la colección de colores conocida como el cosmo.

Lucifer no existía hasta que abrió los ojos. Ante él había un hombre mucho más alto que él. Se sostuvieron la mirada y ninguno se atrevió a moverse. Los dos estaban sobre un anillo planetario de polvo cósmico y no tenían nada más que la belleza del universo como audiencia.

Entonces, sintieron una mano en la espalda, indicándoles que no tuvieran miedo.

Identificaron al tercero como su padre.

Sin instrucciones, cada uno levantó una mano y se acercó a su otra mitad. Las puntas de sus dedos se tocaron y bailaron alrededor del borde antes de entrelazarse. Una sonrisa floreció en sus rostros ante su unión. Se sentía bien, se sentía completo.

Michael lentamente se arrodilló, sin romper nunca el contacto visual. Era como si el océano de cuerpos celestes no significara nada para él... como si no pudiera apartar la mirada de la Estrella de la Mañana del Señor. Las manos de Lucifer se dirigieron a la cara de su otra mitad, tejiendo entre mechones dorados y apartando su flequillo a un lado. Se inclinó para darle un suave beso en la frente.

Una bendición...

Detrás de ellos, lluvias de cometas y meteoros cruzaban el vacío. Un cúmulo de estrellas gravitó una hacia otra hasta que explotaron en una brillante supernova. La colisión derramó innumerables tonos brillantes y chispas centelleantes, salpicando los restos de estrellas en su punto más brillante. Es una exhibición caótica de poder desenfrenado.

Pero incluso sin palabras, sabían que no debían pensar en la pintura como algo más que una celebración. El colapso de las estrellas fue la felicitación de su Padre.

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El Edén fue una amalgama de la compasión del Señor, un monumento a Su gloria. Sería una utopía idílica llena de una parte de la visión de cada ángel. Un pedazo de paraíso habitado por una raza creada únicamente para disfrutar de la benevolencia del Señor.

Todo el mundo estuvo de acuerdo en que el Edén era perfecto. Cada flor y cada animal, cada roca y cada arroyo, habían sido creados con un propósito. No hubo un solo error. Y cuando el Señor reunió un puñado de polvo dorado y sopló vida en Sus manos, los primeros de la humanidad despertaron. Al igual que con la creación del Edén, Lucifer también estaba enamorado de la humanidad.

Los amaba entrañablemente y se encargó de enseñarles las maravillas del Señor. Le recordó épocas anteriores cuando él y Michael actuaban como mentores de sus hermanos menores.