prólogo

12 2 0
                                    

Un completo idiota e inteligente o tal vez un cobarde, había conseguido lo que por tanto tiempo había deseado.

Hoseok amaba a su estrellita, y por nada del mundo dejaría de amarlo,  solamente se casaba con ese hombre porque necesitaba proteger a los que quería. Sentía que solo eso era su deber, aparte de que fue forzado, aún así estaba dispuesto a arriesgarse.

Había llegado el día que aquel hombre esperaba con ansias. Hoseok por su parte, sentía que ese día era como una de sus peores pesadillas.  El pelinegro se levantó de su cama y camino hacia el espejo que se encontraba frente a él; se miro directamente hacia  su reflejo en el espejo. Mientras se miraba con detalle a los ojos, se hablo así mismo— Yo no quería nada de esto. No sabía que esto podía suceder. Soy un completo imbecil, debí darme cuenta con que tipos de personas me relacionaba— con coraje, tiro todas las cosas que se encontraban encimadas en la mesa—¡Maldita sea, los odio!— el hombre grito con total fastidio.

Jin entro a la habitación de Hoseok y lo observó,  el pelinegro se dio cuenta que alguien estaba ahí y se seco las lágrimas—¿Qué quieres?— fingió un poco su enojo— Venía a ver si estabas despierto. 

—Lo estoy ¿Qué necesitas?

—Qué te bañes, vendrán a ayudarte a arreglarte, hoy te casas con mi hermanito. No querrás dejarlo plantado—Jin sonrió, y Hoseok no dijo nada, solo asintió y se metió a bañar. Jin salió de la habitación y bajo a la cocina.

Llegaron dos personas a la habitación de Hoseok, ayudaron al chico a vestirse y trataron de dejarlo lo más guapo posible, aunque Hoseok ya lo era, y Yoongi siempre le recordaría eso.

Después de casi una hora, Jin volvió a entrar a la habitación. El pelinegro estaba en la cama, jugando con sus dedos, parecía como un niño al que hubieran regañado por hacer alguna travesura—ya vámonos— Jin lo llamo—Adiotas— Hoseok hablo bajo, pero aún así Jin lo escucho—Tranquilo, no te pasará nada.

—Pues, dile a tu hermanito que no lo voy a hacer, me importa poco que se quede ahí,  n-no estoy dispuesto a traicionar a Yoongi. ¡No habrá boda con el maldito idiota de tu hermano!

—¿Es enserio Hoseok?, te vas a casar con el, no puedes romper tu compromiso así como así— Jin se burló, mientras que los ojos de Hoseok comenzaban a cristalizarse, y no pudo hacer nada más que soltar las lágrimas—No, no puedo con esto—Jin vio a Hoseok pararse de la cama, y fue empujado por el mismo para que se quitará del camino.  Hoseok bajó casi corriendo, agarró las llaves de su auto y salió de la mansión.

El castaño mayor trato de detenerlo—Mierda— se dijo así mismo cuando vio a Hoseok entrar a su coche y dirigirse a quien sabe donde.

Un día lluvioso y nublado, demasiado triste, el cielo lloraba junto con Hoseok.

—Se supone que hoy estaría, más bien, estaríamos celebrando nuestro tercer aniversario de esposos...Yoongi ¿¡Por qué te fuiste!?¿¡Por qué me dejaste!?- Hoseok estaba demasiado alterado, demasiado que golpeaba con fuerza el volante de su vehículo. Arranco la flor que llevaba en el traje y se quitó el moño.

Pocos minutos después Hoseok llegó a un lugar al que solía ir siempre con Yoongi, estaba repleto de flores hermosas en ese lugar se respiraba un olor fresco y floral, gracias a la llovizna que caía, era maravilloso y muy relajante para Hoseok.

El chico bajo de su vehículo y se dirigió a un pequeño campo de flores que se encontraba por la carretera.

A lo lejos vio a alguien sentado en el campo, no podía ver bien quién era, pues sus ojos aún estaban con lágrimas y el pelinegro miraba borrosa aquella imagen de la persona que estaba por ahí —¿Yoongi?¡Yoongi!— Hoseok grito, realmente se sentía demasiado adolorido por lo que sucedió con Yoongi, segundos después, vio como esa persona se levantaba del lugar y corrió hacia el—¡Ey! ¿Estás bien? Hoseok— el chico limpio las lágrimas de Hoseok que aún caían por sus mejillas, después, el pelinegro se limpio los ojos, y se seco las lágrimas con las mangas de el saco de su traje.

Empezó a ver un poco más claro, Jungkook era quien estaba sentado ahí, el era quien había corrido hacia Hoseok para ver qué hacia ahí —¡Ah! Jungkook.

—¿Qué haces aquí Hoseok? Se supone que ahora te estarías casando con el hermano de Jin,¿No es así?

—No puedo Jungkook,n-no quiero, el no es Yoongi, el...el solo,el solo no es el amor de mi vida.

— Yo sé que aún sigues estando mal por Yoongi, yo igual, pero necesito que me hagas caso Hoseok.

—¿Vas a comenzar?

—Si, si voy a comenzar porque yo quiero mucho a Yoongi, es mi amigo y esas gentes con las que se fueron a meter no son nada más que unos malditos mafiosos. Ya te hicieron mucho daño Hoseok, a todos los que rodeamos a Yoongi, a todos nosotros nos hicieron mucho daño, no te das cuenta de eso ¿Verdad? Hoseok por favor reacciona, date cuenta, debemos ir con la policía o algo, para que podamos denunciarlos por todo lo que han hecho.

— Jungkook, no puedo.

—Si, si puedes Hoseok yo te acompaño vamos, yo iré con-

—¡Que no, Jungkook! ¡¿Qué parte de que solo trato de proteger a mi mamá, a Jimin y a ti no entiendes?!"— Jungkook se quedó callado, con la boca semiabierta y los ojos muy abiertos. Hoseok le acababa de gritar. El pelinegro solo buscaba cuidar de su única familia y eso era lo que, según él, Jungkook no entendía.

Al poco tiempo llegó un vehículo de color negro, era uno de los automóviles  de MERCEDES-BENZ, tenía los cristales blindados, y no se veía absolutamente nada, Hoseok y Jungkook estaban juntos hablando, cuando el mismo Jungkook vio al chico que Hoseok había dejado tirado en el altar —Eres un imbecil Hoseok— el cuerpo del pelinegro comenzó a temblar cuando escucho la voz profunda y distintiva atrás de el.

En mi otra vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora