Punto De Quiebre

𝓒𝓪𝓹 6: Hay veces que imitamos lo que hacen los demás, aunque no nos gusten●

"El primer paso para sanar es aceptar que mereces vivir."
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Oliver ❄️⛸️

Desde chico siempre me ha preocupado encajar, formar parte de algo, aunque no me sintiera cómodo.

Siempre fui de esas personas que tenían pocas amistades y que al poco tiempo estas la dejaban de lado por una razón u otra.

Me desesperaba bastante, ya tenía el hecho de que mi padre me haya abandonado, que mi madre se la pase en el trabajo y que mi hermana ni siquiera reparará en mi presencia, siempre estuve solo.

Nunca tuve amigos que realmente se importaran por mí, y yo lo hacía, me preocupaba excesivamente por el resto.

Llegue a pensar que era culpa mía que nadie estará a mi lado, llegué a regañarme a mi mismo por eso.

"Quizás si solo no fuera tan intenso..."

"Quizás si no estuviera tan pendientes de ellos..."

Me frustraba, odiaba ver que cada persona a la que lograba tener cierto aprecio me desplazaba de su vida como si no significará nada en ella.

Una persona pasajera que luego de un tiempo ya no importaba.

Supongo que eso quizás influyó en el hecho de que buscará cualquier cosa para formar parte de algo.

Bastantes chicos hacían eso de hacerse los misteriosos para llamar la atención de las chicas o incluso las ignoraban.
Intente imitarlo, y me sentaba fatal.

Seguí haciéndolo, hasta hace poco, total era solo un beso, ni más ni menos.

Aún así no me sentía muy distinto la verdad, era como... no sé, vacío.
Nunca experimente eso de las maripositas emputadas que revolotean en tu estómago, o eso de que se te acelera el corazón solo por ver a tu crush, ninguna de esas boberías.

No te hagas, que te encantaría que te pasase eso.

Volviendo al asunto me dejé llevar por la corriente y ya, para perder un poco el tiempo, y ocuparlo de alguna manera.

Así también me uní al equipo de fútbol.

Donde estoy ahora mismo.

Mire de reojo a mis compañeros, estaban agachados tratando tocar la punta de sus pies, los imite por pura inercia.

Odiaba el fútbol pero inexplicablemente no se me daba mal.

No era una super estrella pero tampoco era un desastre.
Tenía cierto equilibrio.

Me incorpore y sentí como alguien me pateaba la pierna con su pie.
Me gire y para sorpresa de nadie Kyker estaba detrás de mi.

Era uno de los delanteros del equipo y jugaba jodidamente bien, además es un chico maravilloso, de esos que todo el mundo quieren formar parte de su grupo de amigos por lo buena onda que es.

Pero así como era de agradable lo era de pesado, no en el mal sentido pero disfrutaba molestarte cuando no te dabas cuenta.

Esboce una sonrisa.

-No he tocado una pelota y ya estoy sudando- se pasa la manga por la frente quitando las pequeñas gotitas de sudor de tal manera que su cabello blanco, en el que ya se notaba sus raíces oscuras, se pegara la piel de su rostro- cambiando de tema, no estas tan gruñón como de costumbre.

-Puede que sea porque no te vi en toda la semana.

-Muy gracioso- puso los brazos en jarras- yo se que me amas- me guiño un ojo- hablando de amor.