Punto De Quiebre

𝓒𝓪𝓹 20: Confusión

"Nunca soy suficiente, o al menos así me siento cuando me comparo."

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Cade🎮🎶

-Esto es aburrido -suelto un quejido, clavo mi mirada en él techo blanco- demasiado aburridooo.

A mi mamá le ha parecido genial utilizar la suspensión como excusa para sacarme la tele de mi cuarto y por supuesto que también la play.

De la fiesta no dijo nada porque aún no se lo he preguntado.

Me acuesto y dejo caer mi cabeza en el borde de la cama para luego mirar con una sonrisa boba como toda la pieza se ve de cabeza.

-Cade, adivi... -abre la puerta de la pieza y doy un respingo- pero ¿qué? -sacude la cabeza- no diré nada al respecto, abajo esta el chico ese que viene siempre.

-¿Bautista?

Se encoje de hombros.

-Se me olvido su nombre -mira mi habitación y clava su mirada en mi escritorio- ¿y tu coso ese que usas para jugar?

-Play -entrecierro los ojos y él asiente- me la quito mamá.

-¿Incendiaste la cocina de nuevo?

Me siento bien en la cama y arrugo la nariz.

-No -enarca una ceja- solo porque me da miedo cocinar.

-¿Y entonces qué pasó?

-Me suspendieron del colegio -mascullo a regañadientes.

-Oh -suelta una carcajada- ahora tendrás que contarme todo, hermanito.

-Un chico comenzó a insultarme, y le dí un puñetazo, fin de la historia.

Su emoción se desvanece.

-Que explicación más vaga.

Escucho la risa de mamá, oh cierto, esta abajo.

Me pongo las zapatillas lo más rápido que puedo, odio que aparezca sin avisar porque estoy hecho un asco, llevo puesto una remera con una mancha de helado y unos pantalones de algodón, básicamente en pijama.

Me desvisto y veo como Kei avanza con lentitud hasta el ropero para sacar una camiseta celeste pálido y un jean azul oscuro.

-Sabes que le da completamente igual la ropa que lleves puesta ¿cierto?

Me sacó las zapatillas de nuevo para cambiarme y vuelvo a ponérmelas.

-Mamá hizo torta, sírvele un pedazo a Benjamín.

-Bautista -corrijo.

-Sí, lo mismo.

Le resta importancia con la mano, me acerco a la puerta, por lo menos no va a ser tan aburrido.

Escucho sus voces desde el pasillo por lo que me apuro y bajo con rapidez.

Él está de espaldas en la sala de estar, lleva jeans celeste claro con una remera blanca que tiene palabras en azul oscuro desordenadas en la parte de atrás.

Siempre viste demasiado bien adonde quiera que vaya.

-Oh, Cade -mamá me ve resentida y hago una mueca- me comentó que tienen una fiesta el sábado, hablaremos luego eso.

-Puedo llevarlo -se ofrece con una sonrisa cordial, luego me mira y la ensancha.

Tiene el cabello castaño desordenado como si se hubiera pasado las manos por él demasiadas veces.