Las casas están cubiertas de nieve . El vecindario está lleno de luces . Las calles están llenas de familias con sus niños . Esos niños derrochan ilusión por esta época del año .
Exacto , es navidad .
Obviamente Chiara no va a ser la única que se quede en casa , así que ahí está . En la calle , con un gorro de lana negro y su bufanda a conjunto yendo a alguna juguetería a ver si puede encontrar algo que a los niños les guste .
De camino a una tienda ve a una niña . Ella va con su madre y su padre , dando botes de alegría por ser el día que es , repitiendo una y otra vez que hoy llegarán los reyes magos , que tienen que ir a casa a preparar bien las cosas del árbol , que no se les puede olvidar la zanahoria para los camellos . Los padres la miran con una sonrisa y la comen a besos , después se miran con muchísimo amor . Se nota que se quieren .
La medio inglesa daría lo que no tiene por estar así con sus hijos , por estar así con ella , pero ella quiso que aquello se acabase , y ya no podía hacer nada para volver a atrás . O eso pensaba .
Desde que Violeta decidió que lo mejor era dejarlo para que mentir , la pelinegra no volvió a ser la misma . Veía a sus hijos dos veces por semana , los echaba de menos y cuando volvía de trabajar no tenía a Violeta esperándola para darle un beso tumbada en el sofá . Esto hacía que se sintiera sola en casa .
¿ Lo peor de esta época ? Ver como todas las demás personas están felices con su familia y ella... Ella como mucho lograba ir a la casa de la que fue su esposa a la que quería con locura para darles un par de regalos . Le dolía ya que las palabras querer o amar se quedaban cortas para expresar lo que sentía por su familia
A Chiara siempre le gustó la navidad , siempre fue su época del año favorita , pero con el tiempo al ver que no podía pasarla con aquellas personitas que le daban vida , se iba perdiendo esa ilusión .
En la juguetería ve ese coche del que tanto le hablaba el pequeño Hector todos los fines de semana , o ese oso gigante de peluche que le pedía Aroa . Lo gracioso es que es incluso más grande que ella y por poco no llegaba a abrazarlo del cuello .
La menorquina cogió esos dos juguetes y los compró para ellos . El oso lo metieron en una caja tan grande que no sabía cómo iba a conseguir llevarlo , suerte que tenía el coche en la esquina .
Metió las cosas en el maletero haciendo una especie de tetris , pero de buenas a primeras su vista se va , se va hacia una joyería .
Al acercarse al escaparate lo ve , ve ahí ese colgante , ese colgante con unas cerezas plateadas colgando de aquella fina cadena . Que tanto le recuerda a ella . A esos momentos en la academia , a su tatuaje conjunto de aquella canción que les unió y que en aquel momento no pudo evitar mirar de nuevo , a los momentos en los que la motrileña embarazada de Hector la veía tocar el piano y cantaba con ella acariciándole el cuello y dándole besos .
Chiara no sabía que mosca le picó en ese instante pero cuando volvió a abrir los ojos de manera consciente ya estaba en la joyería esperando a que le diesen el colgante en una cajita .
No sabia que iba a hacer ahora con esto , le gustaría tener la valentía de dárselo , pero no tenía siquiera la valentía de decirle que la seguía queriendo , menos la tendría para poder darle un regalo .
Desde hace 3 años , este ya es el cuarto , va a la casa de Violeta para estar con los niños en navidad . Ambas no quieren que los niños pasen la navidad con sus madres separadas . Es incómodo , pero por ellos hacen lo que sea .
La guiri condujo hasta la casa y aparcó justo en frente . Si , la casa donde solía vivir con ellos , su casa . Si , fue ella la que tuvo que irse y buscar otro sitio donde vivir . Su casa ahora era fría y solitaria .