Capitulo 2 El Plan Oscuro

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Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses, mientras Naruto, Kurama, Itachi y Sasuke pasaban cada vez más tiempo juntos. La amistad entre Naruto y Sasuke se fortalecía día a día. Sasuke, al principio reservado, comenzó a abrirse con Naruto, compartiendo sus sueños y aspiraciones.

—Quiero ser tan fuerte como mi hermano —dijo Sasuke un día mientras practicaban técnicas de combate en el claro—. Y algún día, quiero proteger a todos los que me importan.

Naruto, montado en la espalda de Kurama, sonrió con entusiasmo.

—¡Y yo quiero ser el mejor ninja y jinete de dragones que haya existido! ¡Juntos podemos lograrlo, Sasuke!

Itachi observaba a los dos niños desde la distancia, sintiendo una mezcla de orgullo y ternura. Ver cómo Naruto y Sasuke se apoyaban mutuamente le daba esperanzas para el futuro. En más de una ocasión, Itachi tomó a Naruto bajo su ala, enseñándole no solo técnicas de combate, sino también valiosas lecciones de vida.

Flashback

Una tarde, mientras el sol se ponía, Itachi y Naruto se sentaron junto a un río, observando cómo el agua fluía suavemente.

—Naruto, el verdadero poder no reside solo en la fuerza física o en el dominio de técnicas —dijo Itachi con voz calmada—. Reside en el corazón, en la determinación de proteger a los que amas y en la capacidad de comprender y respetar a los demás.

Naruto asintió, absorbiendo cada palabra como una esponja.

—Lo sé, Itachi. Haré todo lo posible por ser fuerte y proteger a Kurama y a mis amigos.

Fin del flashback

Itachi veía en Naruto a un hermano menor, alguien que necesitaba guía y protección. Cada vez que miraba a Naruto, veía el potencial de un gran ninja y un amigo leal.

Una tarde, Itachi y Sasuke invitaron a Naruto a su hogar para cenar. Fue una noche llena de risas y camaradería. Naruto, acostumbrado a la soledad, se sintió abrumado por la calidez y el amor que experimentaba en la casa de los Uchiha.

—Naruto, siempre eres bienvenido aquí —dijo Itachi con una sonrisa—. Eres como un hermano para nosotros.

Naruto, con lágrimas de gratitud en los ojos, asintió.

—Gracias, Itachi. Esto significa mucho para mí.

Durante una práctica en el claro, Itachi y Sasuke notaron que Naruto estaba inquieto.

—¿Qué te pasa, Naruto? —preguntó Sasuke, preocupado.

—He estado pensando en lo que Itachi me dijo sobre el verdadero poder —respondió Naruto—. Quiero ser fuerte, pero también quiero proteger a todos, incluso a aquellos que me han rechazado.

Itachi puso una mano en el hombro de Naruto.

—Eso es lo que te hace especial, Naruto. Nunca pierdas ese corazón noble.

La aldea oculta de la Hoja, una vez más, se preparaba para una noche de calma y tranquilidad. Pero en las sombras, un plan oscuro se estaba tejiendo contra Naruto y Kurama.

Mientras Naruto y Kurama disfrutaban de un momento de paz en el bosque, ajeno al peligro que se cernía sobre ellos, Itachi y Sasuke realizaban sus tareas cotidianas en la aldea.

En la Torre Hokage

Kakashi Hatake, un hombre de cabellos plateados que desafiaban la ley de la gravedad, escuchaba a escondidas la conversación entre Hiruzen Sarutobi y Danzo Shimura. Había prometido cuidar de Naruto, pero el consejo lo había enviado a constantes misiones, impidiéndole cumplir su promesa.

—Hokage-sama, debemos tomar a Naruto y a su dragón. Son armas demasiado valiosas como para dejarlas sueltas —demandó Danzo.

Hiruzen, firme en su decisión, negó con la cabeza.

—No sacrificaré la libertad y la seguridad de Naruto. No permitiré que se convierta en una herramienta de guerra, Danzo.

Kakashi, al escuchar esto, supo que debía actuar. Se alejó silenciosamente de la oficina y se dirigió al bosque.

En el bosque

Mientras tanto, Naruto estaba recostado en el lomo de Kurama, escuchando atentamente mientras el dragón de las nueve colas le contaba historias sobre el origen de él y sus hermanos.

—Érase una vez, dos hermanos llamados Hagoromo y Hamura Otsutsuki viajaban por el mundo en busca de un lugar para descansar —comenzó Kurama, su voz resonante llenando el aire del bosque—. Mientras caminaban, Hamura divisó un nido extraño en la distancia y se acercó, curioso por saber qué contenía.

Naruto se inclinó hacia adelante, fascinado por la historia.

—¿Qué encontraron? —preguntó ansioso.

—Cuando Hamura se acercó al nido, Rikudo, su hermano, lo siguió. Encontraron nueve huevos, cada uno con un cascarón de colores llamativos y brillantes. Hamura y Rikudo comprendieron que estos huevos eran especiales. Decidieron cuidarlos hasta que eclosionaran, y de esos huevos nacimos nosotros, los nueve dragones con colas. Cada uno de nosotros recibió un número de colas, simbolizando nuestro poder y propósito en este mundo.

Naruto escuchaba fascinado, sintiendo una conexión profunda con la historia de Kurama. De repente, Kurama levantó la cabeza, sus orejas se aguzaron al captar sonidos de pasos apresurados acercándose.

—Naruto, alguien se acerca —advirtió Kurama.

Naruto se puso en alerta, y pronto vio a Itachi y Sasuke montados en sus dragones, volando hacia ellos. Sin embargo, detrás de ellos, se escuchaban los gritos y pasos de una turba de aldeanos y ninjas que los perseguían.

—¡Naruto, Kurama! —gritó Itachi mientras aterrizaba junto a ellos—. Tenemos que irnos de aquí, ahora. Los aldeanos y ninjas están planeando atacarlos.

Naruto y Kurama intercambiaron miradas de preocupación. Sin decir una palabra, subieron a Kurama y se prepararon para huir.

Antes de que pudieran despegar, los aldeanos y ninjas emergieron del bosque, rodeándolos con miradas llenas de odio y determinación.

—¡Ahí están! —gritó uno de los aldeanos—. ¡No dejaremos que ese monstruo siga viviendo entre nosotros!

Itachi y Sasuke se posicionaron defensivamente junto a Naruto y Kurama, listos para protegerlos. Itachi se preparó para enfrentarse a los aldeanos, pero de repente, un dragón de escamas plateadas apareció en el cielo, descendiendo rápidamente. Montado sobre el dragón estaba un hombre de cabellos plateados, con una banda cubriendo uno de sus ojos: Kakashi Hatake.

Kakashi realizó un jutsu de fuego, creando una barrera ardiente que dividía a los aldeanos del grupo de Naruto.

—¡Vamos! —exclamó Kakashi—. ¡No hay tiempo que perder!

Kurama subió a Naruto en su lomo y comenzó a correr hacia las afueras del bosque, seguido de cerca por Itachi y Sasuke montados en sus dragones. Kakashi los cubría, asegurándose de que la barrera de fuego mantuviera a los aldeanos a raya.

Mientras corrían hacia la libertad, Naruto miró a sus nuevos amigos y a Kakashi, sintiendo una mezcla de miedo y esperanza. Sabía que mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier desafío.

💮🍃 La leyenda del jinete del dragón de 9 colas 💮🍃  en modificaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora