La barrera de fuego creada por Kakashi mantenía a los aldeanos y ninjas a raya, pero Naruto, Kurama, Itachi, Sasuke y Kakashi sabían que no tenían mucho tiempo antes de que sus enemigos encontraran una manera de sortear el obstáculo.
Mientras corrían por el bosque Naruto se aferraba al lomo de Kurama, su corazón latiendo rápidamente. Miró a Itachi y Sasuke, que cabalgaban cerca en sus dragones, y luego a Kakashi, que volaba sobre su dragón plateado.
—¿A dónde vamos? —gritó Naruto por encima del rugido del viento y el crepitar del fuego.
Kakashi, con su característica calma, respondió:
—Conozco un lugar seguro fuera de la aldea. Debemos llegar allí antes de que nos alcancen.
Itachi, siempre vigilante, observaba los alrededores, buscando cualquier señal de peligro.
—Mantente alerta, Sasuke. No podemos permitirnos bajar la guardia —dijo Itachi, su voz firme pero tranquilizadora.
Sasuke asintió, su mirada determinada mientras mantenía el ritmo de vuelo de su dragón junto al de Itachi.
Mientras sobrevolaban los bosques
El grupo volaba en formación, atravesando la vasta extensión de bosques que rodeaban Konoha. El cielo nocturno se iluminaba con las estrellas, brindando una sensación de tranquilidad a pesar de la situación. A medida que avanzaban, Naruto y Sasuke empezaron a sentirse fatigados. Sus párpados se volvían pesados y sus cuerpos empezaban a ceder al cansancio.
Kurama notó el cambio en Naruto, sintiendo cómo su jinete se iba quedando dormido sobre su lomo. Con una suave voz, le dijo:
—Descansa, Naruto. Yo te llevaré a salvo.
Itachi y Kakashi también notaron que Sasuke se estaba quedando dormido. Intercambiaron una mirada y decidieron bajar la velocidad del vuelo para permitirles descansar.
—Es mejor que aterricemos por ahora —dijo Kakashi—. Ambos necesitan descansar.
Itachi asintió, dirigiendo a su dragón hacia el suelo. Kurama y el dragón plateado de Kakashi hicieron lo mismo, descendiendo lentamente hasta encontrar un refugio adecuado en las orillas de las tierras del Fuego.
El claro donde aterrizaron estaba rodeado de árboles altos y una pequeña corriente de agua que fluía serenamente. Era un lugar tranquilo y seguro para pasar la noche. Kurama bajó a Naruto con cuidado, asegurándose de no despertarlo. Itachi hizo lo mismo con Sasuke, acunándolo en sus brazos antes de colocarlo suavemente en el suelo.
Kurama tomó a Naruto y Sasuke por el cuello de sus ropas y los colocó en su regazo, cubriéndolos con una de sus colas para proporcionarles calor y protección. Los niños se acomodaron instintivamente, sus respiraciones tranquilas y rítmicas mientras dormían profundamente.
Itachi se acercó a Kakashi, su expresión serena pero agradecida.
—Gracias por tu apoyo, Kakashi. No sé qué habríamos hecho sin ti.
Kakashi asintió, su mirada seria pero comprensiva.
—No hay de qué, Itachi. Naruto y Sasuke son importantes para mí también. ¿Cuál es nuestro siguiente movimiento?
Itachi reflexionó por un momento antes de responder.
—Debemos llegar a un lugar seguro donde podamos planear nuestros próximos pasos. No podemos quedarnos mucho tiempo en un solo lugar, Danzo y sus seguidores nos buscarán sin descanso.
Kakashi asintió, compartiendo la preocupación de Itachi.
—Conozco algunos refugios fuera del territorio de Konoha. Lugares que podrían sernos útiles mientras decidimos cómo proceder.
Naruto, aunque medio dormido, abrió los ojos y miró a Kakashi con curiosidad.
—¿Quién eres? —preguntó Naruto con voz somnolienta.
Kakashi sonrió bajo su máscara y se sentó junto a Kurama.
—Soy Kakashi Hatake. Fui alumno de tu padre, Minato Namikaze.
Naruto abrió los ojos completamente, sorprendido y lleno de preguntas.
—¿Conociste a mis padres? ¿Están vivos? ¿Me abandonaron?
Kakashi negó con la cabeza, su expresión se suavizó.
—No, Naruto. Tus padres te amaron mucho. Dieron sus vidas para protegerte. Fueron emboscados en una misión y dieron todo de ellos para asegurarse de que pudieras vivir y estar a salvo.yh
Naruto sintió una mezcla de tristeza y gratitud. Las palabras de Kakashi llenaron un vacío en su corazón, pero también le dieron una nueva determinación.
—Los extraño, aunque nunca los conocí —dijo Naruto en voz baja.
Kakashi puso una mano en el hombro de Naruto.
—Ellos siempre estarán contigo, Naruto. En tu corazón y en tu espíritu. Eres su legado, y estoy aquí para ayudarte a ser el mejor ninja que puedas ser.
Naruto asintió, sintiendo una conexión especial con Kakashi. Sabía que, con Kurama, Kakashi, Itachi y Sasuke a su lado, podía enfrentar cualquier desafío que se presentara.
Mientras tanto, en Konoha
Los aldeanos y ninjas, frustrados por no haber atrapado a Naruto y Kurama, regresaron a la aldea. Danzo, furioso por el fracaso, comenzó a planear su próximo movimiento, decidido a capturar a Naruto y su dragón a toda costa.
Hiruzen Sarutobi, el Hokage, estaba profundamente preocupado. Sabía que el futuro de Naruto era incierto y lleno de peligros. Pero también sabía que el joven ninja tenía un espíritu indomable y un corazón valiente.
—Debes ser fuerte, Naruto —murmuró Hiruzen, mirando hacia la noche—. El destino tiene grandes cosas preparadas para ti.
Con una determinación renovada, Hiruzen se levantó de su escritorio y llamó a un mensajero.
—Llama a los líderes de los clanes para una reunión urgente —ordenó el Hokage—. Debemos discutir la situación actual y tomar decisiones cruciales para el futuro de Konoha.
El mensajero asintió y salió rápidamente para cumplir la orden. Hiruzen sabía que la situación requería la sabiduría y la cooperación de todos los clanes de la aldea.
Hiruzen Sarutobi se preparaba para la reunión con los líderes de los clanes. Sabía que necesitaba su apoyo para enfrentar la amenaza interna que representaba Danzo y proteger a Naruto y su dragón.
Horas después, en la sala de reuniones
Los líderes de los clanes comenzaron a llegar, cada uno con una expresión seria y preocupada. Hiruzen los saludó con respeto y los invitó a tomar asiento.
—Gracias por venir con tan poca antelación —comenzó Hiruzen—. Nos enfrentamos a una situación grave que requiere la cooperación y el consejo de todos ustedes.
Los líderes asintieron, esperando escuchar más detalles. Hiruzen tomó aire y les explicó la situación con Danzo, Naruto y Kurama, y la amenaza que representaban para la estabilidad de la aldea.
—Debemos tomar una decisión sobre cómo proteger a Naruto y su dragón, y cómo manejar la amenaza interna que representa Danzo —concluyó Hiruzen—. Necesitamos actuar juntos para asegurar el futuro de Konoha.
Los líderes intercambiaron miradas serias, comprendiendo la gravedad de la situación. Sabían que el futuro de la aldea dependía de las decisiones que tomarían en esa sala
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Nota lamento el retraso estuve fuera de mi zona de confort pero aquí traigo el capitulo cuídese mucho
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💮🍃 La leyenda del jinete del dragón de 9 colas 💮🍃 en modificación
FanficACLARACIÓN Y AVISOS Los personajes e imágenes usados en esta historia no son míos eso a sus respectivos creadores. ACTUALIZACIONES LENTAS. En un mundo donde los cielos son dominados por dragones, la historia de Naruto Uzumaki, acompañado de los...