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Suerte

⚠️️+18➖️

Joe creía que era un hombre con suerte, tenía a la chica, tenía trabajo, casa, estabilidad, e hizo la inútil pregunta de preguntarse ¿Qué podría salir mal? Y ese año pasaron diversas cosas en su vida.

Empezamos con Hogwarts, que tuvo que cerrar temporalmente por causa de la cámara de los secretos.

Una estudiante muerta, otro expulsado y el culpable exento de sus crímenes. Si, fue un año complicado.

El trabajo se acumuló, muchos alumnos se retrasaron.

Por lo que llego rápidamente el siguiente año, nuevamente creyó que sería rápido, pero no.

Como maldición el retraso anterior acumuló muchas cosas. Y tardo demasiado tiempo en liberarse y acumuló mucho estrés el y todos, estudiantes y maestros se encontraban estresados.

Una mañana despertó, no estaba Minerva a su lado, debido a que se despertaba ella más temprano que el para empezar a trabajar. Se sentía de malas, le dolía todo.

Quería descansar como si no existiera el hoy, mas la luz que entraba por la ventana le impedía sentirse cómodo.

Se sentó a duras penas. Iba a levantarse y empezar con su horrendo día, pero sintió algo en particular, amaneció con una ereccion.

Joe: Demonios

Tenía de dos, levantarse, ir al baño, bajarla o arreglarla y luego arreglarse. Fue un gran debate mental que duró hasta que vio la hora, había despertado una hora antes de lo usual, lo que significaba que tenía tiempo y no se retrasaría.

Como con Minerva solo dormía usando su pans y bóxer, solo se quito la parte de abajo.

Comenzó a masturbarse, Dios cuanto quisiera no tener que hacer eso solo.

Los movimientos empezaron lento, tenía que no se tocaba o lo hacía un buen tiempo, estuvo tan ocupado que la sola idea de sexo o masturbarse había desaparecido de su mente.

Y aparentemente su cuerpo sabía que necesitaba desestresarse.

Jadeo un poco cuando sus movimientos e imaginación coincidieron en una idea. Tener a Minerva con el. Sobre el, debajo de el, gimiendole por más, hacerlo en cada maldita superficie del cuarto.

Enpezaria en la cama, para tratarla como la dama que es. Seguiría quizá sobre el escritorio, si en el escritorio era una gran idea, contra la pared no sonaba mal, en la alfombra.

Penetrarla hasta... hasta dejarla embarazada era una idea que lo volvió loco, embarazarla después de hacerlo en alguna de las superficies de la habitación.

Demonios esa motivación por alguna razón lo éxito más.

Llenarla completamente, tomar sus pechos, su cadera, besar su cuello, su abdomen, cada parte de ella. Demonios cuanto deseaba que ella estuviera presente, que lo ayudará a correrse, era lo que necesitaba y no solo eso, hacer que ella llegara al orgasmo tantas veces que pareciera imposible.

My HeirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora