[EAH: El Dios Hada Regresa.]

Capítulo 4

Kiet miraba inexpresivamente a la recién llegada la cual seguía agitada, ya sea por haber corrido hasta el salón o por lo que pudiera pasarle en este momento.

-???: ...K-kiet c-cuanto tiempo.

Su voz flaqueo producto del miedo que estaba sintiendo.

Flora frunció el seño molesta, como se atrevía esta mujer a dirigirse así tan casualmente a su padre, tal falta de respeto merecía un castigo severo. Pero antes de qué pudiera decir o hacer algo Kiet habló con voz monótona.

-Kiet: Elysia... Creí haberte dado instrucciones claras para el momento de mi llegada.

-Elysia: Y-yo... Yo lo lamento mucho mi señor.

Se disculpó con voz quebrada, habiéndose dado cuenta de la mirada de molestia de Flora se aseguró de ser lo más respetuosa posible, no quería que por el capricho de una 'niña' Kiet acabará con su existencia.

-Kiet: Controla tus pensamientos, no querrás que se escapen sin querer ¿verdad?.

Comentó con diversion haciéndole saber que sabia lo que pensaba, lo que asustó al hada de sobremanera, abriendo grande los ojos por el pánico y el miedo se apresuró en arrodillarse.

-Elysia: P-por favor p-perdóneme, y-yo no-

-Kiet: Silencio.

Ordenó interrumpiendo el tartamudeo de la mujer, la cual seguía sumida en el miedo el cual aumentaba a cada segundo que pasaba, volviendo a hablar con tono de diversión y deleite.

-Kiet: Agradece que aun me eres de utilidad, o si no ya me hubiera deleitado con tus gritos y súplicas. Ahora... ¿En que estábamos?

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Kiet se encontraba caminando por los pasillos de ever after llamando la atencion de todos ya que no era una cara muy conocida.

-Kiet: (Faybelle me a estado evitando. ¿Que me ocultas hermanita?)

Sonrió al pensar en las posibilidades de que algo interesante este pasando lo que provocó una serie de sonrojos en un grupo de chicas que hablaban de él.

-Kiet: ¿Uh? Es Briar.

Dejó sus pensamientos de lado a notar una cara conocida a la distancia. Demaciado conocida diría él, camino hasta ella que al parecer no lo había escuchado acercarse así que decidió darle un pequeño susto.

-Kiet: ¡Pero si no es otra que la siguiente Bella Durmiente!

Exclamó apareciendo de la nada frente a la chica la cual dio un grito y un pequeño salto, miró a un sonriente Kiet mientras se apoyaba en los casilleros y se agarraba el pecho tratando de calmarse.

-Briar: ¡¿Que crees que haces tonto!?

Acercándose a Kiet le gritó con voz enojada, pero fue sorprendida al ser acorralada contra los casilleros, sonrojandose cuando Kiet acercó su rostro al suyo.

-Kiet: Hola a ti también~

Sonriendo satisfecho por la reacción de Briar se dio la vuelta al sentir un par de miradas en él. Viendo a dos chicas que solo conocía por rumores, ambas parecían avergonzadas y evitabann verlo a los ojos.

-Briar: No es lo que parece, lo juro.

Se apresuró a decir con una mirada de pánico, lo que obligó a las chicas a salir de su vergüenza.

-Apple: *coff coff* Dejando eso de lado, Briar te queríamos preguntar si nos prestas tu espejo.

Tratando de ocultar su leve sonrojo explicó el porqué estaban ahí.

-Briar: ¿Mi espejo? Claro, te lo prestare.

Aun algo aturdida por recordar en la posición en la que la encontraron le presto su espejo a su amiga, pero este era demasiado pequeño por lo que solo se disculpo por no ser de tanta ayuda.

-Apple: No te preocupes, nos vemos luego.

-Briar: Claro, hasta luego.

-Raven: Adiós...

Las chicas se fueron no sin antes darle un mirada rápida a Kiet qué solo les sonrió algo divertido.

-Kiet: Qué tiernas, ¿no lo crees?.

Volviéndose para mirar a Briar qué le devolvió una mirada molesta.

-Briar: Creí que nunca vendrías a Ever After.

-Kiet: Estaba aburrido, así que aquí me tienes.

Mencionó como si fuera poca cosa, lo que irritó a la chica.

-Briar: Pero eso no te da el derecho a molestarme.

-Kiet: No es como si alguien fuera capaz de detenerme.

Respondió sonriendo con presunción para sacar de sus casillas a la chica lo que consiguió con éxito.

-Kiet: Hasta pronto... Bella Durmiente.

Se despidió siguiendo su camino por los pasillos buscando algo interesante para hacer.

Briar vio al chico alejarse con algo de preocupación y miedo, ya que Kiet fue quien le implanto el miedo a su maldición del sueño.

Ella recordaba que su relación con Kiet era extraña y complicada, al parecer seguía siendo igual.

Mientras la chica se sumia en sus pensamientos Kiet continuó con su recorrido por la escuela, encontró un par de personas interesantes con las que se encontraría después.