Estaba buscando a mi amigo, siempre se escabullia.
—¿Por qué siempre dice que me va a esperar, y nunca es así?—Nego.
Mientras intentaba visualizar a mi amigo por el patio, sentí que algo muy suave chocó contra mí. Por mis reflejos, rápidamente atrapé aquella chica que estaba apunto de llegar al suelo. Cuándo la atrapé, pude observarla mejor, tenía los ojos cerrados, esperando su caída.
Sonreí.
—¿Te encuentras bien? — Aún sosteniendola esperando una respuesta por parte de ella.
Ví que abrió los ojos, aún la sostenía
— Y-yo, ¡sí, estoy bien!
Vi que se alejo. El contacto accidental había sido breve, pero había dejado una impresión en mí.
—lo siento mucho.—Dijo
Pude ver qué estaba dándome una reverencia como disculpa.
—No te preocupes —dije finalmente—. No fue tu culpa. Estoy bien, no debes hacer eso.
—Gracias...—Aquella chica solo sonrió.
Y conectamos nuestras miradas.
“¿Por qué me mira así?”
Yo solo asentí. Visualize a lo lejos a mi amigo el causante de todo esto.
Mientras me acercaba a el, recordé aquella mirada brillante, y esa sonrisa sincera.
—¡Hey! Y esa sonrisa.— Sonrió pícaro.
Ushijima volvió a la vida real, y observo a su amigo.
—¿De que hablas?
—No lo sé, ví una sonrisa en tu cara, y me dió miedo.—Dijo burlón
El mas alto nego, y siguió su caminó.
El pelirrojo vio el camino por dónde había venido su amigo, y pudo ver a una chica peli-blanca. Sonrió.
Corrí hacía el gimnasio, y pude ver a todo el quipo allí, y a Ushijima.
—¡Ha Ushijima le gusta alguien!—Grite.
Todo el gimnasio se torno en un gran silencio, y todos se voltearon a verme. Y el nombrado se giro confundido.
—¡QUE! — gritaron todos al mismo tiempo.
—¿Quién es?
Preguntaban algunos.
—¿Cómo se llama?
Preguntaban otros.
Aparte a todos, y me dirigí hacia mi amigo.
—Ushijima— Llamé.
Aquel me observo.
—¿Te gusta?
•••
Estaba sacando una lechita de fresa de la máquina espendedora, hasta que...
—¡Aiko!
Salte en mi lugar, y me gire tapando mi pecho del susto.
—¡Díos mío, Robin! ¡No hagas eso!—Hable exaltada.
—Lo siento, Hell, te estaba buscando.
—Bien, ¿Qué sucede?— comencé a abrir mi leche de fresa.
—Es para decirte que hoy no podré acompañarte a tu casa.—Dijo apenada, Robin.
Aiko, alejo su leche de su boca.
—Uh, está bien, Robin, no hay problema.—Hable, haciendo un emane con mi mano— Además siempre me acompañas.
Robin suspiro son alivio
—¿Y que es lo que harás?—Pregunte.
— Tengo que arreglar algo del club de matemáticas.—Alzo los hombros, sin darle tanta importancia.—Gracias por comprender, Aiko. Tengo que ir al club, hasta luego.
—¿Club...?—Mire a mi amiga, quien ya estaba lo suficientemente alejada—¿Matemáticas?
Habían pasado algunas horas desde que Robin me informo aquello. Y ya estaba saliendo del entrenamiento, está vez si había dado todo.
—Hasta mañana, capitana Ren—Me despedí.
La nombrada se giro, y sonrió.
—Hasta mañana, Aiko, lo hiciste bien hoy.
Sonreí en grande, ya era de noche, por lo que tendría que ir caminando hasta mi hogar, no era para tanto, pero Robin vivía cerca mío, así que...
Suspire.
Visualize la salida de la institución, hasta que ví a lo lejos a alguien parado allí.
"¿Sería Robin?"
Caminé un poco más rápido y “¡Qué!”
La persona que estaba allí, se giro por mi presencia.
—Hola—Dijo.
—¿Eh...?
¿No le habían dicho que yo era quien la acompañaría a su casa...?
—Esto es extraño, pero, tu amiga Robin me pidió que te acompañara hacia tu casa.
“Robin te voy a matar”
—¿Oh si? Creo que sí me había dicho algo así. Discúlpame me había olvidado por completo.—Dije apenada.
—Entiendo, ¿Vamos?
—S-sí—Pude ver qué el ya estaba fuera de la institución, y simplemente me acerque a la salida y también ya estába fuera. Me gire hacia el y le dije: —Gracias, Ushijima...
El nombrado agachó su cabeza para verla, y ambos conectaron sus miradas, simplemente Sintieron una conexión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quiero hacer los capítulos ni muy largos ni muy cortos, pero que tenga un buen desarrollo. Gracias por leer.