—Y, ¿le aceptaste la salida?
Mire fijamente a mi amiga Robin.
—En primer lugar, ¿viniste a mi casa solo a preguntarme eso?—Dije, haciendo un número dos con mis dedos— Dos, ¿Por qué aún estás afuera?—Rode los ojos—Pasá.
Robin, salto, y entro rápidamente.
—¡Cuéntame todo!—Grito.
•••
Mi madre y Robin, estaban hablando alegremente, y yo simplemente estaba mirando hacia la nada, hasta que sonó mi celular...
**Número desconocido**
Hola.
19:35 P.MMe sentí confundida, y me dió un poco de gracia, por que ponía está persona un punto final, ¿Quiere sonar frío?
¿Hola?
19:36 P.M**Número desconocido**
Soy Ushijima.
19:37 P.M¿Por qué pones punto final? JAJAJA
19:38 P.Msolté una pequeña risa. Alze mi mirada y pude ver cómo mi madre y amiga, me observaban.
—¿ya tienes novio, hija?—Pregunto mi madre.
—Pronto, señora Mao—Le dijo la pelinegra, guiñándole un ojo.
-—¡Que! ¿¡Por qué dices eso!?—Me levanté de mi silla, y persegui a Robin, por toda la mesa.
La señora mao, solo sonrió.
•••
Para Aiko ya no era tan vergonzoso caminar por los pasillos de la institución, pues pensaba que no era para tanto que toda la institución se haya enterado que prácticamente ya estaba saliendo con Ushijima, y nunca hacían falta aquellas sabandijas con sus comentarios fuera de lugar.
—“¿Ya son novios?"
—"Esta un poco..."
¡¿Estoy un poco, que?!
Suspire. Bien este será un día largo.
Me encontraba leyendo uno de mis libros favoritos, "Diario de una pasión" y por supuesto que estaba disfrutando de mi lectura, hasta que sentí a alguien acercándose, una aura y presencia que poco a poco dentro de de mi ser reconocería siempre.
Seguí leyendo, y espere a que llegara aquella persona. Ella ya sabía quién era, y sonrió levemente.
—Hola.
Sonreí ampliamente, y me gire para mirarle.
—¡Hey, hola Ushijima!
El nombrado suavizó su cara.
—¿Harás algo hoy?
Pose mi mano en mi barbilla e hice como si estuviera pensando o recordando algo que tendría que hacer ese día.
—Pues...—pensé—No, creo que nada.
El peli-olivo sonrió, y asintió.
Aquel se acercó más a Aiko, y se arrodilló.
—Y, ¿Que lees?—Preguntó.
La peli-blanca se alertó, ante aquel movimiento repentino.
—Y-yo...
Estando frente a ella, aquel iba a decir algo más, pero fue interrumpido por una fuerte voz.
—¡Ushijima!
El nombrado se giro, y presencio a su amigo.
Se levantó.
—El entrenador quiere verte.
Ushijima solo asintió.
Y Aiko, estaba tiesa en su lugar.
—Iré hasta tu casa a recogerte, espero no haya problema en eso.—Hablo, antes de retirarse.
La ojiverde alzó su cabeza y sonrió.
—¡No hay problema!—Dijo entusiasmada, alzando su pulgar.
Ushijima se retiró, y dejo a Aiko con miles de preguntas.
"¿A dónde me llevará"? "¿por qué dije que sí?"
¡Ahhhh!
Revoltie mi cabeza, y negué.
Alze mi mirada hacia adelante, y observé de lejos a mi amiga Robin.
Me levanté de a poco, y empezé a caminar.
—¡Kageyama!—Grite.
Corrí hacía el, y lo abraze fuertemente.
—¡Ah tonta, no hagas eso!
Reí.
—Robin...¿Cómo?
—Si, si, después me lo agradeces.—hizo un adelanto con su mano.
—Aunque por chat no es lo mismo, tengo que contarte de todo.
—¿Y saldrás hoy con ella?
Asentí—Si, la iré a ver a su casa.
—Aún no puedo creer que te guste una chica, incluso llegué a pensar que tenías algo reprimido dentro de tu ser.
— Juro que no vuelvo a comentarte nada.
Tendō rio.
—Sabes que todo lo que sale de mi boca es broma.
Mientras tendō seguía haciendome un par de bromas, pude observar de lejos en una de las mesas de la institución estaba Aiko, y alguien...
— ¿Qué miras?—El pelirrojo se giro hacia esa dirección—oh...
¿Quién es el?
—Ushijima está más serio de los normal, ¿Estás bien?—Pregunto Tendō.
—Me siento...enojado.
—Lo dices porque está totalmente feliz con el, bueno no es para tanto—alzo sus hombros, sin darle tanta importancia, hasta que el pelirrojo vio reír a Aiko, y en el acto abrazar a aquel chico— Bueno...cambio mis palabras, también me enojaría. Pero no quitemos el hecho de que ustedes son solos amigos.
—Claro...iré al baño, adelantate.
Deje a tendō solo, y camine hacia unas de la puertas que me conducirian al baño.
Entre rápidamente, y fui hacia el lavabo, abrí la llave y enjuague mi cara.
¿Por qué me siento así...?

ESTÁS LEYENDO
DESTINO | USHIJIMA
RawakEn la danza del voleibol, donde cada salto es un verso y cada remate una rima, Aiko y Ushijima encontraron la melodía de sus corazones.