Estando juntos/ Rio2/ BluexSusan (Oc)

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Ok, reprobé algunas de mis clases en la universidad, tuve unos ataques al hígado, intestino y riñón,  y mañana tengo una radiografía de columna a las 7am, son las 21, como no puedo dormir pensé: ¿Porque no escribir algo?

Aquí estoy... La maldición del escritor es real, solo digo.

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Blue realmente estaba muy preocupado ahora, temía ir a su nido a dormir, pero tampoco podía dormir afuera ¿No? ¿Era eso siquiera seguro? Quién sabe, el no lo sabía. Aparte por que Perla le mentiría, no había razón para eso. Al menos que su plan fuera hacerme quedar peor con su suegro para que el se fuera y ella estuviera sola con los niños, y ese amiguito suyo. Hm, debería dejar de ver telenovelas, eso sonaba mucho incluso para Perla, por favor llevaban años juntos, los unía el caos y llamas, podrían superar esto. Si. Se estremeció ante el batir de alas, y miro alrededor del centro del nido, no había nada a simple vista, pero eran las amazonas, siempre había peligro en estos lugares. 

'— Olvidaste mirar arriba. — El joven guacamayo salto/voló (No sabía cual opción era más precisa para ese movimiento poco varonil) Miro hacía arriba y ahí estaba, su suegro. 

— Eh... Hola, Señor. —

Eduardo lo miro de arriba hacía abajo, Blue sentía que le miraban el alma, no el cuello, definitivamente iba a morir hoy. — Perla me hablo, te perdono por no reunirte conmigo hoy, pero mañana te espero a primera hora. No faltes. — 

El joven guacamayo azul lo miro irse, supuso que la hora del cuento había acabado y era seguro ir a su nido, el definitivamente tenía que hablar con Perla. Al llegar vio a todos durmiendo, lo que lo estristecio un poco, pero sacudió su cabeza y se acomodo para dormir un poco lejos del grupo que dormía juntos, no quería despertarlo y no hacía tanto frio de todos modos.

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A Blue lo despertó un grito, bueno varios. Su familia se despertaba temprano sin una alarma, cortesía de Eduardo quien interrumpió en el nido antes de que saliera el sol. Mando a Perla a ir con los recolectores del nido y a los niños a ir con los otros polluelos del lugar. Se limpio la saliva en su pico, y salio al mundo. Vio a Eduardo dando un abrazo a Perla antes de que esta se fuera. Se acerco con un vuelo lento, no queriendo estropear nada.

—Tarde. —

— Lo siento. —

Eduardo no respondió y simplemente se fue volando, Blue demoro 10 segundos en seguirlo el paso, escuchando algunas risas de fondo, se dio cuenta que no trajo su riñonera, ansioso y sabiendo como el hombre odiaba las cosas humanas no pidió tenerla, esperando no necesitar nada de eso en el entrenamiento. Volaron por un tiempo, al tal punto que le dolían un poco las alas, pero siguió o intento seguir el paso, esperaba estar haciéndolo bien, cada vez que intentaba acercarse para hablar con su suegro este aumentaba el vuelo... el entendió la señal. Noto un movimiento a su izquierda y vio a unos monos, frunció la mirada hacía ellos, observando como pronto desaparecieron a una parte más profunda. Al mirar al frente se detuvo en el aire, Eduardo no estaba, apenas tuvo tiempo de mirar a su alrededor antes de que algo chocara contra su derecha. Haciéndolo chocar contra algo de metal, escuchando un clic, y una alarma.  

¿Qué pasaba? Su mente rápidamente pensó en el peor escenario. 

Era un depredador... oh no, sacudió su cabeza y miro... barrotes, estaba en una jaula. Oh no de hecho. 

— Primera regla de supervivencia, no distraerte. — Esa voz lo heló y miro hacía arriba, ahí con algunas plumas fuera de lugar estaba Eduardo. . . El... ¿Lo había empujado?

— Jaja, muy gracioso, si. Liberarme ahora. — Blue estaba asustado, no reconociendo el candado para cerrar la jaula, parecía algo hecho a mano, y recordó algo que había dicho Linda, sobre los cazadores de aves usando métodos caseros para atrapar aves inteligentes por que algunas aves como los guacamayos habían aprendido a abrir jaulas, se enseñaron uno a otros y ya nadie caía. Excepto por el al pareces, no tenia ese aprendizaje.  — Eso es peligroso. —

—Creciste con humanos, si no pasas esta prueba no importara por que ya esas acostumbrado, solo iras a otro humano para ser una... mascota, como de seguro amas. Yo diria que tienes algo de tiempo para intentar salir, pero no me lo tomaría tan a la ligera. — Eduardo rápidamente aterrizo en la jaula, causando mas ese ruido de alarma, Blue entre el caos lo identifico como una campana eléctrica.  — Nadie te extrañara, te lo aseguro. Luego mis nietos tendrán un padre decente. — Se fue.

Se fue... El lo dejo, y de pronto realmente desearía tener su riñonera. 

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No sabe cuanto tiempo paso, las plumas le dolían de tanto respirar intentando no moverse por que al parecer la alarma sonaba con el movimiento, tal vez si no se movía nadie vendría. Las cosas parecían raras, borrosas, como una historia, no había nada interesante, no, no en su vida. Blue no era creyente pero esperaba que el Dios de las aves lo escuchara.

Parpadeo, mas consciente, y de pronto... Exploto, ya no le importaba su racionamiento anterior de quedarse quieto, no le interesaba salir, solo gritar, no podía desaparecer, no aquí. Agarro, bueno intento agarrar la cerradura, pero la jaula tenía agujeros muy pequeños para que sus garras pasaran, y golpear su cabeza contra la jaula no servía. Realmente quería su bolsa, incluso ese GPS malo, pero no lo tenía. Estaba pensando en alguna otra idea para salir cuando lo escucho, voces humanas. Eso lo llevo a otro ataque histérico, sin escuchar o entender la voz humana que decía: Tenemos uno. 

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Bueno, aquí esta :D

¿Que les parece?