Legeremancia || Narcisa Malfoy

Diario

El castillo estaba más oscuro de lo habitual en ese momento debido a la espesa nieve gris que se arremolinaba fuera de las ventanas. Astria estaba parcialmente escondida detrás de una estantería en la biblioteca, con la nariz enterrada en un libro mientras profundizaba en su investigación sobre la familia Lestrange.

"Pero Harry siempre pareció tan amable", dijo una voz, sentándose ruidosamente en una de las mesas cerca del estante donde ella estaba. "A diferencia de Astria, que me da escalofríos. Pero ella es tan...─ Encantadora".

"Sí, y ellos fueron los que hicieron desaparecer a Quien-tú-sabes. No pueden ser tan malos, ¿verdad?"

La voz de Ernie susurró misteriosamente. Astria estornudó detrás de la estantería y vio a los estudiantes de Hufflepuff acercándose.

"Nadie sabe cómo sobrevivieron al ataque de Quien-tú-sabes. Quiero decir, eran sólo bebés cuando sucedió. Deberían haberse convertido en polvo. Sólo un mago oscuro verdaderamente poderoso podría sobrevivir a un ataque como ese". Y bajando la voz hasta casi un susurro, continuó: "Quién sabe, tal vez por eso Quien-tú-sabes quiso matarlos desde el principio. ─ Quizás no quería competencia en el mundo de las tinieblas".

Astria se aclaró la garganta ruidosamente detrás de la estantería, disfrutando de la escena frente a ella: todos los estudiantes de Hufflepuff parecían petrificados con solo verla, y el color desapareció del rostro de Ernie.

"Hola", dijo arrastrando las palabras, "Hermoso día, ¿no? A pesar de este frío que... te congela hasta la muerte", bajó la voz sugestivamente durante la última parte, tratando de contener una risa cuando Una de las chicas se levantó alarmada, lista para huir.

"Solo para informarte, puedes rastrear a mi familia hasta nueve generaciones de brujas y magos, y mi sangre es tan pura como la de cualquiera, así que..."

"¡No podría importarme menos el tipo de sangre que tienes!" Astria intervino bruscamente.

"Pero odias a Granger ─"

"Ella me molesta."

"Pero desprecias a los demás mu-"

"Hablas demasiado." Astria agitó la mano con gracia. "Ah, y será mejor que no vuelvas a dejar que mi nombre salga de tu boca", advirtió con una mirada cortante. Dándose la vuelta, salió de la biblioteca.

Mientras Astria caminaba de regreso de las mazmorras al castillo, se encontró con las últimas víctimas del basilisco, y allí estaba Harry Potter, haciendo su mejor personificación de un detective analítico y sorprendido frente a los cuerpos estirados. Bueno, la escena era más extraña que la posibilidad de que Snape usara champú.

Astria se quedó inmóvil y Harry, al notar su presencia, respiró hondo, como si estuviera a punto de anunciar el fin del mundo. "No... no fui yo. Astria, te juro que no fui yo", dijo apresuradamente.

Eso era cierto.

"Relájate, cerebro disperso", replicó con un gesto indiferente, centrando su mirada en lo que quedaba de Justin Finch-Fletchley.

El niño estaba tirado en el suelo, rígido y frío, con una expresión de sorpresa congelada en su rostro. Sus ojos miraban al techo. Y habia mas. A su lado, otra figura, la visión más extraña que Astria había presenciado jamás. Nick Casi Decapitado ahora estaba inmóvil, flotando horizontalmente a más de un metro y medio del suelo. Su cabeza estaba casi completamente cortada y su rostro tenía la misma expresión de sorpresa que la de Justin, luciendo tan sorprendido que podría rivalizar con el de Edvard Munch: El Grito .

"Necesitamos salir de aquí", dijo con urgencia, volviéndose hacia Harry, "¡Ahora! ¡Necesitamos salir ahora!" El intento de escapar fue interrumpido por la atronadora apertura de una puerta cercana, y Peeves salió volando como si acabaran de recibir un disparo de un cañón.