Murmullos se escuchaban en cada fila de cada división de la Kanto Manji, los pandilleros miraban expectantes a su líder, Sano Manjiro a que anunciara la razón por la que los reunió.
A pesar de todo, las miradas no se posaban en el Sano, sino en cierto rubio de brillantes ojos azules que se encontraba a su lado, nervioso y jugando con sus dedos, quien parecía fuera de lugar en aquel sitio sombrío y oscuro.
Detrás de ambos se encontraba Sanzu que parecía refunfuñar por lo bajo mientras daba golpes impacientes en el suelo con el talón del pie mientras que Draken parecía impasible, con los brazos cruzados sobre su pecho.
Mikey da un paso hacía delante y los murmullos inmediatamente cesan, su calmada voz resuena por todo el recinto.
—Como sabréis, la cuarta división ha estado durante mucho tiempo sin un capitán. —El rubio desteñido miró a cada uno de los presentes con su expresión solemne.
Entonces todos los miembros de las demás divisiones dirigen su mirada hacia la división cuatro. Decir que era la división más problemática era... quedarse cortos. Eran tan agresivos que los anteriores capitanes quienes intentaban controlarlos o mandar ordenes entre ellos fueron brutalmente golpeados y por eso es una de las razones por la que no tenían capitán. Y Mikey lo sabía.
Entonces el rubio desteñido alza una mano y señala al Hanagaki.
Takemichi solo podía pensar: mierda, mierda, mierda...
—Denle la bienvenida al nuevo capitán de la cuarta división.
...
Varios meses después luego de aquella turbulenta y desagradable noche en la que Takemichi salió corriendo sin mirar atrás luego de haber escuchado la declaración indirecta del Sano, el rubio de ojos zafiros se mantuvo desgastado mentalmente, sobrepensando las situaciones como usualmente hacía.
Luego de un exhausto día de trabajo donde lo único que recibió Takemichi fueron clientes descontentos y gritos de su gerente recordándole lo incompetente que era, el rubio da un largo suspiro mientras se echaba la mochila al hombro y salía de la tienda de CD's.
El sol comenzaba a esconderse en el horizonte mientras Takemichi caminaba lentamente por las calles de Minato. Cuando el chico estaba distraído pensando en qué comería aquella noche, sintió como tiraban de su brazo bruscamente y estampaban su cuerpo contra la pared de una tienda de conveniencia, haciéndolo jadear sorprendido.
Cuando Takemichi intenta recomponerse del repentino impacto siente un fuerte agarre en su hombro y cuando alza su vista ve a dos jóvenes chicos que lo miraban con una sonrisa ladeada. La mirada del rubio se posa en las gabardinas que tenían puesto donde descansaba las letras Brahman.
—¿Así que este es el chico que vieron junto a Sano Manjiro y los capitanes de la Kanto Manji? Parece bastante normalito... —uno de los chicos comenta con un tono divertido y el otro ríe.
—Los de la Kanto Manji nos ha estado jodiendo desde hace mucho... ¿Y si le dejamos una advertencia? —el otro chico habla riendo y un destello malicioso aparece en sus ojos, Takemichi no puede evitar sentir miedo y su cuerpo queda paralizado.
Entonces el chico que habló alza su puño y lo incrusta en el abdomen del Hanagaki, haciéndolo estremecerse adolorido y se encoge y el chico repite la acción. La gente que pasaba por la calle miraba de reojo la situación aunque ninguno hacía nada.
Takemichi gime de dolor e intenta apartarse de los chicos pero el otro que estaba mirando la situación con una diminuta sonrisa sostenía al rubio con fuerza para que no se escapará de los golpes del otro.
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•Viejos exes•AllxTakemichi/Takeharem
Fanfiction''Encontrarte con un ex en la calle puede ser una situación incomoda pero, ¿Y si te encontraras con tres?''