Capítulo 3 🐺

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Jungkook encuentra trabajo varios días después de su llegada a la isla.

Es en la cafetería de Yoongi, quien le había escuchado mencionarle a Jimin  que necesitaba un trabajo con urgencia ya que eventualmente se quedaría sin dinero. Yoongi  felizmente le dio el puesto tras la barra, para que atendiera a los pedidos para llevar y seguidamente le presentó a su novia, Sejeong, quien resultó ser la camarera de acento americano con la que ha conseguido llevarse realmente bien.

Y todo parece ir tan bien que parece irreal. Todo parece ir de la forma en la que debería y le resulta difícil acostumbrarse a que las cosas vayan bien, así que lo disfruta con los sentidos alerta, tan solo por si acaso.

Entonces el viernes por la tarde llega, y con el su último día de trabajo hasta la semana que viene. Suspira mientras se abrocha la cremallera de su chaqueta marrón y guarda su teléfono móvil y llaves de la casa en uno de sus bolsillos. Se mira en el pequeño espejo que había colocado en la entrada principal y se peina con las manos sus rizos que caen sobre sus ojos, y cuando considera que se ve decente abre la puerta.

Y vaya sorpresa.

Se sobre salta al ver a un perro sentado en la alfombrilla frente a su puerta. Un perro de pelaje negro con tonos cafés que con la lengua fuera de su boca jadea felizmente.

Jungkook empieza a preguntarse si tiene una especie de iman para los animales.

"Yeontan, ven aquí joder."

El rizado levanta la mirada del animal al oír aquella voz, topándose con aquellos ojos azules. Taehyung, el amigo de Jimin, esta caminando hacia su porche, con una chaqueta de cuero negra, su cabello castaño despeinado, un cigarrillo tras su oreja y su piel pálida en contraste con la fina nieve que lo envuelve todo.

"Hey, pequeño" Jungkook le dedica una sonrisa a la mascota de Taehyung, mientras se agacha para acariciar su cabeza con cariño.

"Mierda Tan, te he dicho que no te acerques por aquí." Taehyung vuelve a hablar molesto, subiendo los peldaños de madera del porche con más fuerza de la que Jungkook considera necesaria.

Cuando llega hasta el animal, engancha una correa en el collar rojizo que bailaba con gracia sobre su cuello y tira de el para alejarlo del rizado.

"Hola, Taehyung." Con una sonrisa amable, Jungkook se levanta para quedar a la altura del chico.

Sin embargo no recibe nada a cambio, tan solo una mirada inexpresiva que lo analiza de arriba a abajo, con rostro completamente serio. Jungkook no puede evitar volver a sentirse pequeño en su presencia, y empieza a preguntarse si aquel chico de ojos azules podía resultar ser un peligro para él.

Parecía odiarlo, parecía quererlo lejos para no volverlo a ver nunca más, y no consigue entender el por qué. Jungkook siempre había sido sensible y amable con todo el mundo, y el aparente odio del castaño le desconcertaba.

¿Había hecho algo mal para recibir tal desprecio?

Por su parte, Taehyung niega antes de darse la vuelta, con el que aparentemente se llamaba Yeontan  caminando a su lado. Simplemente se marcha por donde ha llegado, y Jungkook piensa que es la persona más amargada con la que ha podido toparse nunca.

Se pregunta el por qué todos parecen adorarlo, por qué los ojos de todos brillan al hablar de él cuando el castaño parecía odiar al mundo.

O tal vez, simplemente, solo lo odia a él.

[...]

Días después, vuelve a tener otro encuentro con la mascota de Taehyung.

Cuando el sol ha caído y los grillos comienzan a cantarle a la luna, unas garras arañan la puerta principal de la casa de Jungkook.

Heart cold as ice blue | ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora